Paro Internacional de mujeres
La Secretaría de Gestión y Empleo Público, en apoyo al Paro Internacional de Mujeres del 9 de marzo, comunica que las trabajadoras de la Administración Publica Nacional que adhieran a la mencionada medida de lucha quedarán exceptuadas del control biométrico, no se efecturán descuentos por el día, ni impactará en el presentismo.
La Secretaría de Gestión y Empleo Público, dependiente de la Jefatura de Gabinete dispuso que, en apoyo al Paro Internacional de Mujeres que se realizará el lunes 9 de marzo, las trabajadoras de la Administración Publica Nacional que adhieran a la mencionada medida de lucha quedarán exceptuadas del control biométrico, no se efecturán descuentos por el día, ni impactará en el presentismo. La medida también dispone que las autoridades de cada jurisdicción deberán definir las actividades esenciales o de alta criticidad, para que se puedan garantizar la normal prestación de los servicios.
“Es fundamental que el Estado, en su rol de empleador, dé una potente señal de apoyo a la lucha de las mujeres, garantizando el derecho de las trabajadoras de la Administración Pública Nacional a adherir al paro y visibilizar el rol que las mujeres cumplimos en la sociedad” dijo la secretaria de Gestión Pública y Empleo, Ana Castellani.
Según un estudio realizado por Castellani, el llamado “techo de cristal” se manifiesta muy tempranamente en el Estado. En los puestos de trabajo de quienes no ejercen cargos políticos ni de conducción la paridad es de 50/50 entre mujeres y varones. Pero, a medida que se asciende en la escala jerárquica se empieza a percibir el “techo de cristal” que pone un freno a las mujeres en cargos de decisión. En la alta dirección pública, por caso, la relación ya es de 44% mujeres y 55% varones, al tiempo que en las autoridades superiores la distancia es de 22% mujeres y 78% varones.
Algunas de las razones para que esto suceda son: el sesgo de género al convocar a los equipos de gestión superior (como los cargos más altos se ocupan mayoritariamente con varones se verifica un reclutamiento sesgado); las expectativas sociales depositadas en las mujeres sobre la administración y balance del tiempo dedicado al mundo público y al privado; y, por último, pero no por eso menos importante, las formas masculinizadas del ejercicio del rol derivado de los cargos. “Como las posiciones se ocuparon tradicionalmente por varones, el ejercicio del rol que se desprende de esas posiciones está muy asociadas a atributos socialmente percibidos como masculinos””, explicó Castellani.
“Si bien hay una tendencia a mejorar la paridad, no hay un cambio estructural sobre aquello que opera la brecha”, agregó. “Por eso son importantes estos espacios que problematizan la cuestión: es clave incorporar la perspectiva de género en el diseño de políticas públicas”.
El universo de estudio del que surgen estos datos es el personal civil del sector público nacional (no incluye empresas estatales) durante el período 2009-2029. Se relevaron los cargos de autoridades superiores, alta dirección pública y personal fuera de nivel o extraescalafonario. La fuente de este estudio es la Base Integral de Empleo Público que gestiona la Secretaría de Gestión y Empleo Público de la Nación.
Este informe Brecha de género en los cargos de gobierno 2009-2019 se presentó en el tercer encuentro de Mujeres Gobernando al que asistieron más de cien mujeres entre ministras, secretarias, subsecretarias, directoras y demás funcionarias de distintos organismos estatales.