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“Papeles antiguos. Dibujos italianos”, en el Museo Nacional de Bellas Artes

Hasta el 18 de junio, continúa abierta la muestra que puede visitarse de manera libre y gratuita. Su curador, Ángel Navarro, nos comenta en esta nota sobre el centenar de piezas que se presentan: obras de grandes maestros italianos de los siglos XVI al XVIII, pertenecientes a la colección del inglés John Whitcomb Bayley que, en 1906, el entonces primer director del Museo Nacional de Bellas Artes, Eduardo Schiaffino, compró en la capital italiana.

La colección de dibujos que poseía el escritor y anticuario inglés John Whitcomb Bayley (1787-1869) –autor de Historia y antigüedades de la Torre de Londres (1821-1825)– llegó a estar conformada por casi 600 obras de los siglos XVI, XVII y XVIII. La mayoría de ellas, realizada por artistas italianos (en algunos casos, atribuida), mientras que otras pertenecen a las escuelas flamenca, holandesa, francesa, inglesa y española.

Este conjunto de obras llegó a la Argentina en 1906 y, un año después, al Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), gracias a la intervención de su primer director: el historiador del arte, Eduardo Schiaffino. Fue ese año cuando Schiaffino adquirió toda la colección en Roma (Italia), con el fin de ampliar y enriquecer el acervo institucional y museístico del MNBA.

Según cuentan desde el Museo, “este cuerpo de obra fue objeto de estudio por parte de especialistas y, a lo largo de los años, se ha logrado identificar dibujos preparatorios de artistas como Parmigianino, Giorgio Vasari, Guido Reni, Giovanni Battista Gaulli, Federico Barocci, o muestras significativas de Pirro Ligorio, Federico Zuccaro, los hermanos Cherubino, Giovanni Alberti, Cristoforo Roncalli y Luca Cambiaso, entre otros". Y agregaron: “En el catálogo original, también figuraban los nombres de Rafael Sanzio, Miguel Ángel y Leonardo da Vinci, en obras que hoy se reconocen como copias o estudios realizados a partir de los trabajos de estos maestros".

"Monje acompañado por dos ángeles", de Jacopo Negretti, llamado Palmagiovane. Venecia, ca. 1548–1628.

La muestra, organizada en once núcleos temáticos, presenta un total de 112 piezas expuestas entre las salas 37 a 40 del primer piso del Museo. Estos núcleos temáticos se reúnen a partir de una perspectiva geográfica y, a la vez, según las escuelas de distintas regiones italianas. Entre ellas, Roma, Florencia, Parma, Venecia, Bolonia, Lombardía, Génova, Piamonte, Nápoles y Sicilia.

Por otra parte, además, se presentan los apartados "Antigüedad" y “Copias excelsas”. Mediante estos dos ejes, se exhiben trabajos que en la colección de Bayley aparecían atribuidos a Rafael, Miguel Ángel o Leonardo que, en la Argentina de principios del siglo XX, eran algunas de las primeras imágenes de estos grandes Maestros que se podían conocer.

"Estudio de perro, mujer y niño". Reverso: "La Virgen y el Niño, con San Juan Bautista, Santa Bárbara y Santa Catalina", de Agostino Carracci (Bolonia, 1557-Parma, 1602).

A continuación, Ángel Navarro, curador de la muestra, investigador del Museo Nacional de Bellas Artes y docente, nos cuenta más sobre los “Papeles antiguos. Dibujos italianos” que puede visitarse hasta el 18 de junio, de manera libre y gratuita.

-¿Cómo se llevó adelante la narrativa curatorial de “Papeles antiguos"?

-Esta exposición es parte de un programa más grande, que tiene que ver con el estudio de las obras antiguas sobre papel y con el catálogo razonado sobre el cual estamos trabajando: son alrededor de 250 obras que ya están listas y estudiadas. A raíz de eso es que se pensó en esta exposición. A partir de ese catálogo, realizamos una selección de 112 piezas para su exposición (casi la mitad de lo que ya tenemos estudiado). Y la verdad es que, desde su inauguración, ha tenido una gran recepción: son obras que llegaron en 1907 y, prácticamente, nunca se expusieron.
Cuando teníamos listas estas obras, la pregunta fue ¿cómo mostramos esto? Al principio se pensó en presentar a los distintos artistas italianos alfabéticamente, pero es cierto que varios de ellos, el gran público no los conoce. Entonces, pensé que lo mejor iba a ser plantear una cuestión de tipo geográfica, por regiones, o por centros importantes donde el desarrollo del arte y el dibujo fue significativo. Lo llamamos “núcleos” que tienen que ver con esta cuestión geográfica y expresiva: se pueden diferenciar las distintas regiones italianas en cuanto al tipo de expresión.

Ángel Navarro, investigador y curador de la exposición “Papeles antiguos. Dibujos italianos”.

-En relación con estos núcleos, hay dos de ellos que tienen su propia temática: “Antigüedad” y “Copias excelsas”.

-sí, exactamente. Tienen que ver también con la elección y compra que realizó Eduardo Schiaffino. En la colección que él adquiere, había copias de otras obras. Y las compró porque las consideraba de gran utilidad para la enseñanza del arte y para el conocimiento del público en general. Así, artistas y estudiantes podían acceder a ellas, obras que no habían visto nunca. Y son algunas obras que Schiaffino, en aquel momento, en 1908 exactamente, expuso en el Museo que todavía funcionaba en la calle Florida de la Ciudad de Buenos Aires. Más tarde, recién a principios de los años cincuenta, hace algunas pocas exposiciones más, pero muy pequeñas, tanto en Buenos Aires como en distintas provincias.

-Al respecto, ¿podríamos decir que, a partir de estas primeras exposiciones que llevó adelante Eduardo Schiaffino, se da una de las primeras enseñanzas de la historia del arte en el país?

-Exacto, porque toda la actividad que lleva adelante Schiaffino a partir de la fundación del Museo Nacional de Bellas Artes –no olvidemos que él es el primer director del Museo y, además, se lo considera el padre de la historia del arte argentino– es siempre pensando en la instrucción y enseñanza de la historia del arte en la Argentina. Para él era primordial, no solo para artistas y estudiantes, sino también para el público en general. Pensemos a su vez que a fines del siglo XIX, había muy pocas instituciones para estudiar la propia historia del arte. Entonces, Schiaffino piensa el Museo no solo como centro de exposiciones, sino justamente también como institución que tiene que jugar un gran papel en la difusión del arte.

"La Virgen y el Niño, con San Juan Bautista, Santa Bárbara y Santa Catalina", de Agostino Carracci (Bolonia, 1557-Parma, 1602).

-Algunas de estas obras, cuando estaban en posesión del coleccionista inglés Bayley, estaban atribuidas equívocamente a otros artistas. ¿Se reparó esta cuestión al estudiarlas en la Argentina?

-Sí, totalmente. Comencé hace más de dos décadas con estudios que se intensificaron en los últimos años y que llevaron a los resultados que ahora se ven y que serán recogidos en el catálogo razonado. Así que sí, hubo cambios en relación con eso. Porque, además, hay que tener en cuenta que la colección que llevó adelante John Whitcomb Bayley fue durante el siglo XIX, cuando la historia del arte, en tanto disciplina, era todavía un tanto reciente y no había un gran abordaje crítico como podríamos destacar hoy. Además, porque la concepción de la historia del arte que persistía hasta mediados del siglo XIX es la concepción que había fundado el historiador italiano renacentista, Giorgio Vasari (1511-1574): muy biográfica de los artistas, pero todavía no demasiado crítica como podríamos entenderlo hoy. En ese sentido, se pudo descubrir luego que en el conjunto de dibujos que adquirió Schiaffino había obras que no eran específicamente de la colección Bayley, sino que eran donaciones de otros coleccionistas que equivocadamente estaban atribuídas, por ejemplo, a Miguel Ángel. Eso, a partir de estudios posteriores, se resolvió y es lo que se puede ver también en la exposición actual, resultados del trabajo de investigación que el Museo viene realizando desde hace ya varios años. Se trata de una labor que, sin dudas, continuará en el futuro, para seguir conociendo adecuadamente las obras que integran el patrimonio institucional de dibujos antiguos.

"Cabeza de Proserpina del Rapto de Gianlorenzo Bernini", anónimo, Siglo XVII.

-¿Qué destacaría más de todo lo que se presenta en “Papeles antiguos. Dibujos italianos”?

-De alguna manera, destacaría esa cuestión que comentamos hace un momento: ese paso de la concepción vasariana hacia una mirada más crítica de las obras que podemos hacer hoy. Por otro lado, aquella idea sobre el coleccionismo y el coleccionista que, como sucedió con Bayley, en esos años uno de los focos principales de interés era Italia y la producción de sus obras. En ese sentido, los nórdicos y los ingleses, sobre todo, compraban obras de arte y no solamente dibujos; también pinturas, esculturas y demás. Por eso también hoy los ingleses tienen colecciones tan extraordinarias que podemos ver en sus museos. Además también me gusta destacar las oportunidades que surgen a partir de este tipo de compras que se fueron realizaron a lo largo de los años. Porque el mercado del arte no siempre estuvo, como hoy, demasiado organizado y, entonces dependía mucho de distintos encuentros que se podían llevar a cabo, de la frecuencia en determinados círculos sociales, etc. Son todas cuestiones que se pueden ver a través de la colección y el interés que había, sobre todo, por determinadas figuras como Miguel Ángel, Rafael o Leonardo, por ejemplo, entre otros italianos que también están presentes.

"Dos figuras del Juicio Final, Capilla Sixtina", de Miguel Ángel Buonarroti (Copia), Daniele Ricciarelli, llamado Daniele da Volterra (?).

“Papeles antiguos. Dibujos italianos del Museo Nacional de Bellas Artes” podrá visitarse hasta el 18 de junio de 2023 en las salas 37 a 40 del primer piso del Museo, de martes a viernes, de 11 a 20 h, y los sábados y domingos, de 10 a 20 h, con entrada libre y gratuita.

Imagen de portada: "El Día", Miguel Ángel (Copia), figura de la Sacristía Nueva, Iglesia de San Lorenzo, Florencia.

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