A seis años de la sanción de la Ley N° 27.364, que establece la creación del Programa de Acompañamiento para el Egreso de Adolescentes y Jóvenes sin Cuidados Parentales (PAE) y desde el inicio de su implementación, en 2019, el Estado apoyó a un total de 3.302 adolescentes y jóvenes para construir su autonomía y que tengan más oportunidades al transitar el pasaje a la vida adulta.

El PAE es llevado adelante por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) y junto a las provincias. Tiene como objetivos garantizar la plena inclusión social y el desarrollo de adolescentes y jóvenes que crecen apartados de sus familias y al cuidado del Estado por haberse dictado una medida de protección excepcional.

El secretario nacional de Niñez, Adolescencia y familia, Gabriel Lerner, explicó: “En nuestro país hay alrededor de 8.500 chicos y chicas en hogares o residencias. La inmensa mayoría de ellos, después de un tiempo, retorna a su familia de origen porque se removieron los obstáculos que determinaron la separación del medio familiar. Otros van con familias adoptivas. Y los mayores son acompañados por el Estado hasta su autonomía. Son chicos y chicas que han atravesado una trayectoria dolorosa y necesitan de un Estado que los abrace, los acompañe y sea fuertemente respetuoso de sus derechos”.

Y agregó: “Cuando llegamos en diciembre de 2019, el PAE no tenía adolescentes incluidos en la etapa 1, mientras que en la etapa 2 había 180 chicos y chicas. Hoy, logramos que las 24 jurisdicciones del país se adhieran al programa y además podemos decir que el PAE se ha universalizado. Esto significa que todo chico o chica que cumple 18 años y tiene que egresar de una residencia está incluido en el programa, cuenta con un referente que fue capacitado para acompañarlo y percibe la prestación económica”.

En el marco de este nuevo aniversario del PAE, se realizan encuentros con adolescentes de todo el país, promoviendo la participación y fortaleciendo los procesos de autonomía. En esos encuentros se destaca que, con la implementación del programa, más del 83% de titulares continúan estudios secundarios, terciarios, universitarios y de formación laboral. Uno de los testimonios recibidos resaltó: “Gracias al PAE puedo comprar los materiales necesarios para mis estudios, estoy muy contento”.

También se valora el acompañamiento de personas adultas referentes, subrayando la importancia que le otorgan a ese vínculo con alguien que los escucha, orienta y apoya en el proceso de egreso autónomo: “Con ayuda de mi referente logré encontrar dónde vivir y continuar mis tratamientos de salud”, fue otro de los testimonios. En este sentido, la SENAF forma referentes del PAE en todo el país, en articulación con las 24 jurisdicciones. Hasta el momento, se capacitó a un total de 1.574 personas de todas las jurisdicciones para cumplir dicha función.

Actualmente, según datos de abril 2023, hay 2.972 adolescentes y jóvenes como titulares activos del programa. En la etapa 1 hay 731 adolescentes, que ingresan a partir de los 13 años o cuando entran al dispositivo de cuidado formal y que reciben el acompañamiento de una persona adulta referente. Con ella preparan su egreso y fortalecen habilidades para la vida independiente en dimensiones como salud, educación, empleo, vivienda, formación ciudadana y planificación financiera.

En tanto, en la etapa 2 hay 2.241 jóvenes que ya han egresado del dispositivo de cuidado y que, además de contar con su referente, perciben una asignación económica mensual equivalente al 80% del salario mínimo vital y móvil, hasta que cumplen los 21 años o hasta los 25, si continúan estudiando o capacitándose.

A su vez, el PAE promueve actividades grupales entre pares, en las cuales se comparte colectivamente tanto recursos como experiencias que aportan a la construcción de sus proyectos de vida autónomos.

Este año, la SENAF se encuentra trabajando en la adecuación y accesibilidad del documento de “consentimiento informado”, para que las y los adolescentes con discapacidad que deseen ingresar al programa puedan comprenderlo mejor y firmarlo con pleno entendimiento. Este documento ya cuenta con versiones accesibles en dos niveles de braille, un formato en lectura fácil y pictogramas. También se trabaja en formatos audiovisuales en lengua de señas junto a la ANDIS para que más adolescentes puedan acceder a este derecho.