A través de sus institutos académicos, la Comisión Nacional de Energía Atómica pone a disposición de la comunidad una diversidad de carreras de grado, pregrado y posgrado para la formación de profesionales y técnicos altamente calificados para apoyar y fortalecer el desarrollo del sector nuclear argentino en sus múltiples actividades, como así también para un amplio espectro de actividades tecnológicas y científicas vinculadas.
La firma del primer convenio con la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) para crear el Instituto Balseiro marcó una senda de crecimiento que se completó más tarde en la vinculación con la Universidad Nacional de San Martín (UNSaM). Este nueva alianza estratégica dio vida al Instituto Sabato en 1993 y al Instituto de Tecnología Dan Beninson en 2006.
En esos tres institutos de nivel universitario -ubicados estratégicamente en cada uno de los centros atómicos donde la CNEA lleva adelante su tarea de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación- se dictan carreras con orientaciones relacionadas a la labor que desempeñan las investigadoras e investigadores en actividad. Por la interacción que los estudiantes desarrollan con el personal, el equipamiento y las instalaciones, esas casas de altos estudios resultan óptimas para el crecimiento académico a la vez que la inserción laboral.
Por la importancia que la Argentina pone en la formación profesionales y técnicos del sector, la CNEA brinda becas para dedicación exclusiva al estudio. Consisten en un estipendio mensual que las y los estudiantes reciben para cubrir sus gastos de vivienda, alimentación y materiales equivalentes a un ingreso laboral.