Una estrategia para mejorar los agroecosistemas del futuro
Diseñados para entender la dinámica de los distintos sistemas productivos en el tiempo y visualizar las tendencias que pueden generar las diversas prácticas de manejo, desde hace 50 años el INTA lleva adelante 70 ensayos de larga duración, distribuidos en 30 Unidades, en los que se abordan diferentes sistemas de producción en distintas ecorregiones a lo largo y ancho del país.
La permanencia y vigencia de Ensayos de Larga Duración (ELD) dan un gran valor para determinar efectos de mediano y largo plazo de las diferentes prácticas de manejo y constituyen un insumo raramente disponible, pero necesario, para una correcta modelización y validación de diferentes alternativas productivas. De hecho, desde hace 50 años el INTA lleva adelante 70 ensayos de larga duración, distribuidos en 30 Unidades, en los que se busca entender la dinámica de los distintos sistemas productivos en el tiempo y visualizar las tendencias que pueden generar las diversas prácticas de manejo.
Por esto, un equipo de investigación de Paraná -Entre Ríos- y de la Red de Ensayos de Larga Duración del INTA organizó un encuentro para compartir los múltiples resultados que se generaron en 6 ensayos de más de 30 años de antigüedad.
Leonardo Novelli, especialista en manejo y conservación de suelos del INTA Paraná -Entre Ríos- destacó que “estos ensayos requieren un gran esfuerzo para el INTA y generan múltiples resultados y muy valiosos. El complemento con la modelización es de ida y vuelta, por un lado los ensayos permiten parametrizar y evaluar algunos modelos funcionales del agroecosistema (por ejemplo la construcción de materia orgánica de un suelo) y los modelos permiten especular sobre los resultados esperados en otros escenarios (un cambio del clima, en el tiempo u otra localidad), un cambio del suelo (por su tipo o estado inicial), secuencias de manejo no evaluadas, otros componentes de la tecnología aplicada (por ejemplo riego, o fertilización)”.
En relación con los ensayos, el especialista resaltó algunos resultados obtenidos. “En un ELD donde se estudió la reposición de nutrientes para incrementar la sustentabilidad de secuencias de cultivos basadas en soja se determinó que la incorporación de cultivos de cobertura con un manejo adecuado de la fertilización fue una estrategia apropiada para mantener o mejorar la calidad del suelo y, en consecuencia, su resiliencia del bajo condiciones de restricciones hídricas”.
Por otro lado, en aquellos que estudian el efecto de la intensificación de las secuencias agrícolas sobre la productividad de los cultivos y su impacto sobre el suelo y el ambiente se observó que la intensificación de las secuencias de cultivos -mayor tiempo de ocupación del suelo con cobertura vegetal viva- es clave para mejorar la sustentabilidad del sistema. “Las secuencias más intensificadas requieren de un manejo más sincronizado y eficiente en el uso de recursos, con mayores costos, pero mayor retorno económico. Para ello, un manejo intensificado requiere de un mayor planificación y conocimiento del sistema para evitar reducciones en productividad”, afirmó.
Los ELD otorgan la posibilidad, por ejemplo, de comprender las complejas interacciones que ocurren entre el suelo, las comunidades vegetales y el clima. Permiten responder preguntas relacionadas con el desfasaje entre la causa y su efecto, encontrar umbrales críticos, determinar tendencias cíclicas y conocer qué eventos son raros y/o extremos. Mediciones frecuentes sobre variables de interés y a lo largo de varios ciclos agrícolas permiten captar efectos dinámicos.
En la actualidad, el INTA cuenta con más de 70 ELD, distribuidos en 30 Unidades, abordando diferentes sistemas de producción en distintas ecorregiones a lo largo y ancho del país. Silvina Bacigaluppo, coordinadora de la Red Nacional de Ensayos de Larga Duración, resaltó: “Su conformación fue un logro de todas las Unidades del INTA que han sostenido con gran esfuerzo la continuidad de muchos experimentos. Parte de ellos representan íconos de la acción continua de la Institución en temáticas de gran valor. Entre los ELD que hoy se mantienen en funcionamiento, 17 tienen más de 30 años de antigüedad. Otros 36 se iniciaron hace más de 10 años y un grupo de 20 experimentos tienen un inicio más reciente, menor a 10 años”.
Esta Red de ELD está plasmada en un mapa online que relevó y sistematizó información detallada de cada experimento. Al mismo tiempo, ofrece una descripción detallada de cada uno de ellos que incluye: tratamientos evaluados, año de inicio y contacto del técnico del INTA responsable del experimento, entre otros datos.
Por su parte, Novelli explicó que “en la Estación Experimental de Paraná existen ensayos de más de 50 años de duración donde se realizan ininterrumpidamente investigaciones y sistematizaciones de datos. La información obtenida de estos trabajos es de suma importancia y es utilizada por el sector productivo para la toma de decisiones.”
El INTA Paraná cuenta con seis ELD que fueron visitados el miércoles 25 de octubre, en una jornada abierta al público. Durante la visita, se recorrieron los ensayos y se presentaron los principales resultados de las investigaciones.
Se visitó un experimento de maíz continuo con distintas dosis de fertilización nitrogenada que lleva más de 27 años de seguimiento; un experimento que compara un manejo de intensificación sustentable con uno de transición agroecológica; las parcelas de escorrentía que cuentan con más de 50 años de trabajo; un experimento de secuencias basadas en soja con o sin fertilización comparada con una rotación; un experimento de manejo del fósforo en una secuencia y un experimento con secuencias de cultivos con diferente nivel de intensificación.
Asimismo, durante el recorrido participaron técnicos de otras experimentales del INTA, lo que resultó sumamente valioso para generar la discusión sobre resultados de otros ELD.
Esta actividad fue organizada en forma conjunta entre la experimental anfitriona y las Redes de Ensayos de Larga Duración y Modelización en Agroecosistemas, ambas dependientes del Programa de Ecofisiología y Agroecosistemas del INTA.