En la convergencia entre la memoria fragmentada y la grandiosidad arquitectónica, emergen las obras de Alicia Díaz Rinaldi y Francisco Tamburini. Mientras la artista que nos convoca teje su propia narrativa a partir de fragmentos históricos y recuerdos personales, Tamburini deja su impronta en la imponente fachada de la Casa de Gobierno argentina. A pesar de las aparentes diferencias en sus expresiones artísticas, ambas figuras comparten una búsqueda de identidad y una obsesión por la reconstrucción del pasado.
En el diálogo entre la arquitectura de la Casa de Gobierno y la obra de Díaz Rinaldi, se revelan conexiones fascinantes. La artista exploró los planos del arquitecto Tamburini de la Casa Rosada en la década de 1990, inspirándose para crear sus series "Evocaciones" y "La otra mirada del fragmento". Estas series nos invitan a adentrarnos en los intersticios de la memoria en relación con su obra, ya que, según la artista, "la función de la obra termina cuando alguien la mira". Este enfoque profundiza en la relación entre la reconstrucción personal del pasado y la monumentalidad oficial, incitándonos a reflexionar sobre la naturaleza fragmentada de la memoria y la importancia de reconstruir nuestro pasado para comprender nuestro presente.
En esta serie, se desafía al tiempo y se invita al espectador a un viaje a través de las dimensiones del espacio y la memoria. El meticuloso juego de simetrías y asimetrías nos sumerge en un universo donde cada línea, cada ángulo, cada sombra, es un eco del pasado entrelazado con el presente. Es un baile armonioso entre el orden y el caos, donde la artista se erige como una maestra de ceremonias, guiándonos con destreza a través de este laberinto de formas y significados.
Así, esta serie nos invita a reflexionar sobre la naturaleza misma del arte: su capacidad para trascender, reinterpretar y dar nueva vida a lo que ya ha sido. Es un homenaje a la creatividad humana y a la eterna búsqueda de significado en un mundo en constante cambio.
Paula López Delfino