Información para cuidadores y cuidadoras
Sobre el cuidador formal
Es la persona que realiza actividades, tareas, servicios, apoyando a personas de su entorno, que son dependientes. Existe una relación afectiva entre ellas y esta tarea se realiza en forma gratuita y voluntaria, y sin formación específica para realizar esta prestación.
Aspectos a tener en cuenta por las personas cuidadoras:
- Dimensionar que este rol puede prolongarse y originar cambios en la rutina.
- Equilibrar las tareas de cuidado con el resto de actividades individuales.
- El trabajo de cuidado puede tener impacto sobre la salud de la persona cuidadora (alteraciones físicas, psicosomáticas y emocionales). Entre las más frecuentes se encuentran: fatiga, insomnio, cefaleas, lumbalgias, problemas gastrointestinales, depresión, ansiedad y un deterioro de la función inmune.
Recomendaciones y hábitos saludables para la persona que cuida
- Realizar actividad física programada.
- Realizar pausas activas.
- Realizar ejercicios de respiración y meditación.
- Incorporar actividades que le gusta realizar a la organización diaria. Posponga para otro momento cuestiones que no son relevantes.
- Respetar los momentos de sueño.
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco.
- Fomentar el encuentro con familiares y amigos. Evitar el aislamiento.
- Evitar automedicarse.
Respecto a la persona a cuidar
- El cuidado debe basarse en el respeto mutuo.
- Conocer cómo cuidar bien a una persona, también es una forma de cuidarse a sí mismo, disminuye la incertidumbre y el temor.
- Tener en cuenta la fase de la enfermedad o dependencia de la persona mayor.
- Establecer “reglas” en la tarea del cuidado. Todo es posible de acordar y consensuar.
- No aceptar reproches, maltratos físicos o económicos. No sentir culpa.
Como cuidar bien
- Fomentar que la persona mayor realice la mayor cantidad de actividades por sí misma. Respetar y promover su autonomía.
- No presionar a la persona mayor porque puede generar frustración y la negativa a volver a intentar determinadas acciones.
- Tener una escucha activa y empática.
- Hablar con claridad y firmeza. Sea amable aún cuando la respuesta sea no.
- Resguardar la seguridad de la persona mayor: evitar caídas y accidentes domésticos adecuando los ambientes.
- Conocer a la persona cuidada: qué posturas le sientan mejor, cómo rotarla y otros aspectos vinculados a la vestimenta, higiene, baño, traslados, utilización de elementos de apoyo externo.
- Estimular el apetito y la ingesta de comidas nutritivas.
- Pedir ayuda. Delegar algunas de las tareas de cuidado si la situación lo sobrepasa.