Presidencia de la Nación

La FUESMEN celebra 32 años de innovación tecnológica al servicio de la salud pública

Creada por iniciativa de la Comisión Nacional de Energía Atómica, la Universidad Nacional de Cuyo y el Gobierno de Mendoza, la FUESMEN fue pionera a nivel nacional y regional en la investigación y uso de la energía nuclear con fines médicos.

En 1985, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) decidió crear una Escuela de Posgrado en Medicina Nuclear y Radiotratamiento para la aplicación de la **tecnología nuclear¨¨ al servicio de la salud. Fue una iniciativa que prosperó y gracias a la adhesión de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) y el Gobierno de Mendoza, se creó un modelo de gestión efectivo que logró perdurar en el tiempo y que conectó las tareas de investigación y desarrollo tecnológico con la tarea médico-asistencial.

El 1 de junio de 1991, las tres instituciones públicas dieron inicio formal a la Fundación Escuela de Medicina Nuclear (FUESMEN), ubicada en las instalaciones lindantes al Hospital Central, en plena capital de la provincia de Mendoza. Era, en ese entonces, el primer centro PET de Latinoamérica, con el objetivo de garantizar la atención médica de calidad y acceso a la alta complejidad y tecnología de vanguardia a toda la población, tuviesen o no una cobertura de obra social.

La FUESMEN fue creada por un convenio entre la CNEA, la UNCuyo y el Gobierno de Mendoza.
La FUESMEN fue creada por un convenio entre la CNEA, la UNCuyo y el Gobierno de Mendoza.

Hoy la FUESMEN cuenta con cuatro sedes en la provincia de Mendoza: Capital, San Rafael, Maipú y Valle de Uco. Ofrece 18 servicios distribuidos en todas las sedes en las áreas de PET/CT y PET/MR, cámara gamma SPECT, tiroides, ecografía-ecodoppler, cardiología, neurología, neumonología, radiofísica sanitaria, radioterapia, resonancia magnética, tomografía, laboratorio, densitometría y mamografía.

“Hace 30 años era inimaginable pensar la realidad que tenemos hoy”, destaca Sergio Mosconi, físico de la CNEA y presidente de la FUESMEN. “Ha sido muy importante lograr que la tecnología sea accesible a todos. Pero también que todo lo que exista en medicina nuclear esté en FUESMEN. Fue el primer lugar donde se instaló un tomógrafo por emisión de positrones en todo Latinoamérica y el primer lugar donde se instaló un ciclotrón para la producción de radioisótopos para tomografía. A partir de esa semilla, nuestra institución fue creciendo”, señala Mosconi.

Actualmente el centro brinda 1.000 turnos diarios y cuenta con un staff de 400 empleados. Siempre sostuvo el trabajo interdisciplinario, que incluye a médicos, ingenieros, físicos, químicos, bioquímicos, etc.

Educación y compromiso

Como uno de sus objetivos fundantes, la FUESMEN tomó un rol muy importante en la formación de recursos humanos. Esto ha forjado una cadena de interacción que va desde las investigaciones y desarrollos que se realizan, la docencia, la transferencia de tecnología y, finalmente, la asistencia.

En ese círculo virtuoso, el centro pudo desarrollar equipos de trabajo altamente capacitados, gracias a la permanente oferta educativa especializada con la que cuenta. Muchos de los profesionales formados en la FUESMEN han migrado a otras provincias y son parte de los centros de medicina nuclear que hoy conforman el Plan Nacional de Medicina Nuclear.

Dentro del área médica, se ofrecen distintas residencias como en diagnóstico por imágenes, medicina nuclear y radiodiagnóstico. También cuenta con una Maestría en Física Médica, que dicta junto con el Instituto Balseiro, cuyos cursantes reciben una beca completa de la CNEA durante la formación teórica. En la parte práctica son becados por FUESMEN para su formación clínica, que es la que permite que el profesional físico, ya sea en radioterapia o medicina nuclear, obtenga su permiso habilitante. Luego, hay distintos cursos de formación para la habilitación profesional, con reconocimiento y aval de la Autoridad Regulatoria Nuclear.

Nuevos hitos que fortalecen

El presidente de FUESMEN destaca la efectividad del modelo de gestión, sostenido por las tres instituciones que la componen, ya que ha podido autofinanciarse a través de todas las prestaciones que ofrece en sus aplicaciones y estudios. “En los últimos años hemos tenido un muy buen crecimiento, que en los últimos 5 años ha sido del 13%. Eso se ha mantenido año a año. No tenemos un fin de lucro. Todo ese superávit que tiene la gestión se reinvierte en la actualización del equipamiento”.

Esto se ve reflejado, por ejemplo, en la capacidad de respuesta a la demanda de servicios. En 2022, se realizaron más de 400 mil prestaciones, involucrando a todos los servicios de todas las sedes. Con la incorporación de nuevos equipamientos, se prevé que ese número continúe incrementándose.

La FUESMEN incorporó un novedoso equipo PET-CT que es el primero en su tipo en América Latina.
La FUESMEN incorporó un novedoso equipo PET-CT que es el primero en su tipo en América Latina.

En los últimos meses, la FUESMEN sumó un equipo PET-CT que por su tipo de tecnología, se convirtió en una novedad absoluta en la región. La nueva adquisición ya se encuentra en funcionamiento y tiene varias ventajas debido a su tecnología digital que permite hacer más estudios, ya que consume menos material radioactivo - lo que es más beneficioso para el paciente- y logra mejor definición de las imágenes a un costo mucho menor.

Por otra parte, fue un hito importante la reciente instalación del nuevo ciclotrón dentro del búnker que lo albergará. Este equipo funcionará en un edificio dentro del mismo predio de la sede central, cedido por el Gobierno de Mendoza. En tanto, la CNEA fue la encargada de financiar la compra de este dispositivo en el marco del Plan Nacional de Medicina Nuclear. “Este nuevo ciclotrón no viene a reemplazar al equipo que tenemos actualmente, sino que lo complementará, ya que permitirá producir más cantidad de material radioactivo, no solamente para las necesidades propias, sino también para distribuir radiofármacos en la región”, afirma el licenciado Mosconi. Este equipo contribuirá a la producción de nuevos radioisótopos y nuevos radiofármacos que permitirán desarrollar otras aplicaciones para el diagnóstico de distintas patologías.

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