Un siglo de trabajo al servicio de la innovación aplicada a la producción
Con la presencia de Mariano Garmendia –presidente del INTA– y Javier Rodríguez –ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires– se conmemoró el aniversario de la creación de la Chacra Experimental Integrada Barrow, una institución enfocada en el desarrollo agropecuario de la región. Durante la celebración se inauguró la ampliación de la Sala de Valor Agregado de Alimentos en la Chacra Barrow.
Desde 1923, la Chacra Experimental Integrada Barrow (dependiente del Ministerio de Desarrollo Agrario de Buenos Aires y del INTA) trabaja en la investigación y el desarrollo científico tecnológico aplicado a la producción agropecuaria y agroalimentaria de la región. A 100 años de su creación, Mariano Garmendia –presidente del INTA– junto con Javier Rodríguez –ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires– pusieron en valor la trayectoria y los logros alcanzados, con la mirada puesta en el presente para planificar el futuro. En este contexto, durante la celebración se inauguró la ampliación de la Sala de Valor Agregado de Alimentos en la Chacra Barrow.
De la celebración también participaron Emiliano Ciciuffo, director de Innovación Productiva, Extensión y Transferencia Tecnológica, Carlos Sánchez –intendente de Tres Arroyos–, Horacio Berger –director del Centro Regional Buenos Aires Sur–, Paula Pérez Maté –directora de la Chacra Experimental Integrada Barrow–, Daniel Huarte –director de la Estación Experimental Agropecuaria Bordenave–, Facundo Quiroz –director de la Estación Experimental Balcarce– y miembros del Consejo Directivo del INTA, entre otras autoridades y representantes de instituciones y organizaciones locales. Durante el acto, las autoridades descubrieron una placa conmemorativa y el Ministerio entregó una camioneta a la Chacra Experimental Integrada.
Durante el acto, Garmendia destacó la importancia de la Chacra Experimental Integrada y resaltó la necesidad de trabajar en conjunto con el sector privado para generar políticas públicas. “La fortaleza del INTA no está en una estación experimental, sino está en su gente y en las capacidades que podemos complementar con los gobiernos provinciales, como el Ministerio de Desarrollo Agrario de Buenos Aires”, señaló.
“Hoy las respuestas no están en una sola persona, están en la capacidad que tengamos nosotros de trabajar de manera integrada para generar valor agregado en origen, porque son acciones que surgen de un proceso integral en los territorios”, ponderó Garmendia quien subrayó que ese es el espíritu con el que se creó esta institución: “Esta es una Chacra muy especial porque la fundó una cooperativa, la fundó gente que, en 1923, no sólo pensó la producción, sino que pensó la producción con ciencia, con tecnología, con transformación”.
“La integración de las capacidades junto con el Ministerio nos ayudan a mejorar la calidad de vida de todos y a generar trabajo digno y de calidad para todos los argentinos”, destacó el presidente del INTA.
En este sentido, Rodríguez señaló: "Desde el primer día de nuestra gestión, decidimos poner en valor y resaltar el rol fundamental de las Chacras Experimentales. Estamos felices de celebrar los 100 años de la Chacra Barrow en un contexto en el que el Estado provincial volvió a invertir en el desarrollo científico-tecnológico para potenciar la producción agropecuaria y agroalimentaria bonaerense, acompañando a las productoras y los productores, teniendo en cuenta sus necesidades, metas y desafíos".
"Esta Chacra hoy es un emblema, un centro de referencia, no solo para el sector agropecuario de la región, sino para toda la comunidad, porque se trata de una Chacra Integrada con fuerte compromiso social y productivo. Por eso nos pone muy felices celebrar este 100° aniversario, conmemorar su trayectoria y los logros alcanzados, valorar su presente y, por supuesto, pensar y planificar su futuro", expresó Rodríguez.
Con la idea de mostrar y poner en valor el potencial técnico, profesional, científico y humano de la Chacra, los visitantes que se sumen a la celebración podrán recorrer un sendero único, en forma de herradura, en donde se podrá ver el trabajo que se realiza en mejoramiento genético vegetal, en manejo de cultivos, en calidad (a través del Laboratorio), en ganadería y en extensión (se incluirán en este espacio los programas ProHuerta, Cambio Rural y Mercados Bonaerenses).
“El trigo es parte fundamental del sur de la provincia de Buenos Aires y la Chacra específicamente ha trabajado mucho en el mejoramiento del cereal”, expresó Berger quien agregó: “Y eso está a la vista con el salto en la curva en la producción que se logró a partir del mejoramiento de los cultivares, algo clave para darle viabilidad al sistema y también para producir los alimentos que tanto no significan para la comunidad”.
“Hoy se celebran 100 años de una chacra integrada entre el INTA y el Ministerio de Desarrollo Agrario que trabajan en conjunto para el productor y para el público en general”, indicó Berger quien destacó que esa articulación significa la posibilidad de “amalgamar las tecnologías, las políticas de investigación y desarrollo con las políticas públicas y de esa forma dar un abordaje más integral, dar una respuesta más sólida al sector productivo”.
La CEI Barrow está situada en el kilómetro 488 de la ruta nacional 3, a unos 12 kilómetros de la ciudad de Tres Arroyos, en el sudeste de la provincia de Buenos Aires. Allí, se trabaja sobre un modelo productivo de sistema mixto integrado, donde la agricultura y la ganadería se complementan en el uso de los recursos. En agricultura, a lo largo de una campaña se siembran alrededor de 15 mil parcelas experimentales con distintas variedades de trigo pan, trigo candeal y avena.
La Chacra tiene un importante desarrollo en materia de mejoramiento genético vegetal, que apunta a crear nuevas variedades de cultivos resistentes a enfermedades, adaptables a las características y necesidades productivas de la región. Desde el 2020, se registraron dos especies de trigo candeal, Bonaerense MDA INTA Charito y Bonaerense MDA INTA Galpón; y una de trigo pan, MS INTA MDA BONAERENSE 122.
Por otro lado, el establecimiento cuenta desde hace más de 50 años con un laboratorio de calidad industrial de granos, dotado de instrumentos y herramientas para la evaluación de avena, cebada, trigo pan, trigo candeal, maíz, colza, girasol, sorgo, soja y forrajes.
En materia ganadera también se llevan adelante análisis de forrajeras y pasturas. Asimismo, se trabaja sobre el manejo de rodeo de cría, el manejo de la invernada y la evaluación de los resultados obtenidos.
Además, cabe señalar que la CEI Barrow se ha transformado en un referente en temas de agroecología a nivel nacional. Actualmente, cuenta con un módulo de 10 hectáreas dentro de un lote de producción en el que se realiza un manejo agroecológico de cultivos extensivos mixtos integrados.
Durante la jornada de celebración por los 100 años de la Chacra Experimental Integrada Barrow se hizo entrega de un nuevo vehículo para el trabajo diario en el establecimiento y se otorgaron medallas al personal como reconocimiento de su labor y trayectoria.
A su vez, se brindaron charlas técnicas sobre la evolución de la investigación y desarrollo agroecológico que se lleva a cabo en el establecimiento; perspectivas climáticas; obtención de variedades comerciales de trigo; y huella y bono de carbono en la ganadería a pasto. También se realizaron visitas guiadas y recorridas por el módulo agroecológico, el laboratorio de granos y una muestra fotográfica que narra el recorrido histórico de la CEI.
Al mismo tiempo, los participantes pudieron recorrer el Paseo de las Experimentales, compuesto por stands donde el resto de las 15 Chacras del MDA expusieron los avances y resultados de sus ensayos y trabajos de investigación.
Nueva sala para la elaboración de alimentos
En el marco del aniversario número 100 de la Chacra Experimental Integrada Barrow, se inauguró la ampliación de la Planta Piloto de Barrow, construida con el objetivo de capacitar a microemprendedores en temas de conservación de verduras y hortalizas, elaboración de panificados, chacinados y productos lácteos.
Cuenta con el equipamiento necesario para realizar capacitaciones, a 30 asistentes por curso y busca contribuir a mejorar la calidad de vida del sector más vulnerable, rescatando los valores de la familia, la cultura del trabajo y la autoestima mediante la capacitación teórica-práctica para generar productos elaborados con calidad diferenciada.
Fue construida gracias a un subsidio del entonces Ministerio de Asuntos Agrarios y Producción de la Provincia de Buenos Aires, más aportes de la Asociación Cooperadora de la Chacra Experimental y del INTA. Asimismo, el equipamiento de la planta se adquirió mediante un subsidio del Instituto Agroalimentario Vasco (AZTI), en el marco del convenio entre ese Ministerio, la Federación de Cámaras Microempresariales (FECAMI), el Municipio de la ciudad de Tres Arroyos, y la Chacra Experimental Integrada Barrow.