La Argentina fue reconocida internacionalmente como país libre de Peste Porcina Clásica
Lo resolvió la 86º Asamblea de Delegados de la Organización Mundial de Sanidad Animal durante su sesión General que se realiza en París, Francia.
La Argentina recibió el reconocimiento oficial internacional como país libre de Peste Porcina Clásica (PPC) de parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
El reconocimiento internacional fue entregado a la delegación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), dependiente del Ministerio de Agroindustria de la Nación, que participa de la 86° Sesión General de la Asamblea de Delegados de la OIE que tiene lugar en París, Francia.
Dado que la PPC constituye una barrera sanitaria para la exportación de cerdos y productos porcinos, obtener este reconocimiento internacional resulta de gran importancia para la producción porcina argentina.
"El privilegiado nivel sanitario argentino y el trabajo realizado desde el Senasa para mantenerlo y mejorarlo, con el apoyo de los actores de la cadena porcina, permiten y potencian el comercio internacional de los agroalimentos que se producen en nuestro país", puntualizó el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere.
El último foco de esta enfermedad en nuestro país se registró en el año 1999. Mediante la ejecución del Programa Nacional de Control y Erradicación del Senasa, la enfermedad pudo ser erradicada, por lo que la Argentina se autodeclaró libre de ella en el año 2005.
Desde ese momento hasta la actualidad, el Senasa, a cargo de Ricardo Negri, lleva a cabo actividades de vigilancia epidemiológica activa y pasiva, que demuestran que la peste porcina clásica no está presente en el país. Estas medidas, junto con las actividades de prevención para evitar su ingreso al país, constituyeron los requisitos cumplidos más relevantes para obtener este reconocimiento internacional, según lo dispuesto en el Artículo 15.2.3 del Código Terrestre de la OIE.
La presencia del virus de PPC genera grandes pérdidas económicas y productivas en distintos países del mundo, no solamente por su impacto en la producción por generar alta mortalidad, sino también por las restricciones en el comercio internacional y los costosos programas para su control.
De esta forma, la Argentina completa el reconocimiento oficial de las siete enfermedades para las cuales la OIE otorga el estatus sanitario de país libre.