Ciudades sostenibles
De acuerdo con Naciones Unidas, más de la mitad de la población del mundo –3500 millones de personas- vive actualmente en ciudades. Para 2050 este valor rondará cerca del 70 % de la población mundial. Si bien las ciudades ocupan apenas el 3 % de la superficie del planeta, su adecuada gestión es clave para el desarrollo sostenible, ya que representan entre el 60 % y 80 % del consumo de energía y el 75 % de las emisiones de carbono.
La pobreza, la desigualdad, el acceso a la salud y a la educación son solo algunos de los desafíos que sigue experimentando la humanidad, exacerbados por el cambio climático y por las pandemias como el COVID-19. Además, la concentración de personas en centros urbanos ha mostrado ser un importante factor de incremento de la vulnerabilidad que deriva en pérdidas humanas, económicas y no económicas. En tal sentido, reforzar la resiliencia urbana y fortalecer el marco multilateral alcanzado en 2015, incluyendo el Marco de Sendai sobre Reducción de Riesgo de Desastres, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, resulta clave.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 11 de la Agenda 2030 establece: “Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”. Lo cual fue reafirmado y profundizado a la luz de la Nueva Agenda Urbana de 2016, incluyendo el compromiso mundial con el desarrollo urbano sostenible como un paso decisivo para el logro del desarrollo sostenible de manera integrada y coordinada a nivel mundial, regional, nacional, subnacional y local, con la participación de todos los actores pertinentes.
En la actualidad, las ciudades de América Latina presentan problemáticas derivadas de una rápida urbanización y falta de planificación estratégica urbana. Esto afecta tanto a ciudades grandes como a pequeñas y medianas de rápido crecimiento. Argentina no está exenta y se encuentra entre los países con mayor grado de urbanización: actualmente más del 90 % de los habitantes del país se concentra en las ciudades.
Este acelerado proceso de urbanización genera problemáticas vinculadas con el acceso a servicios básicos e infraestructura necesaria para sostener la calidad de vida de las personas, e importantes desafíos ambientales y de planificación.
El concepto de ciudad sostenible plantea un camino que combina las dimensiones de la sostenibilidad del desarrollo, la transición justa de las fuerzas laborales y la generación de empleo acorde con economías de bajas emisiones, así como la gestión de los impactos ambientales de las actividades humanas.
Estas son ciudades que también son inclusivas y seguras para los habitantes y resilientes ante los impactos del cambio climático. La mejora en la gestión y la planificación, el desarrollo de capacidades, el ordenamiento territorial, el desarrollo y el acceso a infraestructura resiliente, y la adecuada gestión de las interacciones entre la ciudad y el medio natural son algunos de los aspectos que permiten avanzar hacia las ciudades sostenibles.