Presidencia de la Nación

Tamburini y la Casa de Gobierno


La Casa Rosada se levanta sobre el sitio que ocupara la Real Fortaleza de San Juan Baltasar de Austria, construida por orden del Gobernador Fernando Ortiz de Zárate en 1595. La Fortaleza sufrió diversas modificaciones desde la caída de Rosas; del antiguo edificio sólo quedaron en pie el arco de acceso y uno de los edificios virreinales del interior del recinto, refaccionado para su uso como sede del Gobierno. Durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento, entre 1868 y 1874 el edificio se pintó de rosa, inaugurando una tradición que ha llegado a nuestros días y que dio lugar a su nombre popular.

También por iniciativa de Sarmiento se construyó el Palacio de Correos, terminado en 1878 en el ángulo sudoeste del predio. Poco después, el presidente Julio A. Roca ordenó levantar una nueva Casa de Gobierno. Unos años después, durante el gobierno de Luis Sáenz Peña, el arquitecto italiano Francisco Tamburini fue el encargado de proyectar la unión de ambos edificios, conformando el complejo monumento que ha llegado a nuestros días. El Correo, obra del sueco Carlos Kihlberg, y la nueva Casa de Gobierno, obra de Enrique Aberg, eran similares pero no idénticos.

La imagen muestra una fotografía en blanco y negro de un edificio antiguo de estilo clásico. El edificio tiene varios pisos y está adornado con ventanas de arco de medio punto.
La Casa de Gobierno antes de la construcción del arco central (c. 1894)

Su vinculación supuso un desafío para Tamburini, que unió ambos cuerpos con un gran arco central (el acceso principal de la Casa Rosada, sobre la Plaza de Mayo) y definió los restantes cuerpos sobre Paseo Colón y Rivadavia. El resultado es de un marcado eclecticismo, en el que elementos de tan diverso origen como las mansardas francesas, las loggias y ventanas concebidas por arquitectos nórdicos, coexisten con el lenguaje clasicista característico de Tamburini.

La imagen muestra una fotografía en blanco y negro de la Plaza de Mayo. A la izquierda y en primer plano se observa la Pirámide de Mayo. En el fondo se puede ver la Casa Rosada, edificio de arquitectura clásica. En la plaza se ven los caminos y algunas personas recorriendo la plaza.
La Casa Rosada c. 1890.

Desde la entrada principal, por la explanada de la calle Rivadavia, se accede al Salón de los Bustos, así llamado por las esculturas que retratan a los presidentes argentinos. Dos escaleras de honor conocidas como "Italia" y "Francia" conducen al primer piso, donde se hallan el Salón Blanco, sede de las grandes recepciones oficiales, y las oficinas presidenciales. Toda esa ala -el ala norte- está organizada alrededor del Patio de las Palmeras. El ala sur de la Casa de Correos fue cercenada en la década de 1930, al rectificarse la actual calle Hipólito Yrigoyen para construir el Palacio de Hacienda.

En el primer mensaje que el Presidente Roca dirigiera al Congreso Nacional, señalaba estos conceptos:

"Designada esta ciudad para capital permanente, tenemos que pensar en dotarla de todas aquellas mejoras indispensables para el ornato, comodidad y salubridad de un gran pueblo. Hacen falta para el Honorable Congreso, el poder Ejecutivo y la Suprema Corte de Justicia, edificios dignos de la nación y de los representantes de su soberanía, y para casi todas las oficinas de la administración, residencias cómodas y aparentes a las funciones que en ellas se desempeñan.
Por el Ministro del ramo se os presentarán los planos y presupuestos de una casa para el Congreso, de otra para el Poder Ejecutivo y de otros edificios de que no se puede prescindir por más tiempo."

Francisco Tamburini

La imagen es una fotografía en blanco y negro de un hombre llamado Francisco Tamburini con bigote y cabello ondulado. Lleva puesto un traje oscuro con una camisa blanca y un cuello alto.
Francisco Tamburini

Al comenzar 1883, el gobierno del General Roca indicó al embajador argentino en Roma que contratase un arquitecto para conducir las obras de los edificios públicos nacionales de Buenos Aires, la Casa Rosada entre ellos, y caracterizar a la ciudad como ámbito metropolitano de un país en expansión. La elección del embajador argentino recayó en Francisco Tamburini, nacido en Ascoli Piceno, que estudió en Ancona y Bolonia, donde se graduó como Ingeniero Arquitecto. El 1 de julio de 1883 se firmó contrato entre Tamburini y el gobierno argentino donde se lo nombra como empleado especial del Gobierno, formando parte del Departamento de Ingenieros Civiles de la Nación.

En sus seis años de actuación en nuestro país, Francisco Tamburini se constituyó, por la importancia de su obra, como una de las principales de nuestra arquitectura del siglo XIX. Además de los trabajos encomendados por Roca realizó en la posterior presidencia de Miguel Juárez Celman otras obras de importancia en Buenos Aires y en Córdoba. La principal obra de Tamburini es el Teatro Colón de Buenos Aires que proyectó en 1887, cuya sala se destaca por su magnitud, proporciones y notable acústica; y el exterior configura un volumen monumental, de gran presencia urbana.

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