Mes de la Mujer
En el marco del Mes de la Mujer, en el Observatorio de Políticas de Género elaboramos una serie de entrevistas a mujeres destacadas del control en donde nos cuentan acerca de sus trayectorias, experiencias y el camino transitado para ocupar puestos de liderazgo.
María Elisabet Rodríguez Greno: “La mujer tiene capacidad para hacer varias cosas al mismo tiempo, y hacerlas bien”
Marita, como todos la conocemos en SIGEN, es la Gerenta de Asuntos Jurídicos del organismo, cargo que desempeña desde el año 2005. En una charla amena, nos cuenta sobre su trayectoria y vivencias a lo largo de los años en el Sector Público Nacional y cómo fue el recorrido para llegar al lugar de jerarquía que ocupa en la SIGEN.
¿Cómo fue el inicio de tu carrera laboral y cómo estaban conformadas las estructuras jerárquicas en ese momento?
Comencé mi carrera laboral en el Tribunal de Cuentas de la Nación en 1982, a los pocos meses de terminar el colegio secundario, o sea que desde esa fecha estoy en el ambiente del control. Paralelamente, comencé a estudiar Derecho en la UBA.
Me enteré de que el Tribunal había iniciado una búsqueda laboral, me presenté, me tomaron una entrevista y rendí algunos exámenes simples e ingresé, obviamente, con la categoría más baja del escalafón.
Mi primer destino fue la Delegación Fiscal ante la Secretaría de Minería, que sería como una de nuestras sindicaturas jurisdiccionales. Allí empecé a aprender de a poco. Mi primera jefa fue la doctora Pérez Ojeda, que luego fue por muchos años Auditora Interna del Ministerio de Economía, una persona de la cual conservó el mejor de los recuerdos y de quien aprendí mucho.
En esa primera oficina mi grupo de compañeros era mixto, todos y todas jóvenes estudiantes de Ciencias Económicas y de Derecho, pero las estructuras jerárquicas en ese momento, en general, eran ocupadas por hombres. Así, el Tribunal de Cuentas estaba dirigido por un órgano colegiado, integrado por esa época, sólo por vocales varones. Después, si bien en los niveles medios, se desempeñaban muchas mujeres, la línea gerencial estaba compuesta mayoritariamente por hombres.
¿Cómo fue el proceso que transitaste hasta que ocupaste un cargo jerárquico?
En el Tribunal de Cuentas, siempre estuve en áreas de control y fui promocionando de a poquito hasta llegar a la Categoría 22. Luego el Tribunal se disolvió y, en febrero de 1993, me transfirieron a la Sindicatura General de la Nación y me asignaron a la entonces Gerencia de Asuntos Legales. Desde entonces me desempeño en este ámbito laboral. Una vez en SIGEN, en cierto modo, tuve que comenzar de nuevo. No obstante ello, estaba feliz de desempeñarme en el ámbito de jurídicos, de estar rodeada de colegas prestigiosos y con experiencia, de los cuales aprendí muchísimo.
Desde el comienzo de SIGEN, el área siempre estuvo conducida por gerentes hombres, hasta que en el año 2005 comencé a desempeñarme en el cargo. En aquella época cuando se hacían las reuniones de gerentes he llegado a ser la única mujer.
A lo largo de tu trayectoria, ¿experimentaste situaciones que hayan implicado algún tipo de violencia por ser mujer?
En cuanto a las experiencias vividas, puedo encontrar alguna lejana, lo que es bueno porque habla de la evolución de la sociedad con relación a estos temas. Por ejemplo, cuando recién comencé a trabajar, teníamos un jefe de equipo que le gustaba decirnos halagos personales. No lo hacía con mala intención, pero a veces nos hacía sentir incómodas. En aquel momento estaba naturalizado y se tomaba como una nota de color de su personalidad, como una conducta casi graciosa. Todos sabíamos que era así y que hacía esos comentarios. Nosotras nos reíamos y seguíamos caminando y mirando para otro lado. Obviamente hoy esto no podría ser posible debido a que la mentalidad y la mirada de la gente cambió por la educación, difusión y concientización sobre estos temas. Es importante tomar conciencia que estas situaciones pueden incomodar y hacer sentir mal al otro.
¿Cómo vivís la lucha que se está dando por el reconocimiento de las mujeres?
Yo creo que a esta altura a nadie le cabe ninguna duda que las capacidades de los hombres y las mujeres para cualquier tipo de actividades son las mismas. Esa distinción que se tenía por suerte se ha visto superada. Si uno mira la historia no puede entender cómo se nos consideraba inferiores y nos ponían en un ámbito de exclusión. Por suerte eso fue evolucionando y se han dado enormes avances en todas las materias. Hemos progresado como sociedad en el reconocimiento de derechos civiles, políticos y sociales, y en la posibilidad de su ejercicio.
Así, basta recordar que, en la primera mitad del siglo pasado, hace 80 años, la mujer no gozaba del derecho a voto ni del pleno ejercicio de sus libertades individuales, que en muchos casos requería de la autorización de su padre o esposo.
Por suerte todo fue avanzando, pero queda camino por recorrer. Son todos avances muy buenos porque la mujer tiene capacidad para todo, para hacer varias cosas al mismo tiempo, y hacerlas bien. Puede conducir países, dirigir organismos internacionales, ser exitosa en su trabajo, ser una excelente madre y compañera, y en todo puede poner una gran dedicación y responsabilidad.
¿Creés que aún hay un techo de cristal, más allá de los avances, que obstaculiza que las mujeres progresen en el ámbito laboral?
Creo que en SIGEN eso no pasa. Ha sido un organismo de avanzada en ese sentido, pero puede ser que en otros lugares aún suceda eso, que persista ese techo.
¿Sentiste algún tipo de discriminación por ser mujer y dirigir un equipo de trabajo?
En la Gerencia de Asuntos Jurídicos somos la mayoría mujeres. Los hombres dicen que van a reclamar el cupo, porque son minoría. Este equipo siempre trabajó muy bien.
Tiempo atrás, cuando estaba en el Tribunal de Cuentas, en la última etapa, tenía a cargo un pequeño grupo de 8 personas y ahí sí sentí cierta desconsideración como: “yo hago la mía”. Era otra cabeza en los años ´90 y me costó un poco más por eso y yo también recién comenzaba a conducir equipos de trabajo y esas cosas me afectaban más.
Se están realizando muchas actividades de capacitación y sensibilización en materia de género, ¿cuál es tu opinión respecto de lo que se está llevando a cabo en el organismo?
Me parece que eso está muy bien, te obliga a detenerte y concentrarte en estos temas que a veces son cosas que uno cree que conoce, pero que la urgencia del día a día no te deja reflexionar lo suficiente. Estas actividades te obligan a ponerte a pensar. Yo creo que la educación en todos los ámbitos sobre estos temas tan importantes es lo que va a lograr que el mundo siga cambiando y todos nos podamos sentir cómodos, incluidos, no discriminados.
La educación es fundamental, deberíamos tener esta mirada de repensar estos temas como algo continuo. Reflexionar y poder visualizar con mayor claridad situaciones que plantea, por ejemplo, el curso de Ley Micaela y que, tal vez, nos permite ver ángulos del problema que no teníamos en cuenta. Escuchar y ver para aprender y cambiar.
Guardando la confidencialidad necesaria, ¿tuviste o viviste alguna situación cercana de acoso, violencia doméstica o laboral?
No, por lo menos no me enteré. Yo creo que, a diferencia de otro tiempo, hoy hay canales para que si alguna compañera sufre alguna situación de violencia laboral o doméstica pueda expresarlo. Creo que es importante trabajar en la concientización para que todos conozcamos que hay un lugar donde poder denunciar. En general la víctima se siente muy sola, por eso es fundamental que sepan que hay espacios de acompañamiento, donde pueden denunciar y canalizar su situación, y que se va a guardar la confidencialidad. Hay que darles confianza absoluta para que pueda expresar su situación.
¿Tenés alguna sugerencia que creas que haya que sumar a las actividades que se están realizando en el organismo para luchar contra la violencia machista?
Yo creo que lo que se está haciendo va por buen camino. Hay que seguir realizando actividades de sensibilización, hacer hincapié en canalizar las situaciones de violencia y que todos sepan que hay un lugar al que pueden recurrir tanto la víctima como alguna compañera o compañero de trabajo que perciba una situación de este tipo. Hacer esa difusión y tratar de seguir trabajando en la concientización de cuestiones de género creo que nos va a permitir a todos y todas seguir avanzando hacia una sociedad mejor.