Manuel García: “el caminar tendrá siempre que ver con el quijotesco afán de ese mundo que uno sueña”
El trovador chileno llega este sábado 17 al Centro Cultural Kirchner para presentar en vivo su trabajo más reciente “El Caminante”, un disco de dúos en el que participan Pedro Aznar, Mon Laferte, Silvio Rodríguez y Eva Ayllón, entre otros. El concierto se podrá seguir en vivo por Radio Sonido Cultura.
Poeta de las cosas simples, Manuel García es una figura clave de la música chilena, que este sábado 17 a las 20 h presenta en el Centro Cultural Kirchner su nuevo disco El Caminante.
García cuenta con más de una decena de álbumes de estudio, uno de ellos en colaboración con Pedro Aznar, Abrazo de hermanos, ganador del Premio Gardel al mejor disco conceptual en 2020.
Concebido originalmente como una celebración de sus 50 años, El Caminante está repleto de bellas colaboraciones musicales con artistas amigos como Silvio Rodríguez, Mon Laferte, Eva Ayllón, Lenine, Aznar y hasta su propio padre.
El concierto en el Centro Cultural Kirchner - en el que estará acompañado por la pianista Carmen Paz “Kuki” González y alguna sorpresa más- será transmitido en vivo a través de radio Sonido Cultura.
Quijote moderno, Manuel repasa en este disco de duetos algunas de sus canciones más emblemáticas, muchas reversionadas durante la pandemia de COVID-19.
“Con las restricciones tuvimos que concebir un disco distinto. Muchas de esas colaboraciones se hicieron por vía remota. El cumpleaños se volvió virtual, salvo por algunas excepciones como con Martirio y Raúl Rodríguez. Sí me parece que en las canciones que yo había publicado en alguna parte tenían un abstracto estético con pulsaciones rítmicas algo desdibujadas a propósito. Era lógico entonces que los y las intérpretes reversionaran los temas sintiendo desde su propio lugar, desde su propia realidad cultural. Ese diálogo, esa conversación musical, era algo que estaba esperando. Las canciones eran unas semillas muy humildes, esperando que algo las fertilizara. Lo que las ha hecho crecer ha sido el calor, el abrigo y el amor de tantos amigos y amigas de muchas partes del mundo”, explica García sobre el proceso de producción de El Caminante.
—¿Cómo surgió el título del disco?
—Surge de la tradición común, del mundo itinerante de las y los artistas que de pronto se echan a andar por el mundo. Para conocer, aprender, observar, y entender la vida, es necesario caminar, avanzar. Caminar como metáfora y también literalmente en el caso de aquellos que de a pie hemos hecho el recorrido tan necesario para poder ejercer el oficio.
Entre cuatro paredes es muy difícil sentir el lenguaje, el relato que está vertido a veces en músicas de los rincones de la vida, en historias que se encuentran por ahí en alguna esquina, en esa conversación constante que cuando hila colores y se llena de imaginación pasa a ser parte del relato oral. Es la cultura viva, que puede estar impregnada del humor de un pueblo y de sus propias tristezas.
Ese andar siempre será desafiante y el caminar tendrá siempre que ver también con el quijotesco afán de ese mundo que uno sueña, esa especie de delirio cósmico en el que el arte finalmente habita.
—¿Qué repertorio tenés pensado para este recital?
— El repertorio es una síntesis de mis diferentes discos. Habrá interpretaciones basadas en las reinterpretaciones que se hicieron para Caminante, pero también algunas versiones tal y como fueron grabadas en los discos originales. Sobre todo, hay una primera parte del concierto que abordaré a guitarra limpia. El recital tendrá cuatro momentos: primero, la bienvenida y trova, luego la ciudad, y después los cantos de ida y vuelta. Cada uno de esos bloques tendrán el espíritu de canciones que se hermanan entre sí y que al mismo tiempo son dialogantes. Habría un quinto momento de bises, si la audiencia tiene a bien volver a invitarnos al escenario. Y tendremos un invitado muy especial en piano, que ni yo me lo creo.
—Produjiste un documental sobre Atahualpa Yupanqui. ¿Qué influencia tuvieron en vos las y los cantautores argentinos?
—Más que producir un documental, mi trabajo fue encargarme de hacer las preguntas para cerrar un documental que se llama el Canto del Viento, un pedido que me llegó a través de Alfredo Troncos representante de Pedro Aznar en Chile y también productor de Atahualpa y Mercedes Sosa en Alemania. ¿Mi experiencia con los cantautores argentinos? A ver si puedo resumir: recuerdo estar cantando ya a los 4 años Los Ejes de Carreta, de Atahualpa Yupanqui. También me acuerdo de grabar con Pedro Cactus, de Gustavo Cerati. Si vamos más en retrospectiva, me viene a la memoria el escuchar una cinta pirata de Sui generis y tratar de sacar las canciones de Spinetta en la adolescencia o verme llorando, escuchando un concierto en vivo de la Negra (Sosa) en Santiago de Chile. Alguna vez además abrí el concierto a León Gieco en Chile, que fue muy generoso. En algún momento coincidí con David Lebón y luego, por supuesto, con Víctor Heredia, a quien adoro. Es un gran tótem para Latinoamérica y el mundo, con una alma impresionante como la Cordillera.
Para mí, las y los cantautores argentinos son fundamentales, comunican una tradición enorme relacionada con la palabra y la guitarra. Forman parte de ese espacio metafísico en el que se mueve una parte del arte argentino, que nos conecta con una imaginación única, diferente y al mismo tiempo universal.
—¿Podés contar un poco cómo surgió el proyecto de la canción con Pedro Aznar Un rey y un diez, con Aznar?
—Esta experiencia diría que es el epílogo de todo de un trabajo que hicimos juntos Abrazo de hermanos, donde creamos canciones propias e interpretamos a artistas de un lado y otro de la Cordillera. Y de una gira que se hizo en torno a esta idea donde en el escenario cada uno cantó una canción del otro. Pedro eligió Un rey y un diez. Me sentí tan honrado y elevado en aquel momento que pensé que ojalá la pudiéramos grabar. Caminante fue la excusa ideal. El proceso fue muy lindo. Pedro fue muy generoso porque se ocupó de los arreglos y de la grabación, edición y producción. Es decir que este genio entregó una vez más lo mejor de sí. Estoy muy halagado por ese gesto de un amigo y también maestro.
— La Danza de las Libélulas, un clásico tuyo en versión con Mon Laferte, sonó mucho en la Argentina.
—También fue una experiencia muy linda, muy real y natural. Antes de grabar el disco la habíamos estado cantando en algunas reuniones en su casa de México. Creo que Mon Laferte, igual que yo, es una muchacha de barrio, cercana al mar (ella criada en Valparaíso y yo en el norte, en Areca) vinculada a ese ambiente marino que la canción rescata. Es un tema que es nostálgico con los paisajes de provincia. La veo siempre dentro de la canción como un personaje consustancial a lo que la misma temática es. A la hora de grabarla, no era solo eso sino también documentar ese momentito familiar que compartimos de forma tan humana y sincera.
—En el disco reversionás con Silvio Rodríguez otro clásico, El viejo comunista. ¿Qué diferencia ves en el contexto de cuándo escribiste la canción, post caída del muro de Berlín, y este con Boric, en la presidencia? ¿Toma nuevos significados?
—Por supuesto. Se resignifica no solo porque en el mundo la canción habite de una manera distinta por el contexto sino porque en sí misma tiene encerrada una pregunta. Son las preguntas que se hace el personaje fumando en una ventana en un día de lluvia, contemplando el mundo. Una vez más este viejo comunista se cuestiona, se pregunta con autocrítica, mira al mundo y lo interroga como un niño. Se vuelve transparente. Y esa transparencia nos permite ver la historia de manera distinta porque es dinámica.
Tiene que ver con que el panorama que hoy vivimos le ha dado una oportunidad al comunismo de existir de una forma dialogante con la realidad política actual. Sobre todo con la realidad social, que pone sobre la mesa tantas nuevas inquietudes ciudadanas, no solo en Chile sino en el mundo entero.
Inquietudes en torno a la justicia, la equidad, los derechos, la igualdad, las garantías que puedan existir o no, la educación. Una educación gratuita y de calidad por la cual muchos de las y los jóvenes que hoy son parte del gobierno marcharon y fueron los primeros en dar ese trillo. Estamos hablando de Gabriel Boric, Karol Caiola, Camila Vallejos y Giorgio Jackson, personas a las que apoyé, incluso cuando estaban en el liceo.
Me siento muy honrado que cante este tema una de mis inspiraciones más fundamentales que es este genio y filósofo llamado Silvio Rodríguez. En unas de las cartitas que nos mandamos para ponernos de acuerdo, me escribió que era una forma de expresar su amor por Chile y su preocupación y entrega a un pueblo que, ya sabemos y como toda Latinoamérica, ha sufrido. Pero que también es capaz de alzar su corazón con alegría para generar los cambios que necesitamos.
—¿Qué podés comentar sobre el resultado del plebiscito por la nueva Constitución en Chile?
—Creo que el resultado de este plebiscito en torno al apruebo o rechazo de una Constitución auto otorgada por el pueblo es un error histórico. Se trató de una confusión sobre el sentido real de nuestra responsabilidad histórica como ciudadanos y ciudadanas. Lamento decirlo, pero me parece que es una votación basada en opiniones de pasillo y en la influencia que los medios de comunicación pudieran haber tenido (para bien o para mal).
Al basarnos solo en aspectos satelitales de la Constitución, no ahondamos en la responsabilidad de apropiarnos de ella debidamente. Para resumir, muchas de las y los votantes no leyeron el proyecto de Constitución. Eso genera un vacío. El ciudadano común y corriente, como uno, entre el trabajo, el trasegar de la vida, entre todas las dificultades que nos afligen y por las cuales se amerita una Constitución, no leyó el proyecto o lo hizo solo en parte. Sabemos que las instituciones que pueden ser parte del mundo de los negocios o que se suponen tienden a proteger, tampoco estuvieron a la altura del proceso. Me parece que hubo una especie de sabotaje a este proceso. Por supuesto, es solo una sospecha que tengo muy kafkiana.
Lo que sí tenemos que entender para poder seguir adelante como pueblo es que no toda la gente del rechazo es la mala de la película y no toda la gente del apruebo es la buena. Creo que en unos 100 años tomaremos conciencia de que esta constitución en sí es un libro hermoso, inteligente y necesario. Da para un análisis más profundo. No me extiendo, pero creo que se va terminar imponiendo, capítulo a capítulo, inciso por inciso, porque que vamos a tener que volver a ella muchas veces, porque los temas están vivos y presentes. Las problemáticas que aborda están ahí.
Seguí el recital de Manuel García en vivo por Sonido Cultura
La emisora pone en línea lo mejor del archivo sonoro del Kirchner, conciertos en vivo y una serie de producciones radiales que acompañarán informando y formando a la audiencia sobre las diferentes programaciones del Centro Cultural –eventos, muestras, conciertos, charlas–, como de todos los espacios del Ministerio de Cultura de la Nación.
Escuchá Sonido Cultura en la web del Kirchner .
Su programación continúa así:
- Sábado 17 septiembre, 20 h: Manuel García
- Miércoles 21 de septiembre, 14 h: Sónico
- Viernes 23 de septiembre, 20 h: La Orquesta Nacional de Música Argentina “Juan de Dios Filiberto” con Néstor Marconi
- Sábado 24 de septiembre, 20 h: Amelita Baltar. Invitados: Néstor Marconi y José Colángelo