Presidencia de la Nación

Protección Radiológica

Comisión Nacional de Energía Atómica

Información para el paciente y el público


El uso de radiaciones ionizantes en medicina permite cada día el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, contribuyendo a mejorar la salud de la población.

El estudio o tratamiento debe ser indicado por un médico u odontólogo (“prescriptor”) que analizará la necesidad y ventajas clínicas para cada paciente individual de realizar un estudio con radiaciones ionizantes, como por ejemplo, una placa de tórax, una tomografía computada o una panorámica dental, por ejemplo. Es fundamental una adecuada comunicación para que el médico u odontólogo cuente con la información necesaria para decidir realizar o no el procedimiento, ya sea porque no contribuirá con mejorar el estado de salud del paciente o es un estudio repetido y no aportará información nueva. A fin de evitar repetición de estudios y dosis innecesarias es de utilidad conservar los resultados e imágenes, y presentarlos cuando sean solicitados.

Los profesionales que realizan los procedimientos, deberán utilizar protocolos y técnicas adecuadas para que el paciente reciba solo la cantidad de radiación necesaria para obtener una imagen útil para el diagnóstico o para efectividad del tratamiento, minimizando los riesgos de los efectos de la radiación. En cada procedimiento se deberán tomar las medidas necesarias para evitar dosis de radiación en otras áreas del cuerpo, es importante por tanto que los pacientes colaboren con los profesionales siguiendo las instrucciones indicadas (ej. mantenerse quietos unos segundos o utilizar algún elemento para protección o inmovilización).

Los pacientes pediátricos y las mujeres embarazadas son un grupo especial de cuidado dada la mayor sensibilidad, razón por la cual es fundamental que las pacientes indiquen al médico la posibilidad de embarazo previo a la realización del estudio. En los estudios de medicina nuclear, los pacientes reciben material radiactivo que se distribuye por todo el cuerpo. En este caso, es fundamental saber si la paciente se encuentra en período de lactancia y analizar en conjunto con el médico y el equipo de salud las medidas de seguridad a tomar en cada caso.

Los profesionales deben comunicar y explicar a los pacientes y familiares los beneficios y riesgos de realizar los procedimientos o de no realizarlos. El PPRP de la CNEA colabora con los profesionales de la salud, asociaciones profesionales y autoridades de regulación para mejorar y fortalecer la seguridad frente a las radiaciones en medicina, incluyendo la efectiva comunicación con el paciente y el público.

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