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Leishmaniasis


Las leishmaniasis son un conjunto de enfermedades causadas por parásitos del género Leishmania. Dependiendo de la especie de parásito que infecte, podemos hablar de leishmaniasis visceral o cutánea. Esto sucede porque algunas especies tienen preferencia por las vísceras, específicamente hígado y bazo, causando un agrandamiento de estos órganos que origina la hinchazón del vientre; mientras que otras especies se alojan en la piel causando lesiones típicas llamadas úlceras.

Si bien pueden infectar seres humanos, los parásitos del género Leishmania se perpetúan en la naturaleza gracias a otros animales que cumplen el rol de reservorios, es decir, animales en cuyo organismo las Leishmania se reproducen y multiplican. Pueden ser perros domésticos en el caso de la leishmaniasis visceral, y mamíferos pequeños y silvestres en el caso de la leishmaniasis cutánea. Sin embargo, en todos los casos las leishmaniasis son enfermedades transmitidas por vectores, insectos de la familia de los Psychodidae, cuyo nombre común varía según la zona geográfica y puede conocerse como carachai, plumilla, torito, etc. Esto quiere decir que la transmisión ocurre de un animal infectado a uno de estos insectos, que en una segunda instancia, al picar a un ser humano puede inocular los parásitos causando la enfermedad. Estos insectos se distribuyen principalmente en las provincias del norte de la Argentina.

Las Leishmanias requieren de todos estos componentes para que se dé el ciclo de infección (reservorio - vector - hospedador), por lo que la mayor cantidad de casos se da en aquellas regiones donde coexisten estos componentes. Sin embargo, al ser una enfermedad de evolución relativamente lenta, sumado al flujo migratorio entre provincias, es posible que haya personas infectadas con leishmaniasis en provincias donde el insecto vector no puede sobrevivir.

En Argentina hay transmisión de leishmaniasis cutánea en nueve provincias, con 2.345 casos acumulados entre 2012 y 2021, mientras que la transmisión de leishmaniasis visceral se verifica en ocho provincias con 168 casos acumulados entre 2012 y 2021. Hay que tener en cuenta que estos números son aproximados ya que las leishmaniasis se caracterizan por el subdiagnóstico y la subnotificación.

Es muy importante un diagnóstico oportuno para acceder a un tratamiento adecuado, dado que estas enfermedades pueden causar lesiones estigmatizantes en piel y mucosas, complicaciones en las vías aéreas y digestivas superiores, o incluso la muerte sin el tratamiento adecuado. Por otro lado, la prevención de estas enfermedades consiste en prevenir la picadura del flebótomo, utilizando ropa de mangas largas y repelentes y eliminando criaderos.

En el Instituto Nacional de Parasitología trabajamos en el diagnóstico de estas enfermedades, tanto humanas como caninas, y tanto cutáneas como viscerales. Somos el Centro Nacional de Referencia para el diagnóstico de esta enfermedad y, además de hacer diagnóstico asistencial y referencial, nos dedicamos a la capacitación continua de los agentes que la requieran, al control de calidad de los diagnósticos y a la investigación en torno al diagnóstico y pronóstico de la enfermedad. Formamos parte del Programa Nacional de Leishmaniasis en conjunto con médicos/as, veterinarios/as, entomólogos/as y autoridades sanitarias.

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