"Naturaleza Animal", en el Museo Casa de Yrurtia
La artista visual Yolanda Pocetti cuenta en esta nota detalles sobre su muestra, donde expone una diversidad de esculturas sobre la fauna argentina. La exposición puede visitarse hasta el 30 de marzo.
Ciervo de los pantanos, pava de monte, monos, osos hormigueros, zorros, llamas y pumas son solo algunos de los especímenes hechos esculturas que integran el variado repertorio creativo de la artista visual Yolanda Pocetti. Sus obras exponen fauna de todo tipo, como la que habita el parque nacional El Impenetrable o la preservada en los cinco parques nacionales cordilleranos compuestos por Los Alerces, Lago Puelo, Perito Moreno, Los Glaciares y Lanín. La meticulosa escultora abordó distintos ejemplares de piezas realistas como propuesta de concientización sobre la fauna local y para dar cuenta así de la amplia biodiversidad argentina.

En este caso, su aporte son nueve obras a descubrir, intervenciones que se observan durante el recorrido por los amplios jardines del Museo Casa de Yrurtia (O'Higgins 2390, CABA), fruto de su interés artístico desde hace años por difundir el patrimonio natural argentino. Sus esculturas permiten identificar, nombrar y comenzar a establecer un vínculo con la fauna nativa e invitan a cierta reflexión sobre la ecología y los rumbos del mundo actual. Así fue cómo supo recrear un ecosistema de fauna autóctona que visibiliza a la cual habitaba estas tierras, previo al advenimiento de la ciudad. La curadora de la puesta es Andrea Elías, titular de este organismo nacional.
La experiencia de Pocetti en el artivismo -aquella fusión entre la práctica artística y activista- se remonta hacia 2021: emplazó una familia de carpinchos frente a la ferroviaria "Estación Tigre", mucho antes de que fueran noticia por su masiva aparición en Nordelta, debido a la crisis de los humedales. También, en esta ocasión, su enfoque principal está arraigado a la naturaleza, aunque no sea su único objeto de interés: mediante su cincel abarca una amplia gama de diseños que incluye desde representaciones animalísticas hasta figuras humanas, incluso retratos esculpidos de personalidades.
A continuación entrevistamos a la artista y autora de "Naturaleza Animal", disponible en el Museo Yrurtia hasta el 30 de marzo

-¿Cómo surge la idea de esta muestra en los jardines del Yrurtia?
-El Museo Casa de Yrurtia es hermoso e impresionante debido a la cantidad de esculturas de Rogelio Yrurtia. Yo iba mucho a dibujar y, un día, estaba la propuesta de una actividad basada en los pájaros que visitan la Casa. Conversé con su directora Andrea Elías y le comenté que tenía algunas esculturas de aves autóctonas sobre un tronco de ceibo, las cuales había expuesto en la vidriera de la Casa Central de Administración de Parques Nacionales, cuando la sede estaba en el Palacio Haedo. Ella sabía sobre esa obra de la familia de carpinchos en bronce, emplazada a la salida de la estación de trenes del Tigre. De ahí surgió la idea de armar una expo para mostrar, un poco, nuestra fauna a través de las esculturas.

-¿Cuál es tu propuesta en particular y tu mirada desde la exhibición?
-Hace muchos años trabajé como voluntaria en una reserva ecológica y descubrí mi ignorancia sobre nuestro patrimonio natural como lo es nuestra fauna. En Buenos Aires, tenemos una gran cantidad y variedad de aves que desconocemos como también mamíferos y reptiles. En general, cuando decimos que nos gustan los animales, hablamos de perros y gatos o empezamos a nombrar animales que no hay en nuestro país. Es muy raro escuchar a alguien decir que le gusta un lobito de río, un ciervo de los pantanos o una tortuga pintada. Tampoco sabemos diferenciar ni apreciar las aves que nos acompañan continuamente, como los zorzales, calandrias, cardenales, como muchos otros. Ese fue el motor que me impulsó hace más de 20 años para tratar de representarlos de una manera lo más realistas posible, no solo para darlos a conocer, sino también para admirar la belleza que hay en cada uno de ellos y en la diversidad. La diversidad me atrae muchísimo. Al llamarlos por su nombre, se establece un vínculo, nos relacionamos, los integramos a nosotros, tienen identidad, dejan de ser simplemente “los animales”.

-¿Considerás que, a partir del arte, es posible concientizar sobre la causa ambientalista?
-Soy artista y amo la naturaleza. En mi caso, trato de concientizar sobre la problemática ambiental y la falta de protección de la fauna silvestre. El problema del hábitat es cada vez mayor: la tala indiscriminada de los árboles, los incendios y la caza furtiva, entre otros.

-¿Cómo aparece tu interés por la escultura animalista?
-Me encanta el arte en general; también hago figura humana. De hecho, se acaba de inaugurar una escultura en bronce del exintendente de Tigre, Ricardo Ubieto (1933-2006), emplazada en la fachada del Museo de Arte Tigre (MAT) para honrarlo por haber sido quien lo fundó. Pero los animales me atraen, me gusta mucho mirarlos, los siento muy desprotegidos y poco valorados. Cuando hago esculturas de animales, la gente me habla de "mis animalitos"; en cambio, cuando hago escultura de humanos, son "ESCULTURAS" (así en mayúsculas). Eso es algo muy simbólico. Sin árboles, no hay vida; sin agua, no hay vida; sin animales, no hay vida. Parecería que el valor de la vida, lo único que tenemos, está totalmente desvalorizado.

-¿Qué cosas conviene tener en cuenta a la hora de recorrer la muestra?
-Siento que miramos a los animales como si fueran inferiores, que no tienen nada que ver con nosotros y que si están o no, no nos cambia. Y es exactamente al revés, tenemos muchísimo para aprender de ellos, son muy sabios, nos aportan muchísimo a nuestra calidad de vida, desde lo emocional a lo físico y todos somos parte de un ecosistema, todos tenemos una razón de ser. Formamos todos por igual una cadena ecológica: si alguien deja de existir, todos nos vemos afectados además del aire, el agua, etc. La recomendación es, simplemente, mirarlos, tenerlos en cuenta, valorarlos.
