El secretario Horacio Pietragalla Corti encabezó la segunda edición de la entrega de los premios “Tato Pavlovsky”, que se realizó en el Centro Cultural de la Memoria “Haroldo Conti”, ubicado en el predio de la ex ESMA. El funcionario estuvo acompañado por la subsecretaria de Promoción de Derechos Humanos, Natalia Barreiro, y la directora del Conti, Lola Berthet.

El galardón fue instituido en 2021 por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, en reconocimiento a los y las artistas víctimas del terrorismo de Estado, con el objetivo de promover la construcción de memoria y visibilizar la estrecha relación entre el mundo de la cultura y los derechos humanos.

La actividad contó con la presencia de Lita Boitano, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, y Buscarita Roa, de Abuelas de Plaza de Mayo. En representación del Ministerio de Cultura de la Nación participaron el secretario de Gestión Cultural, Maximiliano Uceda, y la directora de Derechos Humanos en la Cultura, María Fabiana Almeida. También asistieron Pablo Echarri y Jorge Marrale en representación de la SAGAI, y la presidenta de la Asociación Argentina de Actores, Alejandra Darín.

En lo que fue la segunda edición de entrega de los premios, fueron distinguidos Chunchuna Villafañe, Cecilia Rossetto, Susana Rinaldi, Héctor Alterio y Carlos Ulanovsky.

“Para nosotros este premio es un homenaje que queremos hacer a cada uno de los artistas que tuvieron que dejar el país en el peor momento de nuestra historia, que tuvieron que dejar amores, historias, familia”, expresó Pietragalla en el inicio de la ceremonia. En este sentido, afirmó que “es un honor poder hacer desde la Secretaría este reconocimiento, que es un mimo para estos compañeros y compañeras, por el aporte que hicieron con las denuncias en el exterior y también por su compromiso con la construcción colectiva de la memoria”.

“Estar honrando el compromiso y la militancia de quienes desde la cultura construyeron sentido, poniendo el cuerpo cuando tantos cuerpos desaparecían, es la obligación que tenemos hoy quienes ocupamos estos lugares de responsabilidad” señaló por su parte Maximiliano Uceda, quien transmitió el saludo del ministro Tristán Bauer.

Al recibir su distinción Cecilia Rossetto recordó con mucha emoción a su primer esposo, Hugo González Castresana, actor y militante político que fue secuestrado y desaparecido por la dictadura cívico-militar en agosto de 1976. La actriz agradeció el reconocimiento y se lo dedicó a la memoria de Cristina Comandé, sobreviviente del terrorismo de Estado, a través de quien pudo conocer detalles de los últimos días de su esposo en el centro clandestino de detención Puente 12.

Luego fue el turno de Carlos Ulanovsky, que contó que siempre asoció a los derechos humanos con “la posibilidad de descubrir motivos de felicidad, aún en los momentos más adversos” y recordó la frase “seamos felices mientras estemos aquí” que descubrió casualmente en sus años de exilio en México, lejos de la triple A y de la dictadura “donde pude empezar una nueva vida, la que me ayudó a convertirme en la persona que soy”.

Hector Alterio no pudo asistir a la ceremonia, pero envió una sentida dedicatoria “a todos los jóvenes que no pude conocer, a todos aquellos a los que no se les ha permitido vivir, que tal vez hubiesen sido músicos, actores, que tal vez hubiesen sido compañeros de escenarios, tal vez mis compañeros”.

Finalizando el acto se entregó una placa en reconocimiento a Mercedes Sosa, al cumplirse 40 años del retorno del exilio de la artista, que fue recibida por su nieta, Araceli Matus. El cierre musical del encuentro estuvo a cargo de Liliana Vitale, que interpretó la canción “Como la cigarra”, de María Elena Walsh.

Los premios Pavlovsky

La distinción lleva el nombre de Eduardo “Tato” Pavlovsky en homenaje al dramaturgo, psicoanalista, actor y autor de piezas memorables de la escena nacional como “El señor Galindez”, “Potestad” y “La muerte de Marguerite Duras”. Tato nació en Buenos Aires el 10 de diciembre de 1933 y fue pionero del psicodrama en América Latina. En 1978, tras la persecución de los grupos de tareas, se exilia en España, retornando a la Argentina una vez recuperada la democracia. Falleció en el año 2015, a sus 81 años.