Guzmán abogó por una reforma de la arquitectura financiera internacional que facilite la resolución de las crisis de deudas soberanas
El ministro participó de la XV sesión de la UNCTAD, donde también volvió a pedir la revisión de la política de sobrecargos del FMI
El ministro de Economía, Martín Guzmán, expuso este miércoles en el panel “Aumento de la Financiación para el Desarrollo”, en el marco de la XV sesión de la mesa ministerial de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés), titulada “De la desigualdad y la vulnerabilidad a la prosperidad para todos”.
Durante su intervención, Guzmán hizo un repaso sobre el proceso llevado adelante en 2020 por el gobierno argentino para restaurar la sostenibilidad de la deuda con los acreedores privados, y explicó que, a pesar de que logramos un resultado exitoso en circunstancias adversas, nuestra experiencia puso de manifiesto profundas asimetrías en la arquitectura financiera internacional que obstaculizan los procesos de reestructuración de deuda.
En ese sentido, señaló que existe “un desbalance de poder y de información entre deudores y acreedores”. “Los acreedores saben mucho más sobre el deudor de lo que el deudor sabe sobre los acreedores. Además, y esto es algo a lo que también nos enfrentamos en Argentina, los deudores no saben cuáles son las diferentes tenencias de acreedores. Esto crea un entorno de negociación que no es transparente”, señaló.
Asimismo, el ministro consideró que ciertos esfuerzos para reformar la arquitectura financiera internacional, como las cláusulas de acción colectiva, no son suficientes para subsanar estas deficiencias. “La adopción de cláusulas de acción colectiva hizo las negociaciones de deuda soberana más efectivas, pero no alcanzan. Necesitamos más que CAC modernas, necesitamos un mejor multilateralismo”, sentenció.
En ese marco, Guzmán hizo un llamado a crear un mecanismo de restructuración de deuda soberana. “Hace falta avanzar con lo que habíamos propuesto junto a Joseph Stiglitz en el 2014 y en el 2015, en las Naciones Unidas, de un marco multilateral para la reestructuración de deuda soberanas”, indicó.
A su vez, el ministro subrayó la necesidad de reforzar el papel de algunas instituciones, incluyendo a UNCTAD, para realizar un Análisis de Sustentabilidad de Deuda (ASD) imparcial y que dé confianza a los países deudores. “Necesitamos que la UNCTAD sea reconocida como un organismo que puede llevar adelante análisis de sostenibilidad de deuda, que sea independientes y no sesgado, no hay que dejarle solo este rol al FMI”, afirmó.
El titular del Palacio de Hacienda mencionó que, en el caso de la reestructuración argentina, “el FMI hizo un análisis de sostenibilidad de la deuda argentina sensato, justo y basado en evidencia empírica, y en teorías sensatas, pero esto fue una excepción en lo que es la historia de las últimas décadas”.
Finalmente, Guzmán remarcó la necesidad de revisar el sistema de sobrecargos del FMI, una política a la que calificó de “regresiva, procíclica y que penaliza especialmente a las economías de ingresos medios”. También se pronunció a favor de la creación de un Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad propuesto por el FMI para ayudar a los países a lidiar con el impacto económico de la pandemia.
“En el FMI se ha logrado avanzar, bajo la conducción actual, en pasos positivos, como fue la emisión de los DEGs, como es el apoyo a la idea de que exista un Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad que dé préstamos a plazos más largos a los países, y la búsqueda de revisar la política de sobrecargos. Pero no vemos el mismo nivel de liderazgo en todas las esferas del poder internacional y esto es algo que hay que corregir”, afirmó.
El ministro compartió panel con su par de España, Nadia María Calviño Santa María, la Secretaria General de la UNCTAD, Rebeca Grynspan, la primer ministra de Barbados, Mia Mottley, y el premio nobel de Economía, Joseph Stiglitz.
El encuentro, moderado por Jonathan Wheatley, subdirector de la sección de Mercados Emergentes del Financial Times, reunió a destacados expertos y responsables políticos para intercambiar las experiencias de sus respectivos países en diversos temas de la coyuntura económica durante la pandemia COVID-19. Los principales temas que se abordaron fueron las respuestas de los organismos multilaterales y de distintos países a la pandemia, la distribución de vacunas, las prioridades de política económica internacional para avanzar hacia una recuperación postpandemia y la necesidad de promover iniciativas para facilitar reestructuraciones de deuda soberana eficaces, transparentes y justas.