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Memoria ferroviaria: una muestra y diversas acciones recuperan la historia de nuestros trenes y ponen en valor el patrimonio industrial

Hasta fin de año se podrá visitar la exposición Recoleta para armar / Barrio Saldías en el museo Roca. Además, una exhibición de fotos de rock recorre ciudades a bordo de un tren y, como parte de Generación Museos, volvió a funcionar la imprenta de boletos de tren más antigua del país.

Barrio Saldías: historia de una comunidad ferroviaria

En los límites de la Recoleta, un territorio alberga el latido del ferrocarril. Entre vías, antiguos galpones de carga y vagones hoy destinados a usos culturales, el barrio Saldías es testigo vivo del pasado y presente de la actividad ferroviaria. La visibilización de la historia de este espacio junto a diversas acciones de puesta en valor del patrimonio industrial representan uno de los ejes de trabajo de la Secretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación.

“Es muy importante recuperar el valor de lo que era el ferrocarril, somos una comunidad ferroviaria y gracias a la Secretaría de Patrimonio está resurgiendo esto que se estaba perdiendo”, expresa el diácono de Saldías y trabajador ferroviario, Mario René García. “Queremos recuperar la identidad del barrio”, añade la referente vecinal Elizabeth Fernández.

En 2022, el Museo Roca inició el proyecto La Recoleta para armar / Barrio Saldías, una historia ferroviaria un trabajo conjunto con la comunidad para visibilizar la historia del lugar y contribuir a poner en agenda sus múltiples demandas, especialmente de urbanización del área. En la exposición, que abrió al público el 14 de junio y lleva el mismo nombre del proyecto, el museo aborda la tradición ferroviaria del barrio y su alcance estatal, desde el momento de la expansión del ferrocarril entre 1880 y 1914 al posterior desguace y privatización en los años '90, cuando muchos trabajadores ferroviarios perdieron sus empleos.

Valeria González, secretaria de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, destaca la importancia de poner en valor el patrimonio industrial, una de las categorías contempladas por la Ley de 12.665, de Creación de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos. “Junto a la Comisión Nacional de Monumentos estamos trabajando en la promoción de la categoría de patrimonio industrial. La historia argentina demuestra que el valor de la industria nacional sobrepasa lo económico, proyectándose en lo político y lo cultural. Como modelo político, apunta a un país con mayor soberanía e inclusión social. En términos culturales, es fuente de identidad, pertenencia y memorias. La evocación del mundo ferroviario es un claro ejemplo de ello, atravesando innumerables personas y comunidades e iniciativas culturales y artísticas diversas”, señala.

El núcleo Saldías surgió inicialmente como un apostadero y lugar de viviendas para los trabajadores ferroviarios. Inaugurado en 1914 con el nombre de Parada Kilómetro 3, figura también en los planos como Empalme Ocampo. La estación que dio nombre al barrio, Saldías, forma parte del tren urbano Belgrano Norte, que sigue pasando por la estación que antaño fue un lugar de carga y descarga de FCCC. También siguen atravesando la zona cargueros procedentes de las provincias del Norte del país.

Allí se estableció el empalme de los trenes que circulaban junto al río hasta Puerto Madero y los de pasajeros que seguían a la estación Retiro. Fue una zona de maniobra de las formaciones ferroviarias de carga y donde se armaban los trenes, y llegó a superar en importancia a la propia estación de carga del Dique 4. Con el aumento de su actividad, en 1919 se construyó allí la parada de trenes.

Si bien el flujo de coches disminuyó, hoy por Saldías siguen circulando trenes. “Te levantás a las 4.30 de la madrugada y ya están pasando. Algunos llevan mercaderías a Jujuy, Salta o Tucumán y regresan cargados de azúcar, papa y otros productos que luego se distribuyen en los mercados, eso es así cada día”, cuenta Elizabeth. De pie junto a la antigua boletería, la vecina enseña las vías de tren que están activas, a la vez que advierte de la silenciosa presencia de aquellas otras “muertas”.

La muestra y el mural
Una maqueta y un mapa de situación del barrio, una vía desarmada, ropa de trabajo de los operarios del sector, un cuaderno de entradas y salidas de productos del viejo mercado de frutas y verduras que operaba en el lugar, carnets ferroviarios, un teléfono de vías, referencias a divinidades religiosas y utensilios de cocina del comedor barrial son parte de los objetos presentes en la exhibición. La propuesta de La Recoleta para armar / Barrio Saldías, una historia ferroviaria, organizada de forma conjunta con la comunidad y el Museo Roca, no solo incluye la reconstrucción de la historia del barrio atada a los vaivenes de la historia del ferrocarril, sino que también pone el foco en la actualidad del lugar, los lazos sociales que se mantienen en la comunidad, los anhelos, las miradas de futuro y los reclamos populares a través de objetos, proyecciones y voces de vecinos y vecinas. Junto con la exhibición, la comunidad también participó de un documental -Esta es mi casa, producido por el Museo Roca con el apoyo de la Fundación Williams-, y trabajó en el desarrollo de un jardín ferroviario en el espacio al aire libre del Museo.

“Dentro del proyecto Recoleta para armar, el Museo Roca empezó a trabajar con la comunidad de Saldías y su relación particular con el entorno, al tratarse del único espacio de la Comuna que no está urbanizado y donde por lo tanto hay grandes diferencias sociales”, señala Carolina Carman, directora del Museo. Y remarca: “Sin duda aparece como cuestión central la historia ferroviaria”.

En el caso de Saldías, gran parte de los extrabajadores se han agrupado para canalizar de forma colectiva sus reivindicaciones: “Este trabajo que está haciendo Patrimonio intentando recrear la historia del barrio es lo más importante que llegó a Saldías en todos estos años, el Museo Roca hizo visibles las necesidades que tenemos y nos permite mostrar que el barrio existe: queremos recuperar su historia”, remarca Elizabeth Fernández.

Además de la muestra en el museo, el proyecto se extiende a un mural en un espacio emblemático del barrio: se trata de la réplica de un par de boletos de tren “de los de antes” que el artista visual Patricio Larrambebere pintó sobre un lateral de la histórica boletería de Saldías. “Son dos boletos de los que se emitían en esta estación: uno de clase única, de ida y vuelta, naranja y blanco, que dice Saldías, y el otro que representa uno de los que se usaban para perros, en el que se lee Parada Kilómetro 3 Central Córdoba, que era la denominación anterior a Saldías, en verde y blanco. Estos diseños, que eran de cartón, desaparecieron en los 90”, comenta el artista, quien trabajó de adolescente en los ferrocarriles.

Recoleta para armar/ Barrio Saldías - De miércoles a domingos de 14 a 19 en el Museo Roca (Vicente López 2220).

Museo Itinerante: el rock argentino sale de gira en tren

En marzo de este año, Yo quiero ver un tren. Rock argentino en los años 80, la exposición de fotografías del artista Carlos Miguel Giustino (Aspix) empezó su recorrido a bordo del Tren Museo Itinerante de Trenes Argentinos Capital Humano, con el objetivo de visitar 32 localidades de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. La formación es parte del acervo del Museo Nacional Ferroviario.

Impulsada por la Secretaría de Patrimonio Cultural, la muestra de fotografías de rock adopta como sala de exposiciones el denominado vagón-bar del histórico tren. “Hoy el ferrocarril, tantas veces protagonista en las letras de las canciones, renueva su cualidad de transporte cultural, esta vez viajando en el tiempo a bordo del Coche Salón Bar del Tren Museo Itinerante”, señala Aspix, el autor de las imágenes. Y en cuanto a la muestra, detalla: “Esta selección de fotografías se posa sobre algunos de los íconos de los años 80 e incluye desde el crudo registro en vivo de shows fundamentales al retrato posado generalmente logrado en un mano a mano de mirarse a los ojos y con escasos recursos materiales”.

El Tren Museo Itinerante también realiza su recorrido con muestras en otros de sus vagones con exhibiciones de objetos pertenecientes al patrimonio ferroviario, temáticas de Medio Ambiente y, entre otros, contenido audiovisual en el coche-cine del INCAA, donde se proyectan películas en su arribo a las distintas localidades.

Boletos en la máquina del tiempo

La máquina de imprimir boletos catalogada como la más antigua del país volvió a funcionar gracias al trabajo de la Asociación de Boletos Tipo Edmonson (ABTE) que, con el apoyo de la Secretaría de Patrimonio en el marco del programa Generación Museos junto al Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo de Luján, la puso en marcha.

Cedida en los años 80 por la empresa del Ferrocarril Oeste al Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo de Luján, donde hoy se encuentra, la máquina Edmonson funcionó desde fines del siglo XIX hasta 1911. De mecanismo manual a través de una manivela, llegó a imprimir unos 12.000 boletos por hora, registrando con tinta las indicaciones de los viajes: procedencia y destino, clase, precio y número de orden.



Acondicionada por Carlos Ávalos, trabajador del museo, y por el artista visual Patricio Larrambebere, integrante de ABTE, la maquinaria ha vuelto a imprimir boletos como parte del programa Generación Museos, iniciativa de la Secretaría que une a museos e instituciones culturales con los centros de estudiantes. Esta propuesta permite a los jóvenes participar activamente en la impresión de boletos con la vieja técnica en busca de la posibilidad de inventar una hazaña colectiva. La experiencia se complementa con una exhibición de objetos, impresiones y catálogos conservados por la Asociación que invitan a reflexionar sobre la memoria popular ferroviaria.

Conexión Bahía Blanca


Como un modo de ampliar esta política pública del Ministerio de Cultura de revalorización del acervo ferroviario, el pasado 3 de junio el Tren Museo Itinerante hizo escala en la Estación Bahía Blanca Sud con su muestra Yo quiero ver un tren. Allí, junto al Museo Ferrowhite, ABTE y en el marco de Generación Museos, la propuesta también fue imaginar boletos y trenes capaces de transportar en tiempo y espacio.

Nicolás Testoni, director de Ferrowhite, resume la experiencia: “En el rectángulo minúsculo de un boleto Edmonson cabe un país. Esos 57 x 30,5 milímetros abarcan kilómetros y kilómetros de vías, cientos de estaciones, millones de vidas. El sábado 3 de junio copamos el andén 3 de la Estación Bahía Blanca Sud. Junto a la Secretaría de Patrimonio Cultural de la Nación, Generación Museos y la Agrupación Boletos Tipo Edmonson invitamos a las y los visitantes del Tren Museo Itinerante a imaginar un viaje colectivo. Trenes con destino a la playa, a la cancha, a Disney, a la mismísima luna, que pusieron a rodar la idea de que el ferrocarril no es sólo un medio de transporte, sino además un deseo compartido”.

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