Presidencia de la Nación

Historia y organización


La Policía Federal Argentina es una institución civil armada que cumple funciones de seguridad y judicial en el territorio de las provincias y la capital de la Nación, dentro de la jurisdicción del Gobierno Nacional, dependiendo del Poder Ejecutivo por intermedio del Ministerio de Seguridad.

A comienzos del año 1821, se nombró a Joaquín De Achával primer jefe de Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Por propuesta suya, el ministro Rivadavia aprobó el primer sello institucional en el que aparece el gallo que desde entonces es tradicional y hoy constituye el principal motivo del isologotipo de la Policía Federal Argentina.

El 24 de diciembre de 1821, Bernardino Rivadavia, estadista y periodista, quien luego sería el primer presidente argentino, creó las funciones de la Policía de Estado. La Argentina fue el primer país del mundo en establecer esta Institución, adelantándose incluso a su homónima y luego célebre Scotland Yard, cuyo servicio se inició recién en 1829.

La creación de la Policía de la Capital está estrechamente vinculada a la federalización de la ciudad de Buenos Aires. Su nacimiento se dio por la necesidad de que el Poder Ejecutivo Nacional contara con una policía propia en el territorio de su residencia y jurisdicción. La designación concuerda con la existencia de la Policía de Estado en el lugar de asiento del Estado.

El 9 de diciembre de 1880 fue entregada a la Nación la Policía de Buenos Aires y ese mismo día, el presidente Julio Argentino Roca nombró a Marcos Paz primer Jefe de la Policía de la Capital.

La emblemática Comisaría de Pesquisas fue inaugurada el 13 de febrero de 1886 y fue el origen de los detectives policiales. A cargo fue nombrado el escritor y periodista José Sixto Álvarez, más conocido por el seudónimo Fray Mocho.

A partir del 1 de enero de 1945, la Policía de la Capital cambia su denominación a Policía Federal, en virtud de la expansión de la representación de la Policía de Estado en el resto de las provincias, ampliando así su carácter federal de intervención.

Desde la creación de la Policía Federal se modernizaron considerablemente los sistemas de comunicaciones, como el Telegráfico, el Telefónico de Alarma y el Radioeléctrico, cuyo progreso fue continuo.

En 1958, se creó la Sección Interpol. El Servicio Radioeléctrico amplió su proyección y llegó a Francia, Europa, e implementó comunicaciones directas con la ciudad de París, la cual era cabecera de INTERPOL para el mundo y el 22 de enero de 1962, inició sus labores en Argentina la Oficina Central Nacional de INTERPOL (OCN), desarrollando desde aquel entonces sus actividades de colaboración internacional.

La historia fue testigo que la Policía Federal Argentina como todas las policías del mundo, tuvo sus orígenes en las urgencias de la gente, en la búsqueda de amparo contra el vandalismo y el delito, en la protección de la familia, la libertad, la seguridad y el trabajo. Su objetivo, avalado por todos los hombres y mujeres de azul que dieron su vida en defensa de sus semejantes, siempre fue el mismo: proteger la vida y la seguridad de nuestros compatriotas y nuestra Nación.

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