Presidencia de la Nación

Homenaje del Ejército Argentino a los Muertos por la Patria

El jefe del Ejército, teniente general Claudio Pasqualini, presidió la ceremonia realizada en los cuarteles de la Dirección de Arsenales donde se conmemoró el Día de los Muertos por la Patria y entregó reconocimientos a familiares de soldados caídos en cumplimiento del deber militar.

La ceremonia dio inicio con la presentación de la Agrupación “Héroes de la Patria”, por parte del coronel Alejandro Teixeira, al jefe del Ejército, teniente general Claudio Pasqualini, quien estuvo acompañado por el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, Claudio Avruj.

Luego de entonarse las estrofas del Himno Nacional y de que el capellán de la Dirección de Arsenales, presbítero Daniel Domínguez, diera una invocación religiosa y bendijera las distinciones y reconocimientos, se leyó la resolución por la cual se otorgó la distinción “Cruz Púrpura” al sargento Wilfredo Ezequiel Rubén Parra, fallecido durante la ejecución de ejercicios militares en la localidad de Azul, provincia de Buenos Aires, el 13 de noviembre de 2017.


Recibe Sandra Miño, viuda del sargento Wilfredo Ezequiel Rubén Parra

Posteriormente se hizo entrega de un reconocimiento a la señora Hebe Solari, madre del teniente (post mortem) Rodolfo Berdina, muerto en el combate de Potrero Negro el 5 de septiembre de 1975 y quien no había podido concurrir a la ceremonia en honor de su hijo en la localidad de Teniente Berdina en la provincia de Tucumán.


Recibe la madre del teniente (post mortem) Rodolfo Berdina

A continuación se dió lectura de la resolución por la cual se entregó la Orden a los Servicios Distinguidos a familiares de caídos en cumplimiento del deber militar.

En primer lugar se reconoció a los familiares de soldados caídos durante la Guerra de Malvinas:

  • Capitán (post mortem) Rubén Márquez, caído en combate el 30 de mayo de 1982 en Monte Kent.
  • Teniente primero (post mortem) Ernesto Espinosa, caído en combate el 30 de mayo de 1982 en el combate de Top Malo House.
  • Suboficial principal (post mortem) Víctor Benzo, fallecido el 10 de junio de 1982 al ser atacado y hundido el buque ARA Isla de los Estados.
  • Sargento primero (post mortem) Alejandro Pereyra, caído en combate el 14 de junio de 1982 en Sapper Hill.
  • Cabo (post mortem) Mario Rodríguez, caído en combate el 11 de junio de 1982 en Moody Brooke.
  • Cabo (post mortem) Julio Maidana, caído en combate el 11 de junio de 1982 en Monte Longdon.


Recibe Lorna Márquez, sobrina del capitán (post mortem) Rubén Márquez


Recibe Gabriela Ana Franco, viuda del teniente primero (post mortem) Ernesto Emilio Espinosa


Recibe María Nardulli, viuda del suboficial principal (post mortem) Víctor Benzo


Recibe Silvia Azcuaga, viuda del sargento primero (post mortem) Alejandro Raúl Pereyra


Recibe Adriana Rodríguez, hermana del cabo (post mortem) Mario Gustavo Rodriguez


Recibe Norma Maidana, hermana del cabo (post mortem) Julio Maidana

Luego recibieron los familiares de personal militar caído en actos del servicio durante gobiernos democráticos, siendo ellos:

  • General de división (post mortem) Enrique Salgado; general de brigada(post mortem) Eduardo Cano, coronel (post mortem) Pedro Petrecca; mayor (post mortem) Roberto Aguilera; capitán (post mortem) Carlos Correa, fallecidos en un accidente el 5 de febrero de 1975 mientras realizaban un reconocimiento aéreo en la zona selvática de la provincia de Tucumán.
  • Teniente general (post mortem) Jorge Cáceres Monié, fallecido junto a su esposa en un atentado el 3 de diciembre de 1975 en la ciudad de Paraná.
  • General de brigada (post mortem) Rafael Reyes, asesinado en Mar del Plata el 11 de febrero de 1976 mientras se movilizaba en su vehículo particular.
  • Capitán (retirado) Carlos Arteaga, quien fue secuestrado y asesinado, una semana después, el 29 de agosto de 1974, cuando cursaba estudios en la Universidad Nacional de Luján.
  • Teniente primero (post mortem) Ricardo Rolón, fallecido en el Combate de la Tablada el 24 de enero de 1989.
  • Cabo (post mortem) Enrique Guastoni, fallecido en el combate de Los Sosas el 8 de octubre de 1975.


Recibe María Beatriz Cáceres Monié, hija del teniente general Jorge (post mortem) Cáceres Monié


Recibe Ana María Cicogna, viuda del general de división (post mortem) Enrique Salgado


Recibe María Marta Jaca, viuda del general de brigada (post mortem) Eduardo Wilfredo Cano


Recibe Beatriz Caffaro viuda del general de brigada (post mortem) Rafael Reyes


Recibe Leonor Elvira Petracca, hija del coronel (post mortem) Pedro Petrecca


Recibe Dolores Aguilera, hija del mayor (post mortem) Roberto Carlos Aguilera


Recibe Jorge Arteaga, hijo del capitán (retirado) Carlos Arteaga


Recibe Alma Cañizal Cué, viuda del capitán (post mortem) Carlos Correa


Recibe Sandra Rolón, hermana del teniente primero (post mortem) Ricardo Rolón


Recibe Ricardo Guastoni, hermano del cabo (post mortem) Enrique Ernesto Guastoni

Por último fue el turno de los familiares de personal caído durante la defensa de los cuarteles del Batallón Depósito de Arsenales 601 “Domingo Viejobueno”, ocurrida el 23 de diciembre de 1975: mayor (post mortem) Luis Petruzzi; capitán (post mortem) Jorge Spinassi; suboficial principal (post mortem) Roque Cisterna y cabos (post mortem) Roberto Caballero, Benito Rúffolo y Raúl Sessa.


Recibe Marta Susana Pozzi, viuda del capitán (post mortem) José Luis Spinassi


Reciben Nora y Cristian Cisterna, hijos del suboficial principal (post mortem) Roque Cisterna

Para finalizar con los reconocimientos, el jefe del Batallón de Arsenales 601, coronel Francisco Javier Oteo, recibió de manos del teniente general Pasqualini una placa por la cual el Ejército Argentino valora el desempeño del personal aquella jornada del 23 de diciembre de 1975. La misma será colocada en su lugar definitivo al cumplirse los 44 años de ese día.

Por último, el suboficial mayor Ramón Saravia, jefe de guardia el día del ataque, junto a los soldados clase ’54 Antonio Testa y Jorge González (quienes también defendieron el cuartel esa jornada) reafirmaron el juramento de fidelidad y compromiso con la Patria, besando la bandera de guerra de su unidad.

Al hacer uso de la palabra, el jefe del Ejército destacó:

“Lucharon y ofrendaron su vida como buenos argentinos y, ahora, descansan amortajados con el uniforme de la Patria en cada campo de batalla y en cada porción de suelo donde alguna vez fue necesario morir por nuestra bandera. Por ello, en memoria de su abnegación y de su coraje, sabemos que tenemos una solemne obligación: la de asegurarnos que sus esfuerzos y sacrificios no hayan sido en vano.”

Scroll hacia arriba