Genética forense y Derechos Humanos: por más reparación y justicia
Como parte de los festejos por las tres décadas de vida de nuestra institución, se llevó a cabo una jornada que reunió a especialistas de distintas disciplinas abocadas a la búsqueda e identificación de personas desaparecidas, tanto de nuestro país como de la región.
En el marco de las actividades celebratorias por los 30 años de la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), se realizó el pasado viernes en el Centro Cultural de la Ciencia (C3) una Jornada de Genética Forense. La misma estuvo organizada en conjunto por el BNDG y el Programa Nacional Ciencia y Justicia del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de la directora del Banco, Dra. Mariana Herrera; junto al vicepresidente de Asuntos Tecnológicos del CONICET y presidente del Consejo Asesor del Programa Ciencia y Justicia, Dr. Miguel Laborde.
"Estos 30 años de trabajo no podían ser intrascendentes en la sociedad argentina. Es por eso que decidimos realizar un evento en conmemoración de su creación, para escuchar las voces de quienes trabajamos día a día en las ciencias forenses aplicadas a la reparación de delitos de lesa humanidad, la identificación de desaparecidos y de niños nacidos en cautiverio o secuestrados junto a sus padres", afirmó la Dra. Herrera durante la apertura. Además, añadió que el caso del BNDG “constituyó la idea filosófica, el paradigma de lo que luego serían los bancos de este tipo en todo el mundo".
A su turno, el Dr. Laborde afirmó que el Banco “es el ejemplo más concreto de lo que la ciencia y la justicia pueden lograr cuando trabajan juntas". Por otra parte, se refirió al objetivo del Programa Ciencia y Justicia y puntualizó: “Lo que perseguimos es que el conocimiento que genera el CONICET a través de sus investigadores se pueda volcar en beneficio de la sociedad".
El evento tuvo como finalidad reflexionar sobre la práctica de la genética forense en la Argentina y el mundo, a través de un recorrido desde sus inicios hasta nuestros días y su perspectiva a futuro. En ese sentido, se destacó su aporte fundamental como herramienta para la recuperación de la identidad de personas desaparecidas. Cabe destacar que esta disciplina abarca ciencias como la genética, la geología, la antropología, la física y la matemática, y que tomó impulso en nuestro país gracias a la labor de reconocidos científicos y a lucha de la organización Abuelas de Plaza de Mayo.
El encuentro se dividió en cuatro paneles. La primera mesa estuvo integrada por especialistas que estuvieron involucrados en los inicios de la actividad del Banco Nacional de Datos Genéticos y la antropología forense en nuestro país, como lo son el profesor Eric Stover, de la Universidad de Berkeley, y el Dr. Cristián Orrego Benavente, bioquímico y genetista forense. En su presentación, Stover recordó el acercamiento a las Abuelas, que a principios de los 80 fueron a verlo a su entonces oficina en Washington, con una pregunta: “¿Cómo podemos identificar a nuestros nietos cuando vuelva la democracia?". Antes, habían consultado por el mismo tema a Víctor Penchaszadeh, médico genetista exiliado en Nueva York. “Sentía que no sabía mucho de genética forense. Entonces, me contacté con otros genetistas y seis meses después, en junio de 1984, un grupo de científicos viajamos a Buenos Aires, recorrimos morgues y meses después volvimos y comenzamos un entrenamiento en antropología forense", relató el investigador estadounidense.
Por su parte, el Dr. Orrego Benavente, repasó también los inicios de cómo la ciencia se volcó a la resolución de casos de restitución de identidad. Recordó aquel viaje a la Argentina y una serie de hitos que calificó de “sincrónicos" para avanzar en la genética forense: papers que por primera vez hablaban del nexo entre Derechos Humanos y Genética; la biología molecular aplicada para nexos entre humanos y chimpancés; los avances en torno al ADN mitocondrial y la evolución humana. “Después del viaje de nuestra delegación a la Argentina quedamos tan cautivados por la experiencia que todo paper que leíamos era en función de cómo aplicar la ciencia a la búsqueda de personas desaparecidas", dijo.
El panel culminó con Luis Fondebrider, titular del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). “El EAAF surgió como una alternativa a los forenses oficiales, trabajando a pedido de la Justicia con una metodología extraña: con los investigadores, con los juicios, en las recuperaciones. Se convirtió en un trabajo internacional, que trascendió la Argentina", expresó. Y comentó que el EAAF marcó “un cambio de paradigma en la identificación".
En el segundo panel del encuentro, titulado “Búsqueda de desaparecidos. Los casos del BNDG y de la Asociación Pro-Búsqueda de Niñas y Niños Desaparecidos de El Salvador", el Dr. Walter Bozo y la Licenciada Paula Miranda de Zela, del BNDG, explicaron el funcionamiento del Banco, mientras que la Dra. Patricia del Carmen Vázquez Marías relató la experiencia de la Asociación Pro-Búsqueda de Niñas y Niños Desaparecidos en El Salvador.
El tercer panel fue “La Antropología Forense en la resolución de casos de desaparición de personas". Allí, Daniel Campi y Víctor Ataliva, del Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES-CONICET-UNT), comentaron los casos del trabajo de identificación que realizan en El Pozo de Vargas, en el departamento de Tafí del Valle, Tucumán. En ese lugar se encontraron más de 80 cuerpos desaparecidos. “Este es el trabajo de un grupo de antropólogos y arqueólogos motivados por el combustible de los familiares de desaparecidos", afirmó Campi.
A su turno, Soledad Salega, del Instituto de Antropología de Córdoba (IDACOR, CONICET-UNC), comentó el caso del trabajo que llevan adelante en esa provincia para restituir restos óseos arqueológicos y forenses. Por último, Inés Caridi, del Instituto de Cálculo (IC, CONICET-UBA), explicó el trabajo que llevan adelante combinando redes complejas y métodos estadísticos para priorizar la búsqueda de personas.
El último panel del encuentro estuvo dedicado al futuro de la genética forense. En él, la Dra. Verónica Martinez Marignac, del Centro de Investigaciones Científicas y Transferencia de Tecnología a la Producción (CICyTTP, CONICET-Provincia de Entre Ríos-UADER), explicó el trabajo que llevan adelante con el Tribunal Supremo de Justicia de Entre Ríos desde 2014. Asimismo, Miguel Marino, del Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Mendoza, se explayó sobre la genética forense en la investigación criminal y los “marcadores" en genética forense, que hace 18 años eran 13, y hoy llegan a 45.
Para finalizar, la Dra. Cecilia Bobillo, de CONICET y el Ministerio Público de La Pampa, detalló las medidas que deben llevar a cabo los laboratorios del ámbito de la justicia en lo referido a normas de calidad para mejorar la competitividad y la uniformidad, lo que garantiza mejores resultados.
Al cierre del evento, la directora del BNDG subrayó la claridad con la que queda expuesto el rol esencial de las ciencias forenses en la Justicia. “Suelen decirnos que el BNDG está comprometido con el pasado, pero nosotros creemos que construimos presente y futuro para las nuevas generaciones". Por su parte, el Dr. Alan Temiño, gerente de Asuntos Legales del CONICET y responsable técnico del Programa Nacional Ciencia y Justicia, se mostró satisfecho por una convocatoria que “nos desbordó. El BNDG es un ente autárquico como el CONICET con el que tenemos empatía emocional, por sobre todas las cosas".