Castellani, doctora en Ciencias Sociales (UBA), investigadora del CONICET y autora de numerosos libros y trabajos en revistas nacionales e internacionales sobre elites económicas, la relación entre Estado y empresarios y la acción económica y política de grandes empresas, destacó que pese a las adversidades “la Administración Pública Nacional (APN) siguió funcionando y pudo adaptarse a las condiciones de aislamiento de manera efectiva y rápida”.

La Secretaria de Gestión y Empleo Público aseguró que el aislamiento “supuso un desafío sin precedentes” y que ello implicó que hubiera que “readecuar el funcionamiento de las instituciones públicas a las condiciones de aislamiento y cuidado de la salud”, tales como el trabajo remoto y la actividad presencial con protocolos específicos. En ese sentido, la funcionaria enumeró algunos de los ejes clave de la gestión de la Jefatura de Gabinete durante la pandemia: formular e implementar políticas públicas innovadoras en corto tiempo, rediseñar procesos para poder brindar servicios esenciales a la ciudadanía de manera remota, cambiar el paradigma comunicacional hacia la ciudadanía, garantizar la transparencia en las compras públicas y realizar un esfuerzo fiscal sin precedentes para sostener políticas públicas de ingresos y apoyo empresas comercios.

Castellani destacó que las herramientas de gestión electrónica “han llegado para quedarse” y que tienen un “gran grado de extensión”, aunque “falta interoperabilidad de los datos que nos permitan implementar de una mejor manera las políticas públicas”. Además, realizó una radiografía de la APN en la que explicó que existen 20 ministerios, más la Jefatura de Gabinete, 118 Secretarías y 172 Subsecretarías, donde trabajan 380 mil personas. “Tenemos una administración pública bastante equitativa en términos de género, pero sigue habiendo una brecha en los cargos. Es algo a mejorar y lograr equidad en el acceso a cargos más elevados”, destacó.

Por otro lado, la funcionaria hizo hincapié en un relevamiento realizado durante los primeros meses de la pandemia en el que se constató que “el 63% del personal de la Administración Pública estaba trabajando de manera virtual”. En paralelo, muchos/as trabajadores/as continuaron laborando de manera presencial ya que sus puestos requerían atención directa con la ciudadanía. Para que tantas personas pudieran trabajar de manera virtual hubo que realizar un cambio radical y “reordenar en muy poco tiempo los equipos de trabajo para seguir funcionando desde los hogares, en condiciones que muchas veces no eran las mejores”.

Asimismo, Castellani describió una serie de recomendaciones elaboradas por la Secretaría de Empleo Público vinculadas a “facilitar la experiencia a la ciudadanía del contacto con el Estado”, mejorar el “seguimiento de las políticas públicas, estableciendo indicadores claros y específicos”, tener en cuenta la “dimensión federal de la política pública” y “trabajar de forma transversal, colaborativa y en red”.

Finalmente, la funcionaria enumeró un conjunto de acciones realizadas en materia de fortalecimiento institucional. Así, destacó el desarrollo del mapa de la acción estatal, un sistema de información que integra, sistematiza y grafica las políticas públicas que desarrollan las instituciones del sector público. Por otro lado, se implementó un programa de digitalización de servicios a la ciudadanía, el cual consistió en la digitalización de 96 trámites esenciales que llevaban adelante 14 organismos. Además, se realizó un programa de fortalecimiento a organismos públicos en materia de integridad y transparencia en articulación con Sigen y la Oficina Anticorrupción. Por último, se elaboraron una serie de guías y catálogos para el trabajo remoto.