Presidencia de la Nación

Masculinidades sin violencias

Los encuentros tienen como objetivo debatir, profundizar y conocer las distintas maneras transversales y articuladas de intervención sobre las masculinidades de cada institución, a nivel municipal y provincial, y también en las organizaciones sociales, siempre desde la perspectiva de género y diversidad.

El Ministerio de Cultura y el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad impulsan las Jornadas “Masculinidades sin violencias”, en articulación con Ministerio de Salud e instituciones locales de las diferentes provincias del país.

Los encuentros tienen como objetivo debatir, profundizar y conocer las distintas maneras transversales y articuladas de intervención sobre las masculinidades de cada institución, a nivel municipal y provincial, y también en las organizaciones sociales, siempre desde la perspectiva de género y diversidad.

Las jornadas -que ya recorrieron Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y San Luis - continuarán en Río Negro, Santiago del Estero y Buenos Aires, para continuar dando respuestas a las demandas de las regiones en busca de una sociedad más igualitaria, abordando acciones diseñadas en torno a las políticas de prevención de violencias y a las prácticas cotidianas en las localidades que desarrollan la prevención y el trabajo con varones que ejercen violencia.

Jornada en San Luis.

Hacia masculinidades sin violencias

La sociedad atraviesa un proceso de ruptura de estereotipos heteronormativos y roles rígidos asignados al género. Los mandatos históricos de masculinidad hegemónica determinan cómo es ser un varón “normal”: esto incluye los mitos del ser exitoso, proveedor, fuerte, protector, heterosexual, hipersexualizado y sostén del hogar, entre otros. Estos roles y adjetivos heredados culturalmente pueden inducir a los varones a exponerse a sí mismos y a otras personas a conductas violentas.

El diseño de políticas públicas con enfoque de masculinidades debe promover que los varones participen activamente en las acciones dirigidas a la igualdad de género, la erradicación de la violencia contra las mujeres, la promoción de la salud y la participación en el trabajo doméstico, entre otros. El Estado tiene un rol central en garantizar la igualdad entre los géneros, la erradicación de la discriminación y las violencias hacia mujeres y LGBTI+. Estos objetivos están consagrados en el marco normativo nacional y en los instrumentos internacionales de los que Argentina es parte.

Jornada en Tierra del Fuego.

A partir de la Campaña Nacional de Prevención de las Violencias de Género Argentina, el Estado se compromete a elaborar políticas públicas con una perspectiva de género transversal. Con ello busca prevenir las violencias y la desigualdad de género en todas las esferas, ampliando la participación de mujeres y disidencias en la confección de nuevos programas.

Se trata de fortalecer un paradigma que permita planificar, ejecutar y medir las políticas públicas con enfoque de géneros y diversidad, abriéndose a diferentes formas de habitar las masculinidades: libres de violencia.

Las jornadas

Durante los encuentros se proponen dinámicas de debate para cuestionar las creencias aprendidas como los privilegios de género para pensar, de manera crítica y colectiva, acciones concretas dirigidas a ámbitos estatales, empresariales, de la sociedad civil y el ámbito deportivo. De esta forma, se propicia el encuentro de autoridades, equipos técnicos y espacios nacionales, provinciales, municipales y organizaciones sociales para facilitar el intercambio y la exposición de lo implementado en materia de masculinidades con perspectiva de géneros. Se reflexiona además sobre los ejes temáticos que promueve la Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales (Ley 26.485): violencia doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica y mediática.

Los encuentros en cada provincia favorecen el cambio cultural necesario en el camino hacia la eliminación de las desigualdades de género y manifestaciones de la violencia hacia mujeres y personas LGBTI+, entendiendo que la transformación social requiere de estructuras y políticas estatales, pero que no se agota en ellas.

Un trabajador municipal, participante en la Jornada de Tierra del Fuego, reflexionó: “Es una parte del problema que es poco abordada, y es una parte grande. Se requiere trabajar no solamente con las víctimas, sino con la parte que ejerce la violencia o que puede ejercerla, es decir, con los hombres, en pos de desarmar muchas actitudes transmitidas desde hace años. Debemos reconocer distintas actitudes como machistas y que incomodan aunque parezca que no, ya que no es bueno acostumbrarse a esas cosas. Es muy importante que estos encuentros puedan seguir haciéndose, y que sean en distintos puntos del país, que se vuelva accesible a todos y todas". Participan también referentes que suman al debate sus miradas desde distintos ámbitos, desde el periodismo y el deporte como Juan Chatruc, o Pedro Saborido desde la cultura.

"Debe ser cuestionado algo que forma parte de una normalidad. Las normalidades son conquistas: mientras uno esté en un plano ideológico quiere decir que está viendo el mundo de una manera. Después, cuando acepta determinadas cosas de un sistema y las normaliza, como se pretende ahora que se vayan normalizando muchas pérdidas de derechos, entonces eso se convierte en sentido común. Pero que esté legitimado no quiere decir que esté bien", manifestó el guionista, escritor y productor Pedro Saborido en San Luis.

Pedro Saborido cuestionando la normalidad.

José Chatruc, deportista y periodista, comentó en la jornada de Tierra del fuego: “Estamos hablando de situaciones de gritos, maltrato, empujones… que no dejan de ser situaciones de violencia doméstica y psicológica. Tiene que haber espacios donde se pueda enseñar y se pueda aprender, y la gente pueda, sobre todo, entender. Los colegios, los clubes, son un buen punto de partida para que los chicos y las chicas interactúen con una relación de paridad, tanto en los juegos como en las charlas”.

Por su parte Julián Nadal, director provincial de Formación de Políticas de Igualdad de Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur, compartió: “Las ideas que surgieron para implementar en ámbitos deportivos y de consumos problemáticos estuvieron asociadas a las dificultades que encuentran los varones en relación a la exigencia hegemónica patriarcal de ser siempre viriles, de cumplir con estos estereotipos tan rígidos, que a veces complican el acceso a la salud mental. Y, en el ámbito deportivo, estos estereotipos empujan a las iniciaciones al maltrato entre varones y a la dificultad para que las mujeres y diversidades sean incluidas en el mismo. Es fundamental que estas políticas públicas tengan aplicación a nivel nacional dado que la masculinidad hegemónica es parte del problema de las violencias por razones de género en todo el país”.

Uno de los talleres brindado en San Luis.

Se desarrollaron además los siguientes talleres: Formación de Replicadorxs en el trabajo con masculinidades orientado a deportistas, referentes de clubes y asociaciones deportivas; Taller sobre Juventud y Masculinidades, donde se trabajó sobre género, estereotipos y salud desde una mirada crítica a los mandatos de masculinidad hegemónica; Taller sobre Salud Mental y Consumos Problemáticos en las Masculinidades y el Taller de formación en herramientas de abordaje de primer contacto.

El contenido resultante de cada encuentro será insumo para programas de prevención, proyectos y acciones destinados al cuestionamiento de los discursos, mandatos y prácticas vigentes que reproducen lógicas y vínculos machistas.

La Dirección de Programas Socioculturales y la Dirección Nacional de Diversidad y Cultura Comunitaria del Ministerio de Cultura de la Nación colabora con estas acciones impulsadas por la Subsecretaría de Abordaje de las Violencias por Motivos de Género de la Nación, del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad en pos de favorecer espacios de debate y de construcción colectiva de herramientas conceptuales para la desnaturalización de los patrones culturales históricos vigentes, que constituyen el origen de las desigualdades de género estructurales y reproducen múltiples tipos y modalidades de violencias de género.

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