La Secretaría de Derechos Humanos señalizó la Embajada de Cuba
Este lugar, sus dependencias y sus trabajadores fueron objetivos de la Operación Cóndor a través del plan de secuestro, tortura y desaparición ejecutado durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983) y antes de esta.
La Secretaría de Derechos Humanos señalizó la Embajada de Cuba en Argentina como lugar donde sucedieron hechos vinculados con el terrorismo de Estado. El acto se realizó esta tarde en el edificio de la representación cubana con la presencia del secretario Horacio Pietragalla Corti y el embajador Pedro Pablo Prada Quintero.
Durante la ceremonia, el secretario Pietragalla subrayó la importancia de hacer este homenaje a quienes ya no están y también al país que siempre abrazó a las víctimas del terrorismo de Estado, y afirmó que “a partir del trabajo en conjunto que tenemos con la embajada, tenemos grandes lazos que nos unen, tenemos un eje central en las políticas de derechos humanos, que es poder centralizarnos en la víctima y a partir de ahí intentar repararla integralmente”.
Así mismo, el embajador Prada Quintero expresó que “más allá de cualquier consideración política o ideológica, los hechos que se cometieron contra esta embajada y este personal nunca más deberían repetirse ni en la Argentina ni en ningún otro lugar del mundo”.
La Embajada de Cuba en Argentina, sus dependencias y sus trabajadores cubanos y argentinos fueron objetivos de la Operación Cóndor con la intención de atacar a la revolución cubana y su ejemplo, a través del plan de secuestro, tortura y desaparición ejecutado durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983) y antes de esta. Estos hechos constituyen una violación a las convenciones de la Organización de las Naciones Unidas sobre relaciones diplomáticas y consulares de 1961, de las que ambos Estados son parte.
El 13 de agosto de 1975, un grupo operativo mixto de la inteligencia militar argentina y de comandos especializados de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA), junto con miembros de la organización terrorista Acción Cubana, atentaron contra el Embajador cubano. Además, desde inicios de 1976, la Escuela José de San Martín ─adscripta a la Embajada─ y su personal fue hostigado.
El 24 de marzo de 1976, este lugar fue asediado con tanques y hombres armados durante varios días, al igual que la residencia del Embajador y la oficina comercial.
El 9 de septiembre de 1976, las Fuerzas Armadas y de Seguridad secuestraron a los diplomáticos cubanos Jesús Cejas Arias y Crescencio Nicomedes Galañena Hernández y los trasladaron al centro clandestino de detención, tortura y exterminio “Automotores Orletti” ─base principal en la ciudad de Buenos Aires de la Operación Cóndor─. Allí fueron interrogados bajo tortura y luego asesinados. Sus cuerpos fueron ocultados en tambores, rellenados con cemento y arrojados cerca del Aeródromo Internacional de San Fernando, provincia de Buenos Aires.
Entre agosto de 1976 y agosto de 1978, secuestraron y desaparecieron a trabajadores argentinos de la Embajada y sus familias. Además, secuestraron a otros tres diplomáticos cubanos, que luego fueron liberados.
Participaron también en el acto Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo línea fundadora; funcionarios y funcionarias de la Secretaría de Derechos Humanos y de la Embajada Cubana; sobrevivientes, familiares de víctimas y organismos de derechos humanos.
La señalización de los ex centros clandestinos de detención y de otros lugares donde sucedieron hechos emblemáticos durante el terrorismo de Estado, a través de la Ley Nacional N° 26.691, los hace visibles y expresa en el espacio público el compromiso del Estado democrático de dar a conocer y condenar los delitos allí cometidos, acompaña el juzgamiento de sus responsables y efectiviza el reconocimiento hacia las víctimas y sus familiares.