Posco duplica inversión y llega a U$S 1.600 millones para producir litio en Catamarca y Salta
Los gobernadores de Salta y Catamarca, Gustavo Sáenz y Raúl Jalil, junto con las secretarias de Minería, Fernanda Ávila, y de Energía, Flavia Royon, y el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren, participaron del inicio de la construcción de la segunda fase del proyecto de litio Sal de Oro, llevado adelante por la empresa surcoreana Posco. Esta etapa, que se desarrolla en la zona de cooperación bi-provincial entre Salta y Catamarca, se centra en la producción de carbonato de litio y alcanza una inversión total de U$S 1600 millones.
“Como nos indica Sergio Massa, impulsar la minería es un tema central en la agenda de los próximos años, y por ello, debemos trabajar para darle condiciones al sector para que invierta, pero siempre poniendo por encima el desarrollo de las comunidades y de los proveedores nacionales”, afirmó Ávila, y al mismo tiempo destacó que “este proyecto es el resultado del trabajo conjunto entre dos provincias. Lo que antes era un conflicto, ahora es una oportunidad para los catamarqueños y los salteños”.
Por su parte, Mendiguren aseguró que “Argentina tiene una oportunidad enorme de cambiar estructuralmente la economía argentina. Como destaca siempre el ministro Sergio Massa, la minería es un jugador estratégico para lograr esto, no podemos desaprovechar la oportunidad que nos brinda para ser un activo público global”, y agregó que “esta inversión nos marca que estamos en el camino correcto, tenemos la condiciones y trabajamos todos los días con el sector privado para seguir fortaleciendo esta industria”.
“La industria minera va a ser otro vector de crecimiento para nuestro país, sobre todo para las provincias del interior”, destacó por su parte Royon, quien ponderó el papel del litio como dinamizador de la inversión extranjera y la generación de puestos de trabajo. “La minería tiene un gran impacto local porque incentiva fuertemente la generación de empleo local y el crecimiento de la industria local de proveedores y servicios. Es la oportunidad de tener un desarrollo mucho más equilibrado en nuestro país”.
La comitiva de autoridades provinciales y nacionales recorrió los avances de la obra de la primera fase del proyecto de Posco Argentina, que se inició en marzo del año pasado, donde ya se llevan invertidos más de U$S 800 millones. La inversión anunciada hoy duplica ese monto y Posco tiene previsto para este desarrollo en el país un total de U$S 4.000 millones hacia el 2030, cuando estima avanzar hasta una cuarta etapa.
Esta inversión es la primera que realiza una empresa de Corea del Sur en Argentina. En esta primera fase, Posco Argentina está construyendo una planta comercial de fosfato de litio, ubicada en el Salar del Hombre Muerto, y otra de hidróxido de litio, en el parque industrial de General Güemes, con capacidad de producción de 25.000 toneladas anuales. De esta manera, se convertirá en la primera empresa en producir hidróxido de litio en el país. El desarrollo emplea actualmente 1.600 personas, quienes trabajan la mitad en la planta de Salar del Hombre Muerto y la otra mitad en General Güemes.
Hoy se anunció el inicio de la segunda etapa, que con una nueva inversión de 800 millones de dólares, comienza la construcción de una planta productora de carbonato de litio, en el Salar del Hombre Muerto, en la zona de cooperación bi-provincial entre Salta y Catamarca, con una capacidad de producción de 23.000 toneladas al año. Para esta obra, se estima que se alcanzará una capacidad de generación de empleo de hasta 1.000 puestos de trabajo.
Estuvieron presentes también el presidente de Posco Argentina, Kim KwanBok; el embajador de la República de Corea en Argentina, Lee Yongsoo; los vicepresidentes ejecutivos de Posco y de Posco E&C; Yoo Byoungok y Kim Minchul; los intendentes de San Antonio de los Cobres, Alberto Carral y de Antofagasta de la Sierra, Julio Taritolay; la secretaria de Minería y Energía de Salta, Romina Sassarini; el coordinador de Enlace y Relaciones Políticas de Salta, Pablo Outes; el ministro de Minería de Catamarca, Marcelo Murúa; además de legisladores, autoridades de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), caciques y representantes de los pueblos originarios de Salta y Catamarca, entre otros.
El desarrollo de la minería en Argentina
Entre los 21 proyectos mineros en producción en el país, las tres plantas de litio en funcionamiento posicionan a Argentina como el cuarto productor a nivel mundial, el segundo en recursos y el tercero en materia de reservas.
El potencial productivo y la demanda creciente que presentaron los proyectos en funcionamiento se reflejaron en el crecimiento de las exportaciones de litio, que en los primeros 5 meses de 2023 alcanzaron los U$S 369 millones, lo que significa un crecimiento interanual de un 84% interanual y representa el 23% de las exportaciones mineras totales.
En mayo de 2023, se exportaron un total de U$S 60 millones, lo que implicó un crecimiento interanual del 17% y marcó un récord histórico para el mes analizado. Asimismo, en ese mes el litio explicó el 19% del total de las ventas mineras a mercados internacionales.
Al mismo tiempo, en febrero de 2023, la industria del litio creció un 59% internacional y alcanzó los 3.788 puestos de trabajo, generando en un año 1.406 empleos.
En el corto plazo se espera que cinco proyectos de litio, que a la fecha se encuentran en construcción, entren en producción en las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca. Para el mediano y largo plazo, Argentina cuenta con otros 30 proyectos que se encuentran desde en fase de exploración avanzada hasta factibilidad.
En ese contexto, se proyecta que ya para 2025 las exportaciones mineras argentinas alcanzarán los U$S 8.596 millones, lo que se traduce en un aumento de más del 100%. A su vez, si tenemos en cuenta que, según proyecciones elaboradas por la Agencia Internacional de Energía, para 2040 la demanda global de minerales y de metales para las tecnologías de energía limpia se duplicará, Argentina podría convertirse en un actor clave para reducir la brecha entre producción actual y la demanda futura de minerales críticos en la transición energética.