Los Antiguos: realizan un diagnóstico de los sistemas de riego para proponer mejoras
Los resultados iniciales fueron presentados en el último Congreso Nacional del Agua, bajo el título “Evaluación de riego localizado en el cultivo del cerezo en Los Antiguos”. El objetivo inicial de este trabajo fue evaluar cómo están funcionando los equipos de riego y si están entregando la cantidad de agua prevista a cada planta de acuerdo con los cálculos. Esta información permitirá que en caso de que no cumplan con los objetivos para los cuales fueron instalados se implementen mejoras.
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El trabajo se realizó en chacras de productores de la Cooperativa el Oasis (convenio INTA-Coop. El Oasis) y de las empresas Frutos del Valle y Southern Crops by Río Alara. Participaron también estudiantes de la Carrera de Tecnología Superior en Biotecnología Agropecuaria, del Instituto Superior de Enseñanza Técnica (INSET) y personal de la Subsecretaría de la Producción de la Municipalidad de Los Antiguos. Se trabajó inicialmente en 7 establecimientos con mediciones a campo siguiendo una metodología estandarizada, con monitoreo de la infraestructura y consultas a los encargados del riego.
Los resultados iniciales del relevamiento, ya que se trata de un trabajo en desarrollo, fueron presentados por los Ingenieros Agrónomos Santiago Arhancet y Fernando Manavella en el último Congreso Nacional del Agua, bajo el título “Evaluación de riego localizado en el cultivo del cerezo en Los Antiguos”.
Manavella explicó que “actualmente, más del 60% de los montes productivos de cereza utilizan riego localizado” y “la programación del riego y correcta operación de los equipos son fundamentales para obtener buen rendimiento y fruta de calidad”.
Para que un equipo de riego opere en base a su diseño original es necesario controlar su funcionamiento y realizar el mantenimiento de todos los componentes. Cualquier alteración afecta la distribución de agua y tiene un impacto en los resultados productivos, ya que afecta la calidad de la fruta obtenida.
Manavella comentó que “el objetivo inicial de este trabajo fue ver cómo están funcionando los equipos de riego y si están entregando la cantidad de agua prevista a cada planta de acuerdo con los cálculos” y explicó que “para eso nosotros medimos lo que se llama coeficiente de uniformidad”.
“Es importante para el productor saber cuánta agua aporta y cómo está funcionando su sistema de goteo y para eso medimos caudal y presión, calculamos el coeficiente de uniformidad y nos encontramos con la sorpresa de que, si bien la uniformidad es adecuada, a veces la presión del sistema es baja, no es la que corresponde”, comentó el extensionista del INTA.
![El trabajo se realizó en chacras de productores de la Cooperativa el Oasis](/sites/default/files/inta_riego_localizado_la_2.jpg)
El riego adecuado es clave para la fruta, el hinchamiento de la cereza depende del agua, la cereza tiene mucho porcentaje de agua y si esa agua no está disponible se pueden tener problemas de calidad y de tamaño, entre otros.
Gracias al diagnóstico se pudo concluir que “los equipos de riego están en funcionamiento, están bien diseñados, tienen los caños que corresponden, pero no están cumpliendo con su cometido al no contar con la presión adecuada de trabajo por falta de mantenimiento”. “El relevamiento nos permitió contar con un diagnóstico que posibilitará implementar un plan para mejorar este aspecto para la próxima temporada”, desarrolló.
El diagnóstico detectó que, si bien no hay serios problemas de distribución, se puede optimizar el uso del agua resolviendo problemas técnicos y vinculados al manejo. Para ello se promueven capacitaciones sobre los componentes fundamentales del equipo y su uso, y se debe avanzar en el diseño de calendarios de riego e incorporar como práctica el monitoreo del estado hídrico del suelo y del cultivo.
Los técnicos de la Agencia de Extensión Rural Los Antiguos señalaron la necesidad de realizar una muestra de mayor tamaño para descartar definitivamente la incidencia de problemas de distribución en los lotes irrigados.
Resultados iniciales
• Ausencia de caudalímetros
• Equipos diseñados para funcionamiento automatizado que se utilizan de forma manual
• Lotes regados con presión inferior a la recomendada en el diseño, o riego de más lotes por sector de los establecidos al diseñar el equipo.
• Bajo nivel de atención a la detección de problemas desde el cabezal del equipo, combinando la información de: manómetro + amperímetro + caudalímetro.
• En los casos en que se emplea información satelital para la decisión de tiempo y frecuencia de riego, se detecta la falta del aporte de datos locales (ej.: textura, estructura, velocidad de infiltración, etc.)
• Escaso conocimiento y seguimiento de indicadores de agua disponible en el perfil de suelo.
• Gran porcentaje de los productores decide la frecuencia y tiempo de riego en base al estado visual de las plantas, o por recomendación de otros productores, aplicando láminas inadecuadas.
• Pocos productores toman muestras para evaluar el estado hídrico del suelo y del cultivo, o implementan instrumental para evaluarlo (Ej. sensores).