El inspector general de Justicia, Daniel Roque Vítolo, se reunió con el gerente de Sociales de PAMI, Sergio Barrionuevo, y su asesor Agustín Zaninovich, con el objeto de analizar la problemática de los centros de jubilados y pensionados, organizados como personas jurídicas privadas. También participó de la reunión el director de Entidades Civiles de IGJ, Juan Carlos Pratesi (h).

En el encuentro mantenido, los participantes coincidieron en reconocer que los centros de jubilados y asociaciones solidarias son pilares fundamentales en la comunidad de personas de la tercera edad; y que estos espacios ofrecen un refugio cálido y acogedor donde los adultos mayores pueden socializar, participar en actividades recreativas, culturales y deportivas, y recibir apoyo emocional y asistencia práctica, de donde existe un particular interés público en la protección y desarrollo de estas organizaciones.

En el curso de la reunión se acordó que la Inspección General de Justicia y PAMI mantendrán un estrecho vínculo colaborativo con el propósito de asistir a estas entidades en la búsqueda de poder brindarles estructuras jurídicas que posibiliten el acceso a la asistencia estatal y una mayor inserción social.

Al finalizar la reunión, el inspector general de Justicia expresó su satisfacción por la iniciativa y declaró que “… asignaba a este comienzo de colaboración una gran importancia, en la medida en que, en estos centros, se fomenta el sentido de pertenencia y camaradería, brindando a los jubilados la oportunidad de compartir experiencias, conocimientos y habilidades. Además, en ellos suelen ofrecerse servicios como talleres de manualidades, clases de baile, charlas educativas sobre salud y bienestar, excursiones y eventos sociales que contribuyen significativamente a la construcción de una longevidad activa”.

“Estas asociaciones solidarias también desempeñan un papel crucial en la ayuda mutua y el apoyo comunitario. A menudo, organizan actividades de voluntariado y proyectos benéficos destinados a ayudar a otros miembros de la comunidad, especialmente a aquellos que enfrentan dificultades económicas o de salud”, agregó Pratesi.

En resumen, tanto desde la Inspección General de Justicia como desde PAMI, destacaron que los centros de jubilados y asociaciones solidarias son espacios enriquecedores que promueven la inclusión social, el bienestar emocional y la solidaridad entre las personas de la tercera edad, contribuyendo así al fortalecimiento del tejido social en nuestras comunidades y merecen ser tenidos en cuenta en la actividad institucional de ambos organismos, quienes asumirán el compromiso de trabajar codo a codo para brindarle a estas organizaciones mayor institucionalidad y dinamismo.