Teo Gertler se lució junto a la Sinfónica Juvenil Nacional Libertador San Martín
El joven y prestigioso violinista participó de un concierto en el Palacio Libertad, Centro Cultural Domingo F. Sarmiento.
El 17 de noviembre pasado, el músico eslovaco-húngaro participó de un concierto cautivante junto a la Sinfónica Juvenil Nacional Libertador San Martín en el Palacio Libertad. Bajo la dirección de Mario Benzecry, el público disfrutó de las interpretaciones de obras de Brahms, Grieg y Piazzolla.
La Sinfónica Juvenil Nacional Libertador San Martín, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, brindó una serie de conciertos en el mes de noviembre. En esta ocasión, la novedad fue la presencia de Gertler con su violín Andrea Guarneri de 1681, prestado por el mecenas británico-eslovaco Jan Telensky .
Gertler tiene apenas 16 años y ya ha actuado como solista con algunas de las mejores orquestas del mundo y ha colaborado con directores como Ivan Fischer y la Orquesta del Festival de Budapest, Adam Medveczky con la Orquesta Sinfónica de la Radio Húngara o Vladimir Spivakov con la Orquesta Virtuosos de Moscú. Al verlo entrar en escena e interpretar su instrumento queda claro por qué este prodigio encandiló a figuras del tamaño de Plácido Domingo. El auditorio, a sala repleta, colmó de aplausos tanto al violinista como a la orquesta.
Sobre el Concierto para violín en Re Mayor Op. 77, de Johannes Brahms, con el que inició su presentación, Gertler dijo: “Para mí y creo que para todos los artistas en la historia, es el gran concierto de todas las épocas. Muchos artistas, incluso en el pasado, lo consideraron como el concierto perfecto. He interpretado esta pieza varias veces con mi profesor y me ha enseñado sus hermosas armonías. Lo que me encanta es que en cada momento algo está pasando en la música y las melodías se relacionan y los diferentes instrumentos se tocan los unos a los otros, esa es la belleza de la música, que brilla durante todo el concierto y por eso me encanta”.
También incursionó en la música argentina de la mano de Oblivion, de Piazzolla. Sobre esta oportunidad de hacerlo en Argentina, reflexionó: “Es un estilo completamente diferente. Tiene el sabor de la música clásica y hace la música muy interesante. Realmente, las armonías son muy bonitas y en esta pieza, cuando la orquesta toca se llega al clímax y me encanta. En general me gustan las piezas de Piazzolla. Y apuesto a que hay otros compositores qué hacen la música argentina maravillosa”.
“Creo que la música que tenemos hoy, la música moderna, es muy diferente, pero la música clásica es la base de todo. Todo viene de ahí y ofrece a la juventud la posibilidad de un saber común de cómo escuchar música. Se trata de la música con más armonías y melodías. Tenemos compositores de hace 300 años que son increíbles y algunas personas no saben eso. Hay muchas cosas en música clásica para explorar y descubrir”, compartió.