La recaudación alcanzó el máximo nivel de los últimos tres años: creció 61% i.a. en septiembre
Impulsada por la recuperación económica y la construcción de un esquema tributario más progresivo ya superó los niveles de pre-pandemia. Recibió el impulso de los tributos ligados a la actividad económica, de la Seguridad Social y el Comercio Exterior
La recaudación continuó creciendo en septiembre (61,0% i.a.), principalmente gracias a la contribución de los tributos ligados a la actividad económica. Dicha dinámica también recibió el impulso de los recursos de la Seguridad Social, que siguen acelerándose en el margen, y en menor medida de los tributos del comercio exterior. Vale aclarar que la base de comparación aún se encuentra afectada por la pandemia COVID.
De esta manera, la recaudación de septiembre se ubicó por encima de los valores registrados durante el trienio 2018-2020, ubicando a los recursos acumulados al noveno mes del año en niveles superiores a los de pre-pandemia. Este desempeño ratifica el retorno de los ingresos nacionales hacia una trayectoria creciente luego de los efectos de la doble crisis (2018/2019 y pandemia COVID), dinámica que permite garantizar una política fiscal expansiva de cara a un crecimiento económico con inclusión.
La recuperación de la recaudación tributaria en el año 2021 también refleja el impacto de la revisión de la Reforma Tributaria del 2017, iniciada con la sanción de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva a fines del año 2019. Aquella Reforma Tributaria debilitó los recursos fiscales, reduciendo particularmente los impuestos más progresivos (el Impuesto a las Ganancias de las empresas y el Impuesto a los Bienes Personales). En los últimos 20 meses, se fueron revirtiendo todas las medidas incluidas en la Reforma Tributaria del 2017 lo cual hoy se ve reflejado en una recuperación más acelerada y sostenible en los recursos fiscales.
En particular, los tributos ligados al desempeño de la actividad económica crecieron un 75,1% i.a. Dentro de este grupo, se observaron incrementos en el IVA (77,8% i.a), el impuesto a los Combustibles (73,8% i.a.), los impuestos Internos Coparticipados (36,3% i.a.) y el Impuesto a los Créditos y Débitos (80,4% i.a.). Respecto a este último, cabe aclarar que continúa vigente la exención al sector Salud.
El Impuesto a las Ganancias creció 70,1% i.a., incluso bajo los efectos de la reciente implementación de las reformas para aliviar la carga tributaria de los trabajadores en relación de dependencia. A su vez, el impacto del incremento en las deducciones personales sobre las rentas de dichos contribuyentes se vio acentuado por la devolución de las diferencias adeudadas de meses anteriores.
La recaudación asociada a la Seguridad Social creció 63,5% i.a., registrando una aceleración por tercer mes consecutivo. El impulso se encuentra motorizado, en buena medida, por la recuperación de los salarios tras los distintos acuerdos paritarios. En particular, los Aportes Personales exhibieron una suba de 62,0% i.a., mientras que las Contribuciones Patronales crecieron al 65,8% i.a. Cabe destacar que la recaudación de estas últimas se encuentra disminuida por las exenciones otorgadas por el Estado Nacional para aliviar la carga tributaria al sector de la Salud, los sectores críticos del programa REPRO II y las provincias del Norte Grande.
Con respecto a los tributos del comercio exterior, continuaron registrando un buen desempeño. En particular, los Derechos de Importación y Tasa Estadística crecieron en su conjunto 86,2% i.a.; por su parte, los Derechos de Exportación aumentaron 59,0% i.a.
Por último, si bien la recaudación de Bienes Personales presentó una caída respecto a 2020, esto se encuentra explicado debido a una elevada base de comparación producto del pago completo en la declaración jurada y en el régimen de facilidades de pago.