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María Sonia Cristoff: “Me interesa cualquier lógica que desafíe la imperante”

La escritora, ganadora del premio de novela Sara Gallardo 2023 por Derroche, texto que aborda con ironía los temas vinculados con el trabajo, el progreso y ciertas costumbres mundanas, habla sobre su rutina de trabajo, la escritura y su “política poética”, entre otros temas.

El 16 de septiembre último, la escritora argentina María Sonia Cristoff ganó la edición 2023 del premio nacional de novela Sara Gallardo por su novela Derroche, editada en 2022 por Literatura Random House, un relato ficcional construido a partir de formatos no ficcionales: empieza con una carta larga, termina con una crónica de viaje y, en el medio es, entre otras cosas, una sucesión de autobiografía, retratos, crónica de viaje, ensayo, y un telegrama de renuncia que deriva en proclama. “La ficción y la no ficción están presentes en todos mis libros, independientemente de que después la circulación en el mundo los catalogue de novela o crónica o ensayo o lo que fuera”, dice Cristoff en esta entrevista.

Cristoff vive en Buenos Aires, pero nació en Trelew en 1965 y, además de Derroche, es autora de Mal de época, Inclúyanme afuera, Bajo influencia, Desubicados y Falsa calma. También compiló, entre otros volúmenes, Acento extranjero, Patagonia, Idea crónica y Pasaje a Oriente. Graduada en Letras por la Universidad de Buenos Aires (UBA), escribe en distintos medios y da clases en la Universidad Nacional de las Artes (UNA) y en la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref). Según la solapa de Derroche es, también, una caminadora “compulsiva”.

Derroche fue elegida entre las 79 novelas de todo el país, por un jurado integrado por las escritoras Ángela Pradelli y Eugenia Almeida, y el escritor Julián López. El certamen rinde homenaje a la escritora y periodista argentina Sara Gallardo (1931-1988), autora de una obra singular, intensa, que escapa a los encasillamientos y que sigue sorprendiendo y desafiando en la actualidad. Para Cristoff, ganar este premio, significó: “Una alegría inmensa. Por haber sido leída por un jurado que respeto y por la ampliación de lecturas que implica un premio. Por la conexión con Sara Gallardo, una de mis interlocutoras favoritas.

Según las consideraciones del jurado: “Derroche es un texto sobre la energía del pensamiento, una novela ágil que se densifica, cambia la cualidad de su tempo narrativo y llega como un canto compasivo y valeroso”.

La escritora argentina María Sonia Cristoff. Foto de Gabriel Díaz. Gentileza María Sonia Cristoff.
La escritora argentina María Sonia Cristoff. Foto de Gabriel Díaz. Gentileza María Sonia Cristoff.

-Leí que te reservabas unas horas de la mañana para la escritura. ¿Seguís teniendo esa rutina? ¿Cómo y por qué te la armaste?

-Sigo teniéndola, sí. No la cambio por nada. Es algo que fue armándose sin que yo lo diseñe desde la voluntad, en realidad, como si inconscientemente hubiese decidido que cada vez que me despierto, es decir que recuerdo que estoy viva, asumo ese milagro y voy corriendo a hacer lo que tengo más ganas de hacer, lo que le da más sentido a ese día que empieza. Y así sucesivamente.

-¿De dónde surgen los temas para la escritura?

-De un magma desconocido en el que se entrecruzan lecturas, experiencias, contextos, anhelos e intervenciones del azar.

-¿Tenés algún escritor o escritora que te despierte las ganas de escribir?

-Mis ganas van por otro carril, vienen de otras fuentes. Lo que sí ocurre es que, durante el proceso de escritura, cuando me enfrento a determinados problemas literarios, cuando pienso en la construcción de voces, o de personajes, cuando calibro abordajes, indefectiblemente me acuerdo de cómo lo resolvió tal o cual, e incluso muchas veces voy a releer ese texto de tal o cual, me entrego a esas conversaciones con autoras y autores -que en la gran mayoría de los casos están muertos en tanto personas.

-¿Te hace más feliz escribir ficción o no ficción? ¿O depende de las circunstancias?

-La ficción y la no ficción están presentes en todos mis libros, independientemente de que después la circulación en el mundo los catalogue de novela o crónica o ensayo o lo que fuera. Lo que no quiere decir que para mí sea indistinto escribir en una línea o en la otra, como por ahí está de moda decir. La diferencia, en mi caso, tiene más que ver con pulsiones y con velocidades: en los momentos no ficcionales de mis libros prepondera una pulsión investigativa que está en línea con aquello que dice (el filósofo francés Jacques) Rancière de que lo documental es sobre todo un dato a indagar, un foco puesto en una serie de cuestiones sobre las cuales leo mucho, sobre las que vuelvo morosamente; en los momentos ficcionales, en cambio, me voy dejando llevar por el impulso de la escritura, por el vértigo de la letra.

“Derroche”, editada por Literatura Random House, de María Sonia Cristoff, ganadora del premio novela Sara Gallardo 2023.
“Derroche”, editada por Literatura Random House, de María Sonia Cristoff, ganadora del premio novela Sara Gallardo 2023.

-¿Cuándo considerás que se es escritor o escritora? ¿Sólo por escribir, cuando se publica, cuándo se tienen lectores?

Cuando, independientemente de publicaciones y etcéteras, se te va la vida en eso. Cada quien sabrá de qué hablo.

-En la entrevista que le hiciste a Annie Ernaux, ella dice: “A mí la forma me desvela, me parece crucial. Me parece que ahí está la clave de la escritura, y no al revés, no en el contenido ni en las características (...) de los hechos. Pero no hablo de la forma en un sentido estetizante sino de la forma en tanto búsqueda, en tanto construcción de una mirada que me permita ver mejor. La forma como una búsqueda estética y ética, un compromiso con la verdad”. En tus novelas la forma tiene mucha relevancia, ¿qué pensás de esa idea de Ernaux?

-Adhiero plenamente. Tanto a lo que dice Ernaux como a lo que dice (el poeta brasileño) Paulo Leminski, aquello de que “no es solo en el terreno del contenido donde debes oponerte al sistema, sino sobre todo en el terreno de las formas. Ahí está lo verdaderamente revolucionario: a eso llamo política poética”. Me parece que el trabajo con las formas es tremendamente elocuente, y a la vez sutil. Quiero decir: está diciendo mucho, sin por eso ser explícito o explicativo, dos de las malas sendas de la literatura, por nombrar solo a las que empiezan con “ex”. Algunos lectores de Derroche me dicen que por momentos les da vértigo cómo se pasa de un formato a otro, como se superponen voces y relevancias, como que van en una especie de tren fantasma que no se detiene en explicaciones tranquilizadoras, y a mí ese vértigo del que hablan me parece el mejor elogio posible. Sería tremendo para mí que una novela que trata de tres personajes que le dan un portazo a tantas de las cosas alienantes y esclavizantes que los agobian en la marcha del mundo, sobre todo en el mundo del trabajo, que conspiran contra el sistema imperante, no hiciera sentir a quienes leen también una cierta desestabilización.

“En mi política poética, la lectura no debe ser una palmadita tranquilizadora ni mucho menos un manual de prácticas ejemplares, sino una experiencia desestabilizante”.

-En Falsa calma aparece un personaje que dice tener un diagnóstico de esquizofrenia y en Mal de época está la búsqueda de un paciente psiquiátrico. ¿Te interesa el tema de la locura?

-Me interesa cualquier lógica que desafíe la imperante, el lugar común de la doxa. La locura es una de ellas.

-¿Qué significa haber ganado el premio Sara Gallardo?

-Una alegría inmensa. Por haber sido leída por un jurado que respeto y por la ampliación de lecturas que implica un premio. Por la conexión con Sara Gallardo, una de mis interlocutoras favoritas, sobre todo cuando se trata de manejar la síntesis y la elipsis como modos de irradiar sentidos, de evitar las redundancias explicativas. Por vivir en un país en el que las instituciones culturales entienden que el trabajo de los y las artistas debe ser apoyado, que no todo debe entrar en la lógica del retorno de la inversión. Por la infinidad de mensajes que recibí de colegas y lectores de lo más variados. Por el festejo con mi editora, Ana Laura Pérez. Y por la perspectiva de ampliar mi biblioteca con un buen carpintero.

La escritora argentina María Sonia Cristoff. Gentileza María Sonia Cristoff.
La escritora argentina María Sonia Cristoff. Foto de Gabriel Díaz. Gentileza María Sonia Cristoff.

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