Tarifas por franjas horarias, reguladoras de demanda
A partir de este esquema, el usuario paga más o menos por el servicio eléctrico según lo utilice en momentos de mayor o menor exigencia del sistema.
Los picos de consumo desafían la estabilidad de la red eléctrica. La infraestructura capaz de soportarlos sin sobresaltos es costosa, y la inversión requerida resulta especialmente onerosa ante la constatación de que, salvo casos excepcionales, dicho soporte despliega su potencial durante períodos diarios cortos. En otras palabras, se trata de una obra subutilizada la mayor parte del tiempo.
Para ilustrar este fenómeno, algunos especialistas invitan a imaginar la construcción de una autopista muy ancha, a prueba de embotellamientos: también cara, esta obra sería provechosa sólo dos veces por día durante la semana laboral y en contextos excepcionales, por ejemplo, durante el recambio de la quincena vacacional en verano. El resto del tiempo, no habría circulación en gran parte de los carriles.
A diferencia del sistema de transporte automotor, la red eléctrica no tolera ni los “embotellamientos” ni “circulación lenta” en las horas pico. De hecho, esta red debe generar, transportar y distribuir toda la electricidad demandada. Incluso debe garantizar un margen extra por si la demanda supera los niveles históricos, o aquéllos previstos en contextos extraordinarios o a partir de algoritmos.
El objetivo clave es entonces reducir la intensidad de los picos posibles. En ese afán, algunos países implementan un esquema tarifario donde el precio del kW/h varía según el momento de la jornada. Por ejemplo:
- Es más alto en las horas de mayor consumo: los días laborales de 09:00 a 14.00 y de 18:00 a 22.00.
- Es más bajo los días laborales de 00:00 a 08:00 y todas las horas de sábados, domingos y feriados.
- Es intermedio los días laborales de 08:00 a 10.00, de 14.00 a 18.00 y de 22.00 a 24.00.
En los países hispanoparlantes, se llama “pico” a la primera franja horaria, “valle” a la segunda franja horaria y “resto” a la tercera franja horaria.
Este esquema tarifario admite la contratación de potencias diferentes 1 , sobre todo en los segmentos horarios 1 y 3. Por consiguiente, permite reducir la compra de energía cuando el precio es más elevado.
En cuanto al usuario, paga más o menos importe del servicio eléctrico según consuma en momentos de mayor o menor exigencia general del sistema. Además, se lo incentiva a usar los aparatos con alto consumo de kVh –el lavarropas por ejemplo– en la banda horaria con menor demanda y por lo tanto más económica, la madrugada por ejemplo 2.
El esquema tarifario por franjas horarias equipara el mercado eléctrico a los mercados competitivos de bienes de consumo. La tarifa se convierte entonces en una variable económica que condiciona el consumo, y eventualmente educa al usuario sobre la utilización eficiente de un recurso limitado y con cierta capacidad contaminante pues contribuye a la emisión de dióxido de carbono.
Cabe destacar que este esquema tarifario sólo aplica a redes eléctricas inteligentes 3 que operan con medidores ídem. Éstos recolectan datos del consumo de los usuarios en forma remota y en tiempo real, y reconocen los ciclos de alta / baja demanda energética. A partir de una y otra función, discriminan el consumo según franja horaria para su posterior facturación.
A través de la Resolución ENRE Nº 100/2024, la Intervención de este Ente Nacional dispuso la constitución de un Comité de Estudio de Redes Inteligentes para analizar la introducción de medidores acordes en las áreas de concesión de EDENOR y EDESUR. Además aprobó los lineamientos para la implementación de proyectos piloto de viabilidad y factibilidad.
Estas acciones constituyen un primer paso hacia la adopción de "estructuras tarifarias innovadoras que permitan adaptar el suministro eléctrico a las necesidades del usuario, con precios convenientes". La mencionada Resolución cita el ejemplo de la tarifación por tiempo de uso (TDU), donde la distribuidora factura el servicio según la franja horaria del consumo registrado: el importe será más caro durante las horas "pico" y más económico durante las horas "valle".
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La potencia eléctrica remite a la cantidad de kilovatios producidos por las generadoras, que luego son transportados con destino a su distribución y consumo final. Para las generadoras, el sistema tarifario argentino establece un pago por la potencia puesta a disposición y otro por la energía producida, con precios particulares según el nodo de la red de transmisión. ↩︎
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El mercado ofrece modelos de lavarropas con inicio diferido. Estos prototipos admiten la programación de la hora a la que el artefacto empieza a funcionar. ↩︎
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Las redes eléctricas inteligentes son redes de transporte y distribución de energía eléctrica, capaces de entender, asimilar, elaborar información y utilizarla adecuadamente a partir de un uso intensivo de las telecomunicaciones y las tecnologías de la información. ↩︎