El juez Guillermo Yacobucci integró varios tribunales de importancia, como la Cámara de Casación Penal. Es abogado egresado de la Universidad de Buenos Aires, doctor en Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica Argentina y vicepresidente de la Comisión de Reforma del Código Penal de la Nación. Actualmente, integra el Tribunal Oral Federal N° 7.

-¿Por qué es necesaria la reforma?

-Recuerdo cuando en 1995 se reformó el Código Penal español y se preguntaban si el tiempo político era el oportuno. A pesar de las dudas se llevó a cabo un cambio importante y, aún hoy, se vienen realizando algunas transformaciones de la parte general y la especial, asiduamente. De manera que cuando pasé a integrar la comisión la pregunta parecía la misma. Estoy de acuerdo en la necesidad de la reforma a nuestro Código, pues es imprescindible lograr la recuperación del sistema penal. Tenemos una comisión plural, que a pesar de las diferencias busca los mayores acuerdos posibles.

-¿Cómo se logra el consenso en la comisión?

-Es un equipo plural donde, a veces, hay opiniones discordantes. Esto se soluciona por simple votación, reduciendo las opiniones a dos o tres fórmulas, y se vota. La que gana se vuelca al anteproyecto. Si hay alguna disidencia, se deja asentado en un acta. Porque en algunos temas los magistrados ya sentamos posición en fallos precedentes. Somos todos hombres y mujeres del Derecho que nos conocemos del mundo académico y del rol judicial y a través del diálogo buscamos el consenso, desde la mejor predisposición. No siempre es posible.

-¿Por qué se decidió formar un nuevo libro, el Tercero?

-Hay una serie de delitos que tienen particularidades diferentes a los delitos ordinarios. Los delitos de lesa humanidad, los crímenes de guerra y otros exigidos por los instrumentos internacionales firmados por la Argentina reclamaban, por su particularidad un tratamiento específico. Por eso tienen una parte diferenciada, por ejemplo, en tanto son imprescriptibles. Hasta hoy, nos estábamos manejando con jurisprudencia internacional y de la Corte Suprema, no con la letra del Código Penal, porque no figuraban claramente explicitados. En toda su significación antijurídica.

-En el plano general, ¿qué cambia en el cumplimiento efectivo de las penas?

-Por ejemplo, se ha suprimido la reclusión, desarrollando la jurisprudencia de la Corte Suprema. Se mantiene la pena de ejecución condicional para casos de prisión de un delincuente primario.

-¿Cómo es la reforma para delitos de penas mayores de 3 años?

-Las penas se cumplen efectivamente y el condenado tiene la chance de la libertad condicional, dependiendo del delito. En cambio, un homicidio en ocasión de robo no tiene chance de libertad condicional.

-¿Qué debería tener en cuenta un juez para otorgar una condicional?

-En el aspecto general, hoy, es el cumplimiento regular de los reglamentos carcelarios y las dos terceras partes de la condena. Así como el comportamiento interno, con la opinión del servicio criminológico de la unidad carcelaria.

-¿Qué cambia en medidas alternativas a la pena de prisión?

-Se han agregado los días-multa. Se realiza una revisión de un valor dinámico que es el monto del recurso de queja en la Corte Suprema. Está en debate también aplicar algún otro porcentaje.

-¿Qué se modifica con respecto a los hechos de tránsito?

-Se incorpora en la normativa la figura de la “conducción temeraria”, que es muy importante para un país que tiene víctimas diarias en siniestros viales. Con la reforma y la incorporación de esta última figura se busca no esperar el resultado. Se pondera el altísimo riesgo de conducir a gran velocidad y muy superior a la permitida. Y se mantiene la figura de la culpa temeraria.

-¿Qué tema incorporó usted al debate en la comisión?

-Propuse varios. Solo a modo de ejemplo, explicitamos la autoría mediata, consideramos el aborto imprudente, reconsideramos el infanticidio.

-¿Qué aspecto destaca de la reforma?

-La modernización, pues hemos asumido los llamados nuevos delitos. En especial, el tratamiento específico de la ciberdelincuencia. Integramos toda la normativa penal dispersa en leyes especiales, dentro del sistema codificado.