Es un instituto educativo cuya misión es la formación de los futuros recursos humanos que se incorporarán a la carrera de suboficial en los escalafones Auxiliar, Cuerpo General y Profesional del Servicio Penitenciario Federal.
A través del diseño de capacitaciones específicas orientadas a la comprensión de la responsabilidad que implica el desempeño de la función penitenciaria, este organismo, forma a sus profesionales para el futuro ejercicio de sus funciones con el objetivo de alcanzar los altos estándares de calidad requeridos para el logro de la misión institucional.
De esta manera, la capacitación con sólidas herramientas de conocimiento específico y general permiten, según el perfil del/la egresado/a, desempeñarse en diversas áreas de la institución:
- Tratamiento: Como operadores terapéuticos socio asistenciales, los agentes trabajan en pos de la inclusión social de las personas privadas de la libertad; resguardando los derechos humanos fundamentales de la población penal a través de una interacción profesional, ética, humana y digna.
- Seguridad: El personal ejecuta tareas orientadas a la seguridad dinámica integral en establecimientos penitenciarios, velando por los derechos humanos fundamentales de la población penal a través de una interacción profesional, ética, humana y digna, así como también en organismos de soporte, asegurando el control de accesos y seguridad general.
- Áreas profesionales y técnicas: Los agentes penitenciarios con formación académica realizan tareas de alto valor agregado a la misión institucional gracias a su expertise profesional. De acuerdo con la dinámica, variedad y complejidad institucional, el amplio espectro de actuación profesional involucra a título enunciativo, pero no exclusivo, las siguientes profesiones: medicina, psicología, ciencias económicas, recursos humanos, derecho, ingenierías, arquitectura, asistencia social, ciencias de la educación, criminología, ciencias y tecnologías de la información, ciencias de la comunicación, ciencias veterinarias, bioquímica, farmacéutica, etc.
- Áreas de tareas de oficina: El personal efectúa tareas generales de oficina (carga de datos, tramitación de expedientes, archivo de documentación, atención telefónica, virtual y personal, entre otras) que requieren del dominio de herramientas de gestión informática (Excel, Google Sheets, Word, Google Docs, PowerPoint, Outlook, internet en general, etc.) en establecimientos penitenciarios u organismos de soporte, garantizando la óptima gestión administrativa institucional.
- Áreas de trabajos de oficio: Los agentes desempeñan tareas que requieren del dominio de un oficio en establecimientos penitenciarios, velando por los derechos humanos fundamentales de la población penal a través de una interacción profesional, ética, humana y digna que les brinde herramientas de integración y valor social, así como también en organismos de soporte, asegurando el mantenimiento, aseo y/o higiene general. De acuerdo con la dinámica, variedad y complejidad institucional, el amplio espectro de aplicación del oficio involucra a título enunciativo pero no exclusivo, los siguientes oficios: chofer, pintor, carpintería, herrería, adiestramiento canino, etc.
Para cumplir con el objetivo formativo, los contenidos de tipo general pretenden preparar funcionarios/as con la información más actualizada en materia penitenciaria a nivel internacional, nacional e institucional, que se vincule tanto a aspectos humanos y sociales como así también a los relacionados con la seguridad y el tratamiento. A su vez, la premisa es que adquieran la convicción de que la tarea que realizan sea de contacto directo con las personas privadas de su libertad o en un área de soporte, para propiciar que la estadía en prisión se transforme en una oportunidad de desarrollo personal, en una transformación de vida para sujetos en contexto de encierro, y en beneficios futuros para la sociedad en su conjunto.
Bajo este propósito, se desarrollan diferentes cursos:
- De formación, para que quien ingresa a la institución se inserte rápidamente en el campo laboral en el que va a desempeñarse.
- De actualización y perfeccionamiento, a los fines de actualizar y perfeccionar a los recursos humanos con relación a las nuevas normativas como así también en la reasignación de puestos generada por el ascenso a grados de mayor jerarquía y por ende, responsabilidad.
- De capacitación y desarrollo, para promover la mejora de habilidades y competencias laborales o el reperfilamiento de personas con alto potencial en competencias requeridas para el óptimo rendimiento en puestos específicos.
De acuerdo con las características particulares de cada curso las clases pueden ser presenciales o a distancia –por medio de una plataforma virtual–, con docentes e instructores con sólidos conocimientos en su área de incumbencia.
Visión
Ser una institución reconocida por la excelencia en la enseñanza, a partir de la transmisión y producción de conocimientos y del diseño de contenidos de capacitación y desarrollo de recursos humanos.
Historia
En 1862, la Ley 28 estableció que todos los territorios que no pertenecían a las provincias originarias eran territorios nacionales, poniendo fin a las disputas por los límites geográficos entre los gobernadores. Esos terrenos fueron gobernados por funcionarios designados por el Poder Ejecutivo y, hacia inicios del siglo XX, ocupaban toda la Patagonia y extensas regiones del noroeste y noreste.
Las cárceles allí emplazadas dependían del Poder Ejecutivo Nacional y, en el caso de la región patagónica, se propició la creación de nuevas prisiones con el fin de afianzar los asentamientos locales. La mayoría de estos establecimientos eran manejados con personal militar, gendarmes o policías asimilados a la función penitenciaria. El establecimiento más avanzado del país era la Penitenciaria Nacional de la calle Las Heras, en Buenos Aires, que databa de 1877.
El 6 de junio de 1907, el presidente de la Nación, Dr. José Figueroa Alcorta, y el ministro Federico Pinedo firmaron un decreto para la creación de la Oficina de Psicología y Antropología de la Penitenciaria Nacional. El gobierno nacional tenía preocupación por varios acontecimientos como motines y revueltas en los establecimientos de la Capital Federal, que se debían principalmente a la inadecuada intervención en procedimientos por parte del personal componente de los servicios de seguridad con exclusiva formación militar.
Así, el 14 de enero de 1911, la presidencia de la Nación –en acuerdo de ministros–, dispuso crear un cuerpo especial de 600 plazas con su dotación de jefes, oficiales y clases, para los establecimientos carcelarios de la Nación que dependían del ministro de Justicia e Instrucción Pública.
La creación de ese cuerpo se constituyó en el primer antecedente de intervención de personal preparado para esa tarea en el cuidado y tratamiento de las personas privadas de la libertad alojadas en las cárceles de nuestro país.
Posteriormente, por decreto del 30 de enero del mismo año, firmado por el entonces presidente de la Nación, Dr. Roque Sáenz Peña, y a los efectos de proceder a la inmediata organización del Cuerpo de Guardias de Cárceles, se nombró al coronel (R) D. Rómulo Páez como su jefe y en calidad de segundo jefe al teniente coronel (R) D. Pedro Suárez, otorgándosele la suma veinte mil pesos moneda nacional para los gastos de reclutamiento e instalación del cuerpo, conforme obra en el Boletín Militar Nº 31 del 8 de febrero de 1911.
En 1947, se creó la Escuela Penitenciaria de la Nación para la formación exclusiva de los oficiales penitenciarios, y en 1963 se decidió que la formación del personal subalterno debía trascender el entrenamiento que recibía hasta ese momento y orientarse hacia una capacitación profesional. Para ello, se creó una compañía dentro de la Escuela Penitenciaria, denominada originariamente cuarta compañía, que estaba compuesta por aspirantes a subayudantes.
En 1979, por Resolución 41 del 9 de abril, la Dirección Nacional decidió crear un instituto específico y separado de la Escuela Penitenciaria. Sus artículos establecieron: "Créase la Escuela para Personal Subalterno del Servicio Penitenciario Federal Coronel (R) Rómulo Páez, la que tendrá como misión incorporar jóvenes argentinos que posean condiciones y aptitudes susceptibles de internalizar la enseñanza e instrucción recibida para responder eficientemente a las exigencias del servicio. Asimismo, organizar los cursos para el personal femenino, ayudantes de tercera, de cuarta y de quinta, subinstructores de tiro, encargados de sala de armas y aquellos otros que, por su contenido, resulten de positiva aplicación en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal. La escuela continuará funcionando en las instalaciones que actualmente ocupa la jefatura del cuerpo de aspirantes de la Escuela Penitenciaria de la Nación, hasta tanto se den las condiciones para su habilitación en establecimiento independiente”. La resolución de la Dirección Nacional fue ratificada por Resolución Ministerial Nº 382 del 17 de abril de 1979.
En 1987 y mediante Resolución Nº 771/87 de la Dirección Nacional, se modificó el nombre del instituto por Escuela de Suboficiales Coronel Rómulo Páez, y en 2013 se decidió honrar la memoria de un ilustre oficial penitenciario, autor e investigador, y quedó finalmente el nombre definitivo: Escuela de Suboficiales Subdirector Nacional Juan Carlos García Basalo.
Incorporaciones
Todos los años la escuela de suboficiales del Servicio Penitenciario Federal realiza varias campañas de incorporación para cubrir las vacantes de ingreso a la carrera.
Conocé los requisitos y cómo es el proceso de ingreso:
Ingresar a la Escuela de Suboficiales Subdirector Nacional "Juan Carlos García Basalo"
Contacto
(+54 11) 6930-9366
Dirección
Ruta Jorge Newbery Km. 4,5 (1804) Ezeiza, provincia de Buenos Aires.