Canal Encuentro, el canal educativo y cultural del Estado argentino, presenta Profundidad de campo. Cine latinoamericano, un ciclo de cine presentado por el crítico Diego Trerotola. Desde este jueves 6 de abril a las 22:30.

Una propuesta que reunirá filmes de Venezuela, Chile, Cuba y Guatemala, desde la mirada de grandes cineastas –como La cordillera de los sueños, la película del documentalista Patricio Guzmán–, algunas que se verán por primera vez en Argentina.

Un viaje por Latinoamérica a través de sus personajes, imágenes y sonidos. Filmes que retratan historias de nuestro continente y reafirman la apuesta por la soberanía audiovisual, que se pregona desde la pantalla de Canal Encuentro.

Trerotola, como si fuera un personaje dentro de una ficción cinematográfica, realiza acciones relacionadas con las películas que nos introducen conceptos claves del séptimo arte y sus realizadores. Una producción íntegramente grabada en el delta del Tigre.

ESTRENO

PROFUNDIDAD DE CAMPO. CINE LATINOAMERICANO
Ciclo de cine
Estreno: jueves 6 de abril a las 22:30
Repite el domingo 9 de abril a las 0:00

La cordillera de los sueños
Chile-Francia (2019)
Dirección: Patricio Guzmán
Estreno: jueves 6 de abril a las 22:30
Acerca de esta película, Diego Trerotola señaló: “Exiliado en Francia tras la dictadura de Pinochet, el cineasta chileno Patricio Guzmán volvió a su país para realizar películas sobre la memoria y sobre el presente, ensayos documentales que conjugan una gran potencia visual con el pensamiento sobre la historia. En La cordillera de los sueños, vuelve a Chile a fines de la primera década del siglo XXI y se enfrenta a un paisaje montañoso que ocupa el ochenta por ciento del territorio chileno, pero que es abandonado por la cultura de su país, es una inmensidad poco explorada. ¿Qué cuentan esas piedras, esos picos nevados entre nubes, esos valles de difícil acceso, esos caminos inextricables? ¿Hay una memoria mineral?”.

Ixcanul
Guatemala (2015)
Dirección: Jayro Bustamante
Estreno: jueves 13 de abril a las 22:30
Acerca de esta película, Diego Trerotola señaló: “¿Hay un lenguaje de la tierra, del paisaje, de todo eso que nos rodea y cambia un poco en silencio? El cineasta Jayro Bustamante se propone en Ixcanul el desarrollo de un espacio de interacción continua entre los personajes de la historia y las formas de vida en un entorno, en el entramado de relaciones con la propia tierra. El título de la película, filmada en 2015, es el nombre de un volcán que domina el lugar donde transcurre la película en Guatemala, una zona donde vive una población indígena que desarrolló su cultura y su pensamiento en relación con la tierra, con la naturaleza que rodea sus viviendas. La convivencia íntima y cotidiana con animales y vegetación tiene todo un lenguaje milenario que en este siglo todavía se sostiene. La película está hablada en cachiquel, un idioma de las comunidades indígenas del centro occidental de Guatemala. A la par de privilegiar el lenguaje de la tierra, la película recupera el lenguaje de sus habitantes: el cine como recuperación de imágenes y de sonidos territorializados, un registro audiovisual del terreno”.

Silvia Prieto
Argentina (1999)
Dirección: Martín Rejtman
Estreno: jueves 20 de abril a las 22:30
Acerca de esta película, Diego Trerotola señaló: “¿Cuál es nuestra identidad?, ¿dónde empieza y dónde termina? ¿Qué es lo personal y qué lo colectivo? ¿Hay una esencia que tenemos y sostenemos o es el azar que nos determina? La película Silvia Prieto no se hace esas preguntas en voz alta, ni siquiera susurradas, pero de alguna manera las contiene. La película es un recorrido posible dentro de un juego establecido, donde los nombres van desplazándose hasta ponerse en distintas perspectivas sin dar respuestas, siempre interrogándonos sobre cómo llegamos a ser quienes somos”.

Pelo malo
Venezuela (2013)
Dirección: Mariana Rondón
Estreno: jueves 27 de abril a las 22:30
Acerca de esta película, Diego Trerotola señaló: “La percepción es un proceso de aprendizaje, una forma de orientar nuestros deseos a partir de lo que absorbemos del mundo. La película venezolana Pelo malo es un relato sobre el aprendizaje fuera y alrededor del espacio formal de la escuela, los aprendizajes en el interior de la casa, en el barrio, en las calles. En el mundo circulan modelos que aceptamos como guía y otros que rechazamos. ¿Cómo moldeamos nuestra personalidad, nuestro cuerpo, al deseo de ser según ciertos modelos que percibimos a nuestro alrededor?”.

Últimos días en La Habana
Cuba (2016)
Dirección: Fernando Pérez
Estreno: jueves 4 de mayo a las 22:30
Acerca de esta película, Diego Trerotola señaló: “Hay una felicidad y una tragedia del pueblo cubano de ser habitantes de una isla, hay un carácter insular que define gran parte de la cultura de ese país. Tal vez ese rasgo esté expresado en su máxima dimensión poética y conceptual en la obra La isla en peso, del escritor cubano Virgilio Piñera. ‘La isla es una glándula que se pone a segregar siesta extensamente’, escribe Piñera en su largo poema. La isla como territorio en suspenso, como un ser vivo acorralado. Y Diego, uno de los protagonistas de esta película, está en su cama postrado, en largas siestas por algunos dolores relacionados a con vivir con VIH; y su habitación se convierte en un escenario, desfilan por allí familia, vecinos, amigos y especialmente Miguel, su amigo que lo atiendo y vive con él. Hay algo teatral en la idea de esa habitación como lugar central y privilegiado de la película, ¿el círculo mágico del teatro acaso no es una isla? ¿Se puede contener todo Cuba en esa habitación? ‘Pinta tu habitación y pintarás tu isla’, parece ser la apuesta, la pretensión central de Últimos días en La Habana.

La ciénaga
Argentina (2001)
Dirección: Lucrecia Martel
Estreno: jueves 11 de mayo a las 22:30
Acerca de esta película, Diego Trerotola señaló: “¿Cómo se representa el lugar que habitamos? ¿cómo representamos el paisaje que nos contiene? Lucrecia Martel en La ciénaga señala desde el título un paisaje, un lugar de su Salta natal, en el límite geográfico del norte argentino. Con esta película Martel inaugura el siglo XXI en el cine argentino ampliando el territorio de exploración, federalizando más la pantalla, pero también expandiendo la capacidad sensorial. Porque si hay algo que desde el comienzo mismo de La Ciénaga se percibe es la capacidad expansiva del paisaje sonoro a la par del visual. Con un oído amplificado, Martel construye un sonido que es tan particular como sus imágenes, que tiene un espesor y una pluralidad, una superposición, donde lo audiovisual tiene una nueva resonancia”.