Solsticio de invierno: el comienzo de un nuevo ciclo para los pueblos indígenas
Cada año, entre el 21 y el 24 de junio los pueblos indígenas de América del Sur celebran el solsticio de invierno.
El solsticio de invierno es el momento en el que se produce el pasaje del otoño al invierno. Este fenómeno de la naturaleza –que no todos los años sucede en la misma fecha ya que depende de procesos astronómicos- marca para los pueblos indígenas el comienzo de un nuevo ciclo. Es durante este tiempo cuando se produce una de las celebraciones más importantes en la vida de los pueblos y comunidades indígenas de América del Sur.
Los pueblos indígenas de nuestro país celebran, con distintos nombres según la región y el pueblo, el comienzo de este nuevo ciclo de vida de la madre tierra. En Argentina, desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, los pueblos indígenas celebran este evento. Estas celebraciones tienen sentido y están vinculadas a la renovación e inicio de un nuevo ciclo de la naturaleza y todos los seres que la componen. La forma en que este festejo se lleve a cabo va a ser diferente de acuerdo a cada pueblo y dependerá de las prácticas culturales y de la geografía del territorio de cada uno de los pueblos.
Matías Melillán, comunicador Mapuche y representante territorial del INAI en Bariloche, explica que “todos los pueblos originarios se rigen bajo el ordenamiento cósmico o ley de la naturaleza, es por ello que la celebración sea el Wiñoy xipantu, Machaq Mara, Inti Raymi o Mosoq Wata adquiere todo su sentido, coherencia y singularidad como fenómeno cósmico y natural, en tanto ocurre aquí, ese preciso momento, para todos los que habitamos y vivimos en este lugar del planeta, más allá de nuestro origen”. En el mismo sentido, agrega que “la ciencia ancestral mapuche llegó a determinar la fecha del Wiñoy xipantu guiándose por la observación de los fenómenos que ocurren en el universo”.
Por su parte, Armando Quispe, miembro del pueblo Kolla y representante del INAI en Jujuy, explica que “el Inti Raymi es la fiesta del sol -traducido al español- pero no es una fiesta como se imagina el pensamiento occidental, sino que es una fiesta de carácter sagrada, ceremonial y cíclica, que tiene que ver con el renacer del tiempo, el retorno del mismo, con el volver de la tierra en su órbita alrededor del sol”. Armando cuenta que la celebración del Inti Raymi “consiste en la velación del Willka Nina (fuego sagrado) durante toda la noche y el recibimiento de la salida del sol con los brazos extendidos; los abuelos sabios hacen la lectura de cómo será el año que comienza, es decir, si será una año de mucha o poca lluvia, si habrá mucho o poco viento, si habrá enfermedades; en síntesis, si el año que nace será bueno para las comunidades o no”.
A partir de hoy, cuando la noche más larga del año marque el comienzo del nuevo ciclo, los días se harán más largos y las noches comenzarán lentamente a menguar para poder contemplar el renacer de la naturaleza.