En el solar donde nació el General Antonio González Balcarce se levantó el edificio, obra de Jonás Larguía, uno de los primeros arquitectos argentinos, en el que sesionaron las cámaras de Diputados y Senadores desde 1864 hasta 1905.

Si bien su exterior fue reformado, el interior conserva -restaurado por obra de arquitecto Estanislao Pirovano- el recinto de sesiones y el mobiliario original, conjuntamente con las antiguas lámparas de caireles, la mesa de los taquígrafos, las bancas sin pupitre, el decorado de las galerías y el tono rosa-viejo de las paredes. En el fondo, se destaca también el retrato de gran tamaño de Valentín Alsina, pintado por Manzoni en 1871.

En 1906, la sede del Poder Legislativo de la Nación se trasladó a su ubicación actual, en las Avenidas Entre Ríos y Rivadavia, frente a la Plaza del Congreso.

En el viejo edificio, situado en Balcarce 139 de la Ciudad de Buenos Aires, tiene hoy su sede la Academia Nacional de la Historia, de la que depende el Museo del Antiguo Recinto del Congreso Nacional y que tiene a su cargo la custodia de este patrimonio que fuera declarado Monumento Histórico Nacional en 1942, mediante Decreto 120.412.