“Tomar bien una denuncia puede salvarle la vida a alguien”
Cecilia Labate es psicóloga y una de las profesionales de la línea nacional gratuita que a diario recibe llamadas anónimas sobre explotación. Junto a un equipo preparado en derechos humanos, géneros y niñez, escucha y contiene a la vez que orienta sobre cómo brindar datos para que la Justicia logre los rescates.
“Línea 145, buenos días, ¿desea hacer una denuncia?”. Esa frase escucha cada persona que llama al centro de atención telefónica del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos contra la trata de personas, las 24 horas, los 365 días del año y de forma gratuita. Llaman desde Ushuaia a La Quiaca y las operadoras “ayudan a realizar la denuncia sin inducirle la respuesta”, destacan. Desde allí se llena un formulario e, inmediatamente, se da conocimiento a un juez.
La trata tiene como víctima a personas en situación de vulnerabilidad, que puede ser social, económica y/o psicológica. Ofertas laborales engañosas suelen ser fuentes de captación.
Si un aviso no pide experiencia laboral ni requisitos previos y propone una retribución económica elevada con traslado a una región más favorable debe considerarse como una publicación “altamente sospechosa”, aconsejan desde la línea de asistencia a víctimas de la trata de personas. Si se convoca a jóvenes que vayan solas, son citadas en un bar o departamento y les piden fotografías, también.
Es que tras su creación en 2008, se rescataron más de 11 mil víctimas, el 42 por ciento captadas por motivos de explotación sexual.
Según el Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, a cargo de Zaida Gatti, en 2015 se recibieron 2732 denuncias, en 2016, 3256, y este año, 1446 en sólo seis meses.
“Le creemos todo a todo el mundo, y no estamos para cuestionar a los ciudadanos que llaman”, aclara Cecilia Labate, una psicóloga que desde el 2014 trabaja en el programa como operadora, y hoy lo coordina.
El valor de escuchar y acompañar
Cecilia cree en varios valores de su trabajo al frente de la Línea 145: la paciencia, la contención, el acompañamiento, y el saber escuchar a los que llaman. “Tenemos que escucharlos, contenerlos y asegurarnos que lo que denuncia va a seguir la vía correspondiente”, explicó.
Hay casos que movilizan, por mucho tiempo que se tenga en la tarea. Uno es el de dos niños que eran retenidos en un departamento del que sólo salían cada noche para bailar en la puerta de un bar. Por vulneraciones de los derechos como esta, la línea cataloga cada testimonio que recibe como una “urgencia”. Se convierte en “emergencias” cuando el traslado de una víctima parece inminente, después de la denuncia.
El perfil de los profesionales incluye formación en derechos humanos, de niñez, adolescencia y género, así como herramientas contra al trabajo infantil y adolescente, y claro, la trata.
Son personas “interesadas y comprometidas en el trabajo social con las personas vulnerables“. “No es admisible que se atienda a alguien como si fuera un call center”, sentenció Labate.
– ¿Qué le brinda el programa al ciudadano?
– Tomar bien una denuncia implica salvarle la vida a alguien o restituirle sus derechos: la libertad, la dignidad y el trabajo. Y que llame de forma gratuita y que alguien tenga el profesionalismo, el entusiasmo, el interés y la paciencia para escucharlo es fundamental. Somos un equipo que lucha contra la trata y por la restitución de derechos.
– ¿Cuáles son los pasos de la entrevista?
– El primero es ir al encuentro con la persona. Generar confianza en la recepción del llamado ya desde el saludo. Hay que escuchar lo que la persona tiene para decir, porque es un delito lo que denuncia. Cuando nos llaman por casos de violencia de género, también prestamos el oído. La segunda parte es indagar y entrevistar qué es lo que saben del hecho y quién lo comete. Son muy importantes los datos que nos dan: si ocurrió un traslado de personas o si se trata de posibles secuestradores. En la entrevista es clave determinar el hecho: quién es quién. Por último, se le informa el número de denuncia, que es muy importante lo que dijo, que eso se judicializa de forma inmediata y que si bien es el Poder Ejecutivo el que la recibe y es el Judicial el que lleva adelante la investigación.
– ¿Qué sentís por tu equipo?
– Me encanta mi rol en la línea como operadora y ahora como coordinadora. Que nos vayamos formando cada día, que seamos empáticos con la gente que llama aunque haya días que el teléfono no para de sonar. Amo a mi equipo.