Se inauguró la muestra “Terrícolas” en el Museo Nacional Casa del Acuerdo
La exposición de arte contemporáneo es parte de “Semillas de memoria”, un ciclo que propone un recorrido poético por la memoria histórica y democrática de la Argentina. Podrá visitarse de martes a viernes de 9 a 17 h, y sábados y domingos de 10 a 18 h, hasta el 15 de octubre con entrada libre y gratuita.
Se inauguró la muestra de arte contemporáneo Terrícolas en el Museo Nacional Casa del Acuerdo en San Nicolás de los Arroyos. La exposición reúne trabajos de artistas nacidos en democracia, de diferentes años, ciudades, disciplinas y géneros. Organización, fantasía de lo posible, vandalismo irónico, rebeldía sexual, urgencia, contracultura, crisis de representación, la amistad como trinchera, la ambigüedad de los contornos, lo colectivo y el apoyo mutuo para la construcción de un “presente”, son algunos de los tópicos que recorren la muestra.
“Las obras hablan de derechos de igualdad, del respeto a la diversidad como una lucha y construcción cotidianas más allá de estar viviendo en democracia. Los artistas son gestores, profesores, militantes de lo colectivo. Se organizan, reivindican la fantasía, ironizan la violencia, son amigos de la contracultura y la rebeldía sexual, se atrincheran entre ellos para fortalecerse, y creen en el apoyo mutuo para construir el presente”, definió la curadora Mariana Pellejero sobre la muestra.
La inauguración contó con la presencia del secretario de Gestión Cultural, Federico Prieto, autoridades locales y los artistas que forman parte de la muestra: Augusto Rossanigo, Marquitos Sanabria, Nahuel Agüero, Luciana Caamaño, Clara Maceira, Juan Simonovich, Regina Igarzábal, Chiara Girimonti y Cósmiko. “Hoy en San Nicolás nuevamente celebramos que el arte se pone al servicio del pueblo, para poder trabajar las subjetividades y los procesos históricos y los imaginarios que cada uno o cada una trae su recorrido y su forma de relacionarse con el mundo. Esta iniciativa que llevamos adelante desde la Secretaría de Gestión Cultural, en la cual 40 artistas por los 40 años de Democracia, en cuatro lugares distintos tratando de alejarnos lo más posible de ese centralismo que tiene la Ciudad de Buenos Aires, nos permite pensar la perspectiva del pasado, de la historia y el presente con perspectiva de futuro a partir del arte contemporáneo. Celebramos la democracia desde la cultura, porque que estamos convencidos que no se trata solamente de representantes que levantan la mano en el congreso, la democracia se hace en el día a día, participando en los espacios públicos, participando con proyectos culturales, y también reivindicando y defendiendo las identidades que uno tiene, porque también se está poniendo en juego la propia identidad de lo que somos, de lo que queremos ser", dijo el Secretario de Gestión Cultural, Federico Prieto.
Por su parte, Paola Rosso Ponce, directora del Museo Nacional Casa del Acuerdo en San Nicolás dijo: "Celebrar en esta casa 40 años de democracia ininterrumpida y todos los derechos que fuimos conquistando como comunidad, sumando voces, no es una sola voz la que suena acá, somos una comunidad donde tenemos que aprender entre todos nosotros a convivir y esos son los valores de esta casa: acordar, convivir, construir ciudadanía respetuosa y desde ese lugar es que hacemos y pensamos en conjunto, en red con otros. Desde la mano de todos estos artistas maravillosos que podemos compartir y conocer hoy en San Nicolás, es que nos estamos acercando desde otro lado justamente a los conceptos de derecho, de conquista y de igualdad, y también, por supuesto, libertad y por sobre todo de estos 40 años de democracia".
Tres artistas, tres formas de pensar la democracia
Algunos de los artistas que forman parte de la muestra hablaron sobre sus recorridos en el mundo del arte y sobre la democracia.
Juan Simonovich
"No pienso la práctica artística separada de la política. No pienso que hay una suerte de arte político, o un modo político de abordar el arte. Así como puede haber políticas públicas que acompañen a la producción simbólica, o a la construcción de un imaginario de nuestro país o de la región, también puede haber producciones artísticas que expliciten un poco más su posicionamiento. Pero en el hacer hay una acción poética-política, toda junta, escrita sin espacio y sin una 'y' entremedio, es pensar la producción artística como un acto político”.
Dijo sobre su obra: "Esta bandera en particular, articula explícitamente las formas inciertas que conforman esta superficie, lo inmaterial y lo material, lo posible y la certeza, lo espiritual y lo corpóreo, deseo y pragmatismo. Hay algo de poder imaginar un universo posible y después ponerlo en marcha. Imaginar un universo posible en solitario suena a esa positividad new age, algo así como de ‘yo puedo, yo puedo, yo puedo’. Como si esa energía fuera a traer las cosas. En si, la energía es necesaria, pero también hay que organizarse. La manera neoliberal no es el camino, el emprendedurismo no es el camino. Si considero que lo es la autogestión y el trabajo colectivo auto organizado como una base, y con un acompañamiento por parte del estado. Es lo que yo he vivido al menos, desde mi formación en la Universidad pública y gratuita, que fui articulando con otros espacios".
"Mi trabajo siempre tuvo que ver con el agrupamiento, la organización, el poner en común nuestras inquietudes, nuestros miedos, para poder darle la forma, la forma política de la organización. Creo que mi obra en cierto modo aborda un horizonte por venir, que no se acercara si no caminamos hacia él, y que no podremos ver cuando estemos allí, porque nos encontraremos sobre el mismo. Es el deseo, es el futuro".
Regina Igarzábal
“Trabajo con la pintura como una gran excusa para pintar mi cotidianidad. Propongo la construcción del paisaje en diálogo con el uso de soportes recuperados, y en su alianza se dan las capas de sentido, realizando una operación de resignificación y de memoria. Entiendo la práctica pictórica y el acto de pintar como praxis que refiere a lo colectivo. A su vez, pienso en la pintura como testimonio de paisajes, que remiten a la imagen propia de una época”.
Sobre la obra que forma parte de la muestra: “Es una obra en donde la pared es pensada como un paisaje transportable, y al mismo tiempo es necesario más de un ladrillo para que se sostengan entre sí y conformen un muro. Un ladrillo sostiene al otro y todos juntos construyen la militancia de lo colectivo. La necesidad de más de un ladrillo para que se sostengan entre sí, posibilita pensar en la construcción colectiva como unidad de sentido. Es decir, distintos fragmentos que se vinculan y conciben algo más grande. El horizonte que persigue esta obra acarrea ideas que me interesan introducir a través de la pintura”.
“Como productores no podemos pensarnos sin un otro. Esto solo puede construirse en democracia, como ejercicio en permanencia que interviene sobre nuestro contexto. Por eso estoy orgullosa de participar de una muestra que reivindica los derechos conquistados, que revisa la historia constantemente y que pretende transformar nuestra realidad por un futuro emancipador”.
Augusto Rosanigo
“Si bien mi obra es bastante ecléctica en cuanto a lenguajes y materiales, hay ciertos temas o preguntas que creo, la atraviesan; una es la huella del ser humano, de su relación con el entorno y con su historia, esto se manifiesta de forma no siempre explícita. Intento proponer siempre que ese misterio le aporte tensiones que creo necesarias para la lectura de una obra de arte”.
“Para esta muestra, la curadora Mariana Pellejero, seleccionó dos obras; ‘Convención dorada’, que es un objeto, una zanahoria de bronce cuelga de una rama y es presentada como una joya o un objeto de lujo. La otra obra se titula ‘Territorio’ y es una pintura realizada en acrílico y sintético en aerosol. Es una mancha, donde se presenta la ambigüedad de que puede ser leída como un charco o una isla. Las dos obras están atravesadas por los conceptos de territorio e historia, dos pilares fundamentales para sostener la soberanía en estos tiempos que corren”.
“Estoy muy contento y agradecido con la convocatoria a esta muestra, que pone de manifiesto distintas miradas y lenguajes a través de obras contemporáneas, presentadas en el contexto de Museos históricos y además con un enfoque, sobre todo, pedagógico. Acompañado por grandes artistas, la curadora y el equipo del Museo”.
Terrícolas forma parte de Semillas de memoria, el ciclo de muestras de carácter federal, que propone un recorrido poético por la memoria histórica y democrática de la Argentina. Podrá visitarse de martes a viernes de 9 a 17 h, y sábados y domingos de 10 a 18 h, hasta el 15 de octubre con entrada libre y gratuita.