Yamila Cruz Valla: "El lenguaje de la danza es una herramienta de construcción política"
En el Día Nacional de la Danza y a cuarenta años de la restitución de la democracia, conversamos con Yamila Cruz Valla, coordinadora y fundadora del Festival Internacional Danza por la Identidad, acerca de la concepción de la danza como una herramienta de transformación social.
Todos los 10 de octubre conmemoramos en Argentina el Día Nacional de la Danza. Su origen tiene una raíz trágica ya que ese día se instauró en homenaje a nueve bailarines pertenecientes al Ballet Estable del Teatro Colón, que debían presentarse un 10 de octubre de 1971 en el Teatro Español de Trelew para realizar un espectáculo a beneficio y en el camino, la avioneta en la que se trasladaban sufrió un desperfecto y la aeronave se estrelló sobre el Río de la Plata sin dejar sobrevivientes. Desde entonces, cada 10 de octubre se recuerda a las y los bailarines Antonio Zambrana, Norma Fontenla, José Neglia, Carlos Schiafino, Margarita Fernández, Carlos Santamarina, Rubén Stanga, Sara Bochousky y Marta Raspanti; y se celebra a la danza como un medio de expresión cultural de los pueblos.
Este 2023 en particular, se cumplen cuarenta años de la restitución de la democracia. Las artes escénicas saben hablarnos de las historias de los pueblos, sus valores, creencias, dolores y pensamientos, y el Festival Internacional Danza por la Identidad, una propuesta artística que nació en 2015 para acompañar la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo por la restitución de sus nietas y nietos, se especializa en poner sobre los escenarios obras que reflexionen acerca de temáticas vinculadas con los derechos humanos, las identidades y la historia de nuestro continente.
Yamila Cruz Valla es bailarina, coreógrafa, gestora cultural, militante e impulsora del Festival Internacional Danza por la Identidad, que va por su séptima edición. Con el paso de los años, el Festival fue creciendo y hoy está instalado en la agenda del sector de la danza y decenas de bailarinas y bailarines argentinos y latinoamericanos acercan sus propuestas para ser parte de la construcción de una democracia activa a través del lenguaje de la danza.
“El Festival se ha conformado como un espacio de encuentro y reflexión en el cual bailarinas, bailarines, coreógrafas, técnicos de los teatros, funcionarias y el público en general, acompañan, desde la producción de contenido, la lucha por los derechos humanos, asumiendo la responsabilidad en la construcción de una democracia y una memoria activa”; señala Yamila.
-En estos cuarenta años de la restitución de la democracia, ¿qué nos quiere compartir el lenguaje de la danza a través del cuerpo y del movimiento?
-Yamila Cruz Valla: La danza es el lenguaje desde el que pude visualizar las diferentes culturas. En la danza habita la identidad de los pueblos y la apuesta es a encontrar, a través de la composición, un modo de trazar ideas, pensamientos, sentimientos, una manera de militar a través del símbolo. La herramienta del bailarín para poder lograr esto poner el cuerpo y no solamente a través de las producciones de danza que invitan a hacer memoria y reflexionar acerca de temáticas vinculadas a los derechos humanos y a nuestra identidad; sino también poner el cuerpo en lo que hace a reforzar la idea de dónde queremos estar, qué es lo que queremos y qué es lo que no queremos perder.
La participación de las y los bailarines como del público en este tipo de festivales y propuestas es fundamental porque cuando el público decide acercarse a un festival de estas características provoca un gesto político y un acompañamiento muy relevante. Estamos hablando de poner el cuerpo ante la ausencia de cuerpos que nos quitaron y de cientos de nietos que recuperar. Es un compromiso de la sociedad en general, del sector de la danza, del público seguir apostando y fortaleciendo una democracia activa.
-¿Qué elementos son fundamentales tener en cuenta a la hora de crear una obra que transmita la sensibilidad de estas temáticas?
-El lenguaje de la danza es una herramienta de construcción política. En "Danza por la Identidad" se reúnen artistas, bailarines, coreógrafos, directores, grupalidades, que producen danza con la conciencia de que es un lenguaje constructor de pensamiento, generador de sentido común y de transformación social. Es importante generar un espacio que ponga en circulación obras de danza que aborden y reflexionen acerca de temáticas vinculadas a derechos humanos; un escenario donde toma protagonismo el pueblo, nuestros artistas. Un espacio de construcción activa de la democracia acompañando y ayudando a sostener la lucha de Abuelas por la restitución de sus nietas y nietos que aún no conocen su identidad. Cada compañía tiene su estilo propio y hacen procesos de materialización del movimiento donde se construye una idea y a partir de ese símbolo transmiten estos valores.
-La danza ocupa un lugar emergente en esto de “hablar" de derechos humanos, ¿cuál es la importancia de participar en escenarios públicos?
-Festivales que nacieron desde abajo como "Danza por la Identidad", o programas estatales como Danza Escénica Bonaerense del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, en el que yo trabajo, permiten abrir espacios al desarrollo de producciones autogestivas donde el Estado pone en valor esas producciones que siempre fueron emergentes y que no ocupaban escenarios oficiales como el Teatro Argentino de La Plata, por ejemplo. Y obviamente, en los escenarios públicos el resultado de esas producciones tienen otra calidad que es diferente a lo independiente. Creemos que debe continuar este trabajo de poner en valor la producción emergente y abrir los escenarios públicos, que son del pueblo, para que no queden restringidos a producción elitistas que se han conservado durante mucho tiempo en nuestro país.
Yamila nació en el exilio y es una de las integrantes más adultas de la agrupación NIETES. Desde que recuerda, participó junto a su madre en organizaciones de derechos humanos apoyando a Madres, Abuelas e H.I.J.O.S. Su abuelo Haroldo Logiurato, militante gremial, integrante y fundador del Partido Revolucionario Obrero Argentino; su tío Fabián Logiurato, que tenía 16 años cuando fue secuestrado; y su tío abuelo Luis Logiurato, cayeron en junio de 1977 en el operativo que se conoció como la Masacre de Marcos Paz.
-Vos pertenecés a la generación de Nietes, ¿cómo se relaciona el público joven con propuestas que nos hablan sobre Memoria Verdad y Justicia y también sobre identidad, género, pueblos originarios?
-Es increíble la cantidad de jóvenes que tenemos en el escenario en "Danza por la Identidad". Pibes y pibas que han tomado la posta y creemos que hay un sector de la juventud que tiene plena conciencia de que se trata estas luchas de las organizaciones de Derechos Humanos y de qué pasó en Argentina. Estas construcciones que calan profundo en nuestra sociedad son muy difíciles de talar aunque haya negacionismo sobre los 30 mil compañeros desaparecidos y haya negacionismo también acerca de una identidad, de una cultura que se fue construyendo durante tantos años y que tiene ganancias y pérdidas inevitablemente, porque de esta manera es que se va construyendo la historia de un pueblo.
"Haroldo Logiurato. Hombro de árbol, hojas como pájaros" es una obra que formó parte de la edición 2023 del Festival Internacional Danza por la Identidad, que cuenta con la dirección de Yamila y que está protagonizada por bailarines bonaerenses entre 20 y 30 años seleccionados por concurso. En el escenario se narran parte de las cartas que Haroldo Logiurato le escribió a Hilda Díaz, su esposa, estando preso en las cárceles de Viedma, Resistencia Chaco, Ushuaia y Magdalena, entre los años 1960 y 1963. “No es una historia lineal, ni histórica de mi abuelo; si bien son sus cartas, y la idea es recuperar su nombre, buscamos también homenajear a los compañeros. La obra recupera el amor, no solo de mi abuelo a su pareja, sino el amor de esos compañeros al pueblo, cuestiones que me pareció importante recuperar para comprender que, si hace casi 40 años que vivimos en democracia, es porque muchos compañeros dieron su vida para eso”, comenta Yamila en la emisora Radio Futura de la ciudad de La Plata.
-Este 10 de octubre es el Día Nacional de la Danza. Este año el sector estuvo activo en la lucha por una ley nacional, ¿qué otros desafíos los movilizan?
-Los proyectos para lograr una Ley Nacional de Danza fueron presentados a través de diputadas de Unión por la Patria como de los partidos de izquierda que sí atienden las necesidades del sector de danza que está peleando por una ley nacional, y hay otros partidos que no. Todos los festivales que se realizan en nuestro país hacen a la sumatoria de un sector potente que tiene fuerza para que esa ley salga para adelante. Así como el sector del Cine, del Teatro, de la Música tienen su legislación, el sector de la Danza debe tener la suya. Hay un factor importante que es que en el sector de la danza la mayoría somos mujeres, un 80% somos mujeres y disidencias, eso impacta en la decisión de que salga una ley o no, sobre todo en un mundo que se está transformado, que ha sido muy machista hasta hace muy poco años. Ahora estamos en plena transformación y estamos muy esperanzadas en que tengamos nuestra ley.