La Policía Federal Argentina logró desbaratar a una organización que se dedicaba a realizar abortos clandestinos en barrios de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense.

Luego de una extensa investigación, efectivos de la División Delitos contra la Salud de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal lograron aprehender a 20 personas, 3 hombres y 17 mujeres, que integraban la organización.

La actividad funcionaba a través de la captación de mujeres embarazadas en la vía pública mediante “promotoras” que entregaban volantes promocionando los procedimientos, los cuales se realizaban en viviendas precarias que oficiaban de falsos consultorios.

Las personas encargadas, con nulos conocimientos médicos, les suministraban a las embarazadas diversos medicamentos que provocaban aborto; todo esto a cambio de una suma de dinero que debían abonar en efectivo.

Las pastillas abortivas eran obtenidas de manera ilegal desde países limítrofes, ya que no estaba autorizada su comercialización por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).