Entre 1830 y 1851, las poblaciones residentes en los territorios bañados por las aguas de la cuenca del Río de la Plata, como la Confederación Argentina y el Estado Oriental del Uruguay, padecieron continuas guerras civiles retroalimentadas por diversos intereses estratégicos de otras naciones como el Imperio del Brasil, el Reino de Francia y Gran Bretaña.

Luego de la finalización de la Guerra Contra el Imperio del Brasil, la escuadra naval de la entonces República Argentina fue disuelta y no fue sino hasta 1840 que la Confederación Argentina dispuso nuevamente de una escuadra naval con buques de guerra colocados al mando del Almirante Guillermo Brown.

Las estaciones navales británica y francesa, existentes en América del Sur desde tiempos de la dominación española, mantuvieron una constante vigilancia sobre las repúblicas independizadas y aportaron sostén militar a las misiones de los agentes de sus respectivos gobiernos. La presencia de buques de guerra frente a los puertos americanos en numerosas ocasiones constituyó una amenaza a los intereses locales y a la soberanía territorial.

Para el caso argentino, entre los hechos históricos de flagrante atropello podemos mencionar el bloqueo naval francés en 1829; y la invasión británica sobre las Islas Malvinas en 1833. Asimismo, entre 1838 y 1840, la toma de la Isla Martín García por Francia como asiento estratégico para sus buques de guerra, que no sólo bloquearon el puerto de Buenos Aires sino también el acceso a los ríos Paraná y Uruguay, jaqueando una de las fuentes de ingresos económicos más significativa para el país.

Asimismo el Imperio del Brasil, poseedor de una flota naval de gran envergadura, había resignado la anexión de la Banda Oriental en la guerra contra la República Argentina (1825 a 1828), pero mantuvo sus intereses expansionistas en el Río de la Plata, e influenció sobre la política de sus países vecinos aportando medios materiales y militares a campañas militares y políticas que propiciaran sus propias aspiraciones.

A la constante injerencia política, económica y militar naval anglo-francesa en el Río de la Plata, y la amenaza latente del Imperio del Brasil, se sumó la declaración de guerra del Estado Oriental del Uruguay en 1839. Estos acontecimientos se retroalimentaron entre sí tornando imperiosa la formación de una escuadra naval para la Confederación Argentina.

La Confederación Argentina quedó envuelta en el conflicto civil denominado Guerra Grande que enfrentó a los habitantes del Estado Oriental del Uruguay entre el 10 de marzo de 1839 y el 8 de octubre de 1851. La participación argentina generó la internacionalización de la Guerra Grande, motivando la intervención del Imperio del Brasil, Gran Bretaña y Francia.

En 1840, por el tratado Mackau-Arana, Francia levantó los bloqueos navales a los puertos de la Confederación Argentina y reintegró la isla Martín García. Ésta fue ocupada y fortificada, siendo asiento del Ejército, mientras se destacaron embarcaciones menores limitadas a las comunicaciones, transporte y logística. La nueva escuadra naval completó su formación en marzo de 1841 con siete buques que montaban 70 cañones y una tripulación de 730 hombres y se nombró como su comandante general en jefe al Almirante Guillermo Brown.

El 22 de enero de 1841, la Confederación Argentina cerró los puertos de los ríos Paraná y Uruguay, autorizando la guerra de corso contra los buques provenientes de los puertos uruguayos, mientras Uruguay hizo lo propio.

El bloqueo al puerto de Montevideo comenzó en mayo de 1841 y, en los meses siguientes, se sucedieron varios combates contra la escuadrilla uruguaya, puesta al mando de John H. Coe. Finalmente, el bloqueo se cerró de forma completa hacia fines del mismo año.

Si bien la escuadra bloqueadora mantuvo su presencia hasta fines de julio de 1845, momento en que fue apresada por ingleses y franceses, el bloqueo no siempre fue efectivo. Motivos estratégicos, económicos y/o políticos definieron el nivel de flexibilidad del mismo. No obstante, la escuadra argentina libró diversos combates frente a la plaza marítima de Montevideo, donde logró derrotar a la escuadra oriental en acciones sucesivas. En 1842 derrotó a José Garibaldi en Costa Brava y, gracias a su presencia, el Ejército de la Confederación Argentina logró poner sitio a Montevideo el 16 de febrero de 1843.

El Estado Oriental del Uruguay solicitó la mediación a los gobiernos de Francia y Gran Bretaña, y la intervención diplomática tuvo avances y retrocesos, con cambios en los delegados plenipotenciarios. Finalmente, arribó una nueva delegación a fines de abril de 1845 con fuerte apoyo naval de sus respectivos países.

La misión diplomática fracasó, retirándose de Buenos Aires los plenipotenciarios en claro rompimiento de negociaciones. El día 2 de agosto, en momento de hacerse a la vela para salir del puerto de Montevideo, los barcos ingleses y franceses rodearon la escuadra naval de la Confederación Argentina y capturaron sus buques. Luego, declararon el bloqueo al puerto de Buenos Aires.

La captura de la escuadra argentina dejó desprotegidos a los ríos y puertos de Buenos Aires y de la Mesopotamia. Los franceses e ingleses comenzaron a organizar un convoy comercial hacia la República del Paraguay. Este convoy anglo-francés protagonizó el Combate de la Vuelta de Obligado (20 de noviembre de 1845), y los enfrentamientos en la vuelta del Paso del Tonelero (9 de enero, 10 de febrero y 5 de abril de 1846), en San Lorenzo (16 de enero de 1846) y en la Angostura del Quebracho (4 de junio de 1846).

Franceses y británicos comprendieron lo inútil de estas acciones, puesto que resultaba y resultaría imposible navegar los ríos argentinos sin ser atacados desde las orillas, emprendiendo la vuelta hacia Montevideo. En años posteriores, desde la diplomacia, Gran Bretaña y Francia hubieron de declinar su objetivo de libre navegabilidad de los ríos interiores en el territorio de la entonces Confederación Argentina.

Día de la Soberanía Nacional

Mediante la Ley Nº 20.770, se instauró el 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional, en conmemoración del Combate de la Vuelta de Obligado. Asimismo, el 3 de noviembre de 2010, por Decreto Nº 1548, el Poder Ejecutivo Nacional declaró dicha fecha como feriado nacional.