Hasta el 3 de septiembre el Centro Cultural Borges expone Tutti per Tutti" (Ópera Bufa) con 150 dibujos del artista Carlos Masoch. Una muestra que forma parte del ciclo de exposiciones La Línea Piensa creado por Luis Félipe Noé y Eduardo Stupía. De acuerdo al texto curatorial de Tutti per Tutti" (Ópera Bufa), las diversas series, secuencias y agrupamientos parecen proponer núcleos, ordenamientos narrativos o vínculos temáticos, aunque el autor prefiere dejar ese efecto en el terreno de la apariencia, de la conjetura, al margen de que aparezcan aquí y allá títulos, palabras o frases eventualmente sugestivas, metafóricas o intencionadas.

El artista visual Carlos Masoch nació en Buenos Aires, estudió pintura con Néstor Cruz y Gabriela Aberasturi y desde el año 1983 se dedicó al diseño gráfico, el cine, la televisión y la radio, medio en el que fue conocido como el reverendo Douglas Vinci: "Fui hablador de radio, figurante de escena, cómico de TV, actor de películas clase B y paracaidista, todo ello unido por la pasión por el dibujo y la pintura. He abandonado todo salvo lo último".

A propósito de los aspectos generales de la muestra el artista señaló: "Estos trabajos detallan los días de confinamiento durante la pandemia de coronavirus 2020-2021. Con una economia de recursos, solo me quedaba dibujar, lapiz, goma, ceniza y acrilico blanco y negro. En el dorso de alguno trabajos iba escribiendo los acontecimientos, cifra de muertos, días de aislamiento, desplazamientos del virus, frases hechas de algún comentarista televisivo, refranes populares, y otras reflexiones. No pensaba siquiera en calidad o cantidad, en exhibirlos o mostrarlos, era hasta entonces una especie de 'diario íntimo' o el guión de una ópera bufa que jamás estrenaría. Me gusta la ópera, vengo de una familia italiana y fui figurante de escena en el Teatro Colón en mis 20 años hasta que llegó la dictadura".

Sobre los núcleos, ordenamientos narrativos o vínculos temáticos, explicó: "Eduardo Stupía, maestro , amigo y curador de la muestra, logró reunirlas en núcleos según tonalidades y color del soporte, papel de diferentes gramajes y texturas, fondeados o pentimentos en medidas mas o menos regulares, hojas de libros ya leídos que juntan polvo en los anaqueles. El trabajo diario y los acontecimientos no me permitían un orden parejo, más bien los trabajos salían simplemente, esbozos de personajes, manchas que me sugerían escenas, ambientaciones. Los iba corrigiendo o tapando lo hecho anteriormente. En el día 25 del aislamiento lo dejaba y lo retomaba en el día 62. Ese fue el método".

Respecto a esa "troupe de personajes" que aparcecen en sus obras Carlos Masoch expresó: "A lo largo de mi vida me crucé con infinidad de personajes, actores de la vida real y auténticos miserables, que tan sólo buscaban a capa y espada un lugarcito en este mundo de peste. Mascarillas y vacunas para intentar salvarse, traiciones, malabares, falsas promesas y asesinatos en masa. Orden y progreso vigilados por médicos y soldados. Una runfla infame que cree saberlo todo. La mano que dibuja es igual al brazo que forja. La mano que pinta es igual a la mano que ara".

Al ser consultado sobre los recursos compositivos para recrear un teatro abierto en la mirada del espectador, el pintor sostuvo: "Poniendo a la escena principal bajo un foco cenital que la realza, o usando el recurso de pintar o dibujar el escenario o el telón de fondo, literalmente".

Eduardo Stupía sobre Masoch en "La Línea Piensa"

"Es un artista muy fuera de lo común no sólo por la calidad de su obra y su extensa trayectoria, sino por la extraordinaria diversidad y potencia imaginativa y narrativa de sus dibujos, lo cual lo exhibe como candidato ideal para las exigencias del ciclo. La selección la hizo el propio Masoch, a partir de la certeza compartida de que estábamos en presencia de un universo tan expansivo y fértil como para revelar nitidamente su fisonomía cualquiera hubiera sido la elección de las piezas".

"La idea de orden y desorden que desliza el texto curatorial no se refiere tanto a un concepto o decisión curatorial sino a la vocación semántica del propio artista, que propone una lectura de conexiones abiertas entre las obras, de manera de que el espectador, si se siente suficientemente interpelado, establezca de algun modo sus propias relaciones narrativas. Carlos Masoch se comporta como un demiurgo, y compone cada cuadro con la arquitectura de un escenario en miniatura - podría hablarse de 'actos' más que de 'cuadros' - para instalar en el espectador la noción de estar frente a un teatro donde a telón abierto se desarrolla la versión áspera y feroz, demencial y bizarra, pero también amorosa y lírica, de una nueva Comedia Humana. Un cruce audacísimo de tradiciones iconográficas, artísticas y literarias anima la dinámica fisonomía de todos y cada uno de los motivos, y no hay cómo no sentir que estamos frente a un catálogo infinito de alegorías misteriosas y fábulas sin moraleja".

Sobre el ciclo "La Línea Piensa", Stupía explicó que "se inició en el Centro Cultural Borges por iniciativa de Luis Felipe Noé, quien me convocó generosamente para que lo acompañara en la tarea de dirigirlo. La idea generatriz de Yuyo, con la cual coincidí inmediatamente, era la de proponer una serie de muestras concentradas rigurosamente en la disciplina Dibujo, pero muy especialmente en aquellas maneras de practicarlo que de un modo u otro revelaran primordialmente los fenómenos, registros y disposiciones del lenguaje autónomo del dibujo, y no tanto el apego a su utilización como una mera técnica al servicio de las formas más académicas de representación referencial. Nos movía la convicción de que, al menos en el escenario autóctono, el dibujo parecía condenado históricamente a un desempeño casi subalterno en la relación que en la práctica exhibía la disciplina con los formatos pictóricos, escultóricos, objetuales e incluso instalativos, más allá de los escasos ejemplos de opciones mas fértiles y novedosas que ofrecían determinados artistas".

"Tutti per Tutti (Ópera Bufa)" puede visitarse en forma gratuita y sin reserva previa, de miércoles a domingo de 14 a 20 horas en la sala de exposiciones temporarias ubicada en el primer piso del Centro Cultural Borges, Viamonte 525, CABA.