Presidencia de la Nación

Homenaje y reconocimientos en el Día de la Especialidad de Vigilancia y Control Aeroespacial

En la Base Aérea Militar Merlo se llevó a cabo una ceremonia para condecorar a veteranos de Guerra de Malvinas de la especialidad por su valiosa contribución a la defensa de nuestra nación

El 31 de mayo, en las instalaciones de Base Aérea Militar Merlo, se llevó a cabo la ceremonia para conmemorar el Día de la Especialidad de Vigilancia y Control Aeroespacial. El evento estuvo presidido por el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier mayor Fernando Luis Mengo, acompañado por el Intendente de la localidad, Gustavo Menendez junto al brigadier general “VGM” (R) Mario Miguel Callejo; el comandante de Adiestramiento y Alistamiento, brigadier Diego García; el jefe de Base, comodoro Pablo Burgos; personal militar y civil de la Unidad, veteranos de Guerra de Malvinas, familiares e invitados especiales.

Durante la ceremonia se hizo entrega de condecoraciones a veteranos de la Guerra de Malvinas pertenecientes a dicha especialidad.

En esta oportunidad, recibió la medalla Honor al Valor en Combate el brigadier “VGM” (R) Guillermo Saravia; el comodoro “VGM” (R) Juan Romero; los suboficiales mayores “VGM” (R) José Palma y Roberto Marcelo Ullua, junto con la esposa del fallecido suboficial auxiliar “VGM” Carlos Quintana. Dicha condecoración se debe a la destacada condición manifestada en situaciones extremas de combate, desempeñándose en la operación de radar del Escuadrón Vigilancia y Control Aéreo en Malvinas, al igual que por el valioso aporte brindando con decisión y valentía en el campo de batalla.

A su vez se condecoró con la medalla al Servicio Distinguido en Malvinas al suboficial mayor “VGM” (R) Carlos Alberto Ramírez; al ex cabo primero “VGM” Alejandro Matarazzo; a los soldados C/63 Roberto Gómez, Gustavo Oses y Osvaldo Miguel, como así también a la hija del fallecido suboficial auxiliar “VGM” (R) Roberto Baiz.

Por último, la esposa del suboficial mayor “VGM” (R) Víctor Roque Romero recibió la Medalla Malvinas a la Contribución con el Esfuerzo Bélico.

Luego del conmovedor minuto de silencio, el vicecomodoro VGM” (R) Hugo Rubens Mercau señaló que la "fecha recuerda puntualmente el primer ataque plasmado por la RAF para destruir el radar TPS-43 de Puerto Argentino" uno de los blancos prioritarios en ese momento del Conflicto del Atlantico Sur.

Asimismo, continuó emocionado resaltando que "de esta Unidad surgieron los hombres que fueron responsables de asegurar que los radares operaran ininterrumpidamente", porque no solo fue destacable su accionar durante el 1° de mayo, sino todo su desempeño a lo largo de los 45 dias. Por ello, invitó a las nuevas generaciones a focalizar en el espiritu de equipo y de camaraderia, en el profesioalismo y la vocacion de servicio de cada uno de los condecorados en el dia de hoy.

"Nútranse de esa experiencia para repetir aciertos y evitar errores, y que sirva todo ello para marcar vuestro norte a lo largo del desarrollo en nuestra querida especialidad", enfatizó el vicecomodoro y concluyó con gran emocion que "en este dia recordamos especialmente a quien en silencio y con su reconocida humildad se convirtió en el guía, consejero y protector, al señor comodoro Miguel Angel Silva".

Posteriormente, el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier mayor Fernando Luis Mengo, inició su discurso resaltando que en todos los días que duró el Conflicto del Atlántico Sur, los radaristas pusieron de manifiesto el profesionalismo y la valentía que los caracteriza, velando por la bandera y la Nación.

Además, declaró que todos son testimonio de vocación y entrega, ya que la operación del radar fue constante, enfrentando ataques aéreos y bombardeos navales. “La camaradería superó ampliamente lo esperado”, como el ejemplo del grupo, conocido como el “Papá Noel de la FAA” que brindaba apoyo a las unidades del Ejército Argentino desplegadas cerca del sitio radar.

El titular de la Fuerza también resaltó que proporcionaban raciones de comida caliente y ropa de abrigo a las posiciones más precarias. Incluso, participaron voluntariamente en traslados nocturnos para cargar y descargar aviones C-130 que rompían el bloqueo británico en la Base Aérea Militar Malvinas.

"Lo que no sabían "los Papa Noel" es que a 42 años nos iban a dejar el mayor regalo de todos, éste espíritu inquebrantable con entrega voluntaria e iniciativa propia, legado grabado a fuego en nuestra institución" enfatizó el jefe del Estado Mayor General y prosiguió resaltando la importancia del lema que los identifica, el motor de un espíritu que enlaza a toda especialidad: “Giro, Alta y Antena y Distancia”.

“Esta frase resume desde la puesta en marcha del equipo a través del ‘Giro' de la antena, seguido por el 'Alta', habilitando la transmisión de la señal y culminando con la acción efectiva del direccionamiento preciso de la aviación de combate hacia sus blancos, la 'Antena' y la 'Distancia'”, explicó el brigadier mayor y agregó: "No hay antena y distancia sin alta, y esta no existe sin giro y el fierro no se convierte en radar hasta que el alma lo sople y el alma es su propia gente".

Por último, les deseó un feliz y sentido día a todos los que conformaron la especialidad y a los jóvenes que la ejercen.

Posteriormente, las palabras del brigadier Guillermo Castellano dieron marco a la importancia de la Vigilancia y Control Aeroespacial en tiempos del Conflicto: "En nuestro Centro de Información y Control (CIC) la situación se puso caótica, peor aún cuando comenzaron a llegar las escuadrillas de combate y los enlaces radioeléctricos fueron ineficientes. Esta grave falencia fue subsanada por la eficiencia e idoneidad de los controladores y operadores VyCA quienes asumieron la responsabilidad de guiar con seguridad y eficacia a nuestros aviones”.

Para coronar esta ceremonia, se entonaron muy sentidamente las estrofas de la marcha “Alas Argentinas”.

Con profundo respeto y gratitud, la Fuerza Aérea Argentina rindió homenaje al legado inquebrantable forjado por la especialidad, cuyo espíritu de camaradería y unidad perdura.

Por ello, la palabra “agradecimiento” no logra expresar la magnitud de los sentimientos que embargan nuestros corazones ante la pérdida de nuestros valientes guerreros, quienes dieron su vida en defensa de nuestra amada Patria. Cada sacrificio, cada acto de coraje y valentía, queda grabado en la memoria colectiva de nuestra institución.

El radar, símbolo de protección y vigilancia, ha sido testigo silencioso de su entrega y sacrificio. Hoy, con respeto eterno, decimos: ¡Por siempre presentes!

Créditos: Por Lic. Claudia Cecconello / Fotos: Cabo Lautaro Vera
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