Luego del primer encuentro en la Biblioteca Nacional "Mariano Moreno", en el que participaron investigadores, críticos y periodistas especializados en música, como Diego Fischerman, Sergio Pujol, Julián Delgado y Franco Castagnino, llegá este viernes 30 a las 18 h, en el Auditorio Jorge Luis Borges, el segundo y último encuentro del ciclo "¿Por qué nos gustan tanto los Beatles?".

Con la coordinación del historiador y crítico Luis Sagasti, ambos conversatorios se propusieron para reflexionar e intercambiar ideas sobre la banda pop/rock británica más popular e influyente de la historia de la música: The Beatles, integrada desde los sesenta en Liverpool (Reino Unido) hasta su separación en 1970, por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr.

“La idea de estos dos conversatorios es reunir un grupo de gente que consideramos muy idónea, solvente, didáctica para que expongan sus reflexiones sobre los Beatles y a partir de allí iniciar un diálogo tanto entre los expositores como con el público”, comentó Sagasti.

Y agregó: “No solamente invitamos musicólogos, expertos en cuestiones musicales, sino también gente de la literatura e ilustración para abordar un tema que nosotros creemos que es prácticamente inagotable. Sobre todo, su influencia y persistencia en nuestros hábitos culturales”.

Abel Gilbert, doctor en Comunicación por la Universidad Nacional de La Plata, músico y escritor -quien estará presente este viernes 30 junto con los escritores Silvia Hopenhayn y Luis Chitarroni, el dibujante Miguel Rep y el músico Hernán Jacinto que estará a cargo del cierre musical-, nos cuenta más sobre el próximo encuentro de "¿Por qué nos gustan tanto los Beatles?".

-¿De qué se trata este próximo encuentro sobre The Beatles en la Biblioteca Nacional? ¿Qué ejes recorrerán la charla?

-El conversatorio tiene que ver con la posibilidad de pensar desde una zona del campo intelectual las marcas que nos ha dejado la escucha de The Beatles a cada uno de los participantes. Esas marcas son distintas, generacionales, relacionadas con distintas praxis, porque no es lo mismo el caso de la música y cómo se ha abierto al campo de la literatura, por ejemplo. Pero hay algo en común que sí tiene que ver con que nuestras subjetividades, de alguna manera, se construyeron a partir de esa relación con esa música, esos discos, esos objetos, esos nombres propios.

-¿Y específicamente sobre tu participación?

-En mi caso, voy a tratar de hablar desde mi experiencia, desde mi propia biografía personal, musical, artística, política, porque, de un modo u otro, esa música vibra.

-En relación con el título del encuentro, ¿por qué creés que nos gustan tanto The Beatles en esta parte de la región?

-En este sentido, se habilitan muchas respuestas. Justamente, esa misma multiplicidad de respuestas es lo que nos convoca. Y es muy interesante qué sucede en esta parte de la región, porque evidentemente nuestras escuchas son situadas, son desde una parte muy lejana del mundo, si se quiere. Por lo tanto, implican un desfasaje, apropiaciones peculiares, desconocimientos temporales, malos entendidos, pero que también tuvieron su expresión muy fructífera. Por ejemplo, pensemos en el grupo argentino Almendra: tipos que imitaban la fonética inglesa y no conocían una palabra en inglés. Sin embargo, en esa situación, en esa imposibilidad, se construyó algo muy personal.

-¿Qué relaciones encontrás, musical y culturalmente, entre ese furor de los sesenta y la Argentina?

-No sé si ese furor de los sesenta puede verse hoy de otra manera más que como historia. No obstante, es una historia que ha dejado huellas distintas. En mi opinión, se trata de una huella en la que lo interno y lo global se entreveran de modo muy asimétrico, muy específicos.

-¿Creés que con el paso del tiempo mermó ese furor en esta parte de la región? ¿Las nuevas generaciones perdieron interés?

-No sé si mermó, lo que creo es que las nuevas generaciones tienen formatos diferentes y, por lo tanto, experiencias distintas. Para mí generación, el disco Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band implicaba una apertura a la literatura, al cine, a la política, a otras músicas. Cada figura de esa puesta en escena abría puertas de significados y de experiencias subjetivas. Del mundo desmaterializado, la música se escucha de otra forma. Creo que no es el mismo interés, porque tampoco es el mismo soporte. Cada generación construye sus propios pactos de verosimilitud y sus relaciones afectivas.

-¿En tu opinión, qué es lo mejor de The Beatles y por qué deberíamos seguir escuchándolos?

-Entre 1965 y la disolución de la banda representan un proceso esencialmente modernista, en el cual la crítica a las praxis y a los materiales preexistentes es permanente. Eso permite una línea evolutiva en la cual la forma de la canción es pensada de manera intuitiva, también como un receptáculo donde pueden entrar todas las tradiciones. Entonces, de Joyce a la música concreta, del Barroco a la música de vanguardia de posguerra, la vanguardia académica, etc. Así que, creo que sigue siendo un modelo operativo de unir lo alto y lo bajo de la cultura, categorías que no me gustan, pero que encuentran en esos discos una suerte de centro, de convergencia, de hibridación que todavía sigue siendo muy productivo.

Al cierre del encuentro, Hernán Jacinto interpretará algunas canciones cuarteto de Liverpool a piano solo, como "Here there and everywhere", "She's leaving home" y "Michelle". La entrada es libre y gratuita, y se realizará en el Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (Agüero 2502, CABA).