Mercurio
El mercurio (cuyo símbolo químico es Hg) es un metal pesado que existe naturalmente en el ambiente. Es altamente tóxico, persistente y según la Organización Mundial de la Salud, es considerado uno de los diez productos o grupos de productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública.
Se libera en el ambiente principalmente como resultado de la actividad humana. El comportamiento del mercurio en el ambiente y su grado de toxicidad dependen en gran medida de su estado y forma. También se considera un contaminante persistente y no puede descomponerse ni degradarse en sustancias inocuas. Por tanto, una vez que el mercurio ha sido puesto en circulación en la biosfera por la actividad humana, no vuelve a desaparecer en un lapso de tiempo comparable a la vida humana y tendrá que gestionarse (almacenarse o eliminarse) a largo plazo.
¿Cómo y dónde podemos encontrar el mercurio en el planeta?
En la naturaleza el mercurio se encuentra mayormente como mineral cinabrio HgS (mercurio asociado al azufre) y junto a otros minerales, tales como el oro u otros metales ferrosos.
Podemos identificar al mercurio en dos formas principales:
- Mercurio elemental o mercurio metálico. Se encuentra en estado líquido a temperatura ambiente y como es muy volátil, se desprende fácilmente como vapor de mercurio y puede permanecer en la atmósfera durante meses e incluso años.
- Compuestos de mercurio. Es el mercurio asociado a otros elementos.
Un compuesto químico es cualquier sustancia formada por la unión de dos o más tipos de elementos químicos, o sea, por átomos de dos o más tipos diferentes, unidos entre sí por enlaces químicos de alguna clase. Es decir, las sustancias que puedan ser descompuestas mediante reacciones químicas en sus elementos químicos constitutivos, serán siempre consideradas compuestos.
Compuestos orgánicos de mercurio.
Son aquellos que tienen el carbono como elemento base de su estructura.
El Hg puede unirse a uno o más átomos de carbono proveniente de distintos grupos funcionales orgánicos, principalmente grupos metilo y etilo, y formar metilmercurio (Met-Hg), o etilmercurio (Et-Hg), entre otros.
Los compuestos orgánicos se encuentran naturalmente en rocas, suelos, volcanes, combustibles fósiles y junto a otros minerales metálicos. Por lo general los minerales contienen al mercurio de forma segura, y las fuentes naturales de liberación al ambiente (erosión de las rocas y los suelos, y las erupciones volcánicas) no presentan ningún riesgo significativo. El problema surge con la liberación antropogénica derivada de distintas actividades humanas, causa principal de las emisiones de mercurio que pueden permanecer en el ambiente durante años. Algunas de las actividades humanas que producen emisiones y liberaciones de mercurio son las siguientes:
- Extracción primaria del Hg,
- Amalgamación de oro con Hg,
- Minería de metales asociados al Hg,
- Quema de combustibles fósiles,
- Liberaciones de Hg en procesos de fabricación de productos con mercurio añadido,
- Liberaciones y emisiones de Hg en procesos industriales donde se utiliza el Hg en etapas del proceso,
- Residuos de Hg,
Compuestos inorgánicos de mercurio.
Son aquellos cuya composición no se asocia al carbono ni al hidrógeno, sino que involucra diversos tipos de elementos, casi todos los conocidos de la tabla periódica.
Incluyen a los compuestos derivados del mercurio monovalente (Hg+), principalmente como cloruro mercurioso (Hg2Cl2) o calomel, y los compuestos derivados del mercurio divalente (Hg +2). El Hg +2 es el estado iónico más abundante en el ambiente y generalmente se encuentra formando complejos con diferentes especies aniónicas que contiene cloro, azufre y oxígeno (HgCl2, HgS, HgSO4, HgO, etc.).
El ciclo del mercurio en el ambiente
Cada una de las diferentes especies del Hg participan del "ciclo biogeoquímico del mercurio". Este ciclo incluye los movimientos cíclicos del mercurio entre los organismos vivos (bio) y el ambiente geológico (geo) y en donde a su vez ocurren cambios químicos de este elemento.
Este ciclo incluye la emisión de mercurio elemental (Hg°) desde los suelos y el agua hacia la atmósfera, donde puede ser transportado a grandes distancias, y donde ocurre la dispersión e interconversión en especies solubles. Luego se deposita y a través de distintos procesos, que incluyen la biotransformación llevada a cabo por bacterias presentes en los cuerpos de agua, el Hg retorna a los suelos y al agua principalmente en su forma química de metilmercurio (Met-Hg).
Bajo la forma química de metilmercurio puede ocurrir lo que se llama bioacumulación en organismos vivos. La bioacumulación es un proceso de depósito gradual y duradero de una sustancia química en el organismo de un ser vivo, ya sea porque el producto es absorbido más rápidamente de lo que puede ser utilizado o porque no puede ser metabolizado.
Gracias a las propiedades lipofílicas (afinidad por los lípidos) del metilmercurio, este se deposita en el tejido graso de los animales y se acumula a través del tiempo. De este modo también puede ocurrir la biomagnificación, es decir la propagación sucesiva de la bioconcentración de los diferentes eslabones que participan a lo largo de la cadena trófica, llegando a ser transferido al ser humano como último eslabón.