Chivilcoy, (BUENOS AIRES), 12 de octubre de 2018 – Para que la carne que día a día consumimos no represente riesgos para la salud humana, los frigoríficos faenadores y elaboradores deben cumplir con una serie de requisitos edilicios, técnicos y sanitarios específicos, cuyo cumplimiento es auditado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) cuando se trata de establecimientos con habilitación nacional.

En este sentido, el pasado 10 de octubre, el coordinador de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Centro Regional Buenos Aires La Pampa, del Senasa, Hernán Isequilla, junto a su equipo de profesionales y técnicos, realizó una nueva recorrida de inspección y control en establecimientos faenadores de bovinos y porcinos, en la región norte bonaerense.

En esta oportunidad la medida implicó un relevamiento técnico considerando los aspectos documentales oficiales, las condiciones edilicias de los establecimientos, su construcción, ingeniería sanitaria y operatividad de la planta, al tiempo que se analizó cómo están constituidos los Servicios de Inspección Veterinaria (SIV) en las plantas y sus metodologías de trabajo, en el marco de la mejora continua.

Al respecto Isequilla señaló: “El Senasa, es el organismo sanitario rector del país que ejerce el control de los productos, subproductos y derivados de origen animal en todas sus etapas de producción, efectuando los respectivos controles en los establecimientos de faena y elaboradores con habilitación nacional, para asegurar que todo producto cárnico que llega a la mesa de todos los argentinos sea inocuo”.

“Las visitas técnicas a las plantas frigoríficas forman parte de una estrategia de trabajo imprescindible e insustituible, a la hora de trabajar en favor de la salud tanto humana como animal, contribuyendo a su bienestar a través de procedimientos de calidad, eficacia y profesionalismo de estos controles”, destacó el funcionario.

En este marco, los supervisores y jefes de inspección veterinaria del Senasa, continuarán con las recorridas e inspecciones en las plantas frigoríficas de la región, controlando sus procesos productivos destinados tanto a exportación como al consumo interno.