El INTA, el gran ganador en los premios YPF agro CITA
Entre empresas privadas e instituciones públicas, con tres premios y una mención, el instituto resultó el actor más innovador en tecnología agropecuaria, en especial en materia de investigación en producción animal y para las economías regionales.
Para el INTA, nuevamente fue una gran noche. Por un lado, por la cantidad de reconocimientos recibidos en esta edición de los premios YPF agro CITA, entregados en el marco de la Exposición Rural de Palermo, que lo colocó como el actor más innovador en tecnología agropecuaria. Y, por otro lado, por el espectro de su trabajo que expresaron esos galardones: desde la investigación a la extensión, desde la producción a la comercialización, las soluciones para la gran escala junto con las respuestas para la agricultura familiar, que asisten y acompañan el desarrollo de las economías de las distintas regiones.
En la categoría “Producción animal” el premio fue para R-VAC INMUNER IBD, la primera vacuna recombinante nacional para prevenir la Enfermedad Infecciosa de la Bursa (IBD) –llamada también Gumboro–, altamente contagiosa en pollos jóvenes, que provoca pérdidas significativas para los productores. Para Gabriela Calamante, investigadora del INTA a cargo de la plataforma biotecnológica que permitió el logro de este producto biológico único en su tipo en la Argentina –junto con Laboratorios Inmuner S. A.–, “es un proyecto de muchos años de desarrollo, mucha inversión del sector público en ciencia y tecnología”.
En la búsqueda de inmunizaciones nuevas, seguras y efectivas, lo iniciaron en el Instituto de Biotecnología de Castelar hace 20 años, bajo técnicas de ingeniería genética y basado en cepas vivas de poxvirus –los virus de mayor tamaño, entre los que está el de la viruela–, que no infectan al organismo blanco de vacunación. En 2012, en articulación con Laboratorios Inmuner SA, empezaron a trabajar en la obtención de R-VAC Inmuner IBD y la idea es seguir adelante con nuevas vacunas para pollos y otros tipos para ganado bovino y porcino.
Por su parte, Somos Fibra, la tienda online desarrollada por el INTA e INTeA, obtuvo el premio en la categoría “Estrategias de comercialización”. Esta plataforma es el resultado de una articulación entre el INTA y los artesanos rurales, desarrollada con financiamiento de la Fundación ArgentINTA, que busca potenciar los emprendimientos artesanales de la agricultura familiar.
Según Marcela Duhalde, responsable del área INTA Diseño y directora creativa del proyecto, este reconocimiento “es un orgullo, es un nuevo desafío, es un impulso para continuar con el próximo objetivo de Somos Fibra que es llegar a representar a las organizaciones y a las artesanías de todo el país”. En este sentido, observó: “Por el momento estamos trabajando con organizaciones del NOA y la idea es que toda la Argentina se vea representada en nuestras colecciones, así que esperamos que en el corto plazo podamos lograrlo”.
Con la púa biomimética para laboreo, diseñada por profesionales del Instituto de Suelos, la distinción en la categoría “Investigación y/o extensión” se la llevó también el INTA. Eduardo Favret, su desarrollador, indicó: “El premio que recibimos hoy en CITA fue importante para nosotros porque nos permite continuar con nuestra investigación”.
En ese sentido, expresó que el objetivo es continuar mejorando este trabajo “que consiste en llevar a un desarrollo tecnológico propiedades de los sistemas biológicos”, en este caso, la anti adherencia de la cutícula de la hembra del bicho toro. “Esto también nos va a permitir comenzar nuevas líneas de investigación, como pueden ser las superficies antiadherentes con aplicación antibacteriana –que las bacterias no se adhieran a las superficies de los materiales–, que pueden ser utilizadas, por ejemplo, en la industria alimenticia, en la cadena de valor de algún producto, como puede ser la leche”, explicó.
La mención especial en la categoría “Maquinaria para economías regionales” la obtuvo el banco mecánico para la cosecha asistida de la vid, un dispositivo que facilita la recolección de las uvas y reduce el esfuerzo físico del trabajador, desarrollado por el Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar –IPAF– del INTA en San Juan. Diego Ramilo, coordinador nacional de Transferencia y Extensión del organismo, expresó: “La cosecha de uva es un trabajo muy sacrificado y el IPAF Cuyo y el INTA desarrollaron una tecnología que permite humanizarla”.
En ese sentido, señaló: “Estamos sumamente contentos y satisfechos de tener un producto de estas características que aporta a más de 21 mil productores de la región Cuyo, que producen uvas en fincas de hasta 15 hectáreas”. Comentó, en esa línea, que “es un aporte para la agricultura familiar, para los pequeños productores que hace el INTA a partir de sus institutos de investigación y desarrollo tecnológico”.