Mendoza – Del 7 y al 10 de noviembre se llevó a cabo en la ciudad de Mendoza el ejercicio de protección civil conjunto combinado “Solidaridad 2022”, con la participación de hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas de Argentina y Chile.

Se desarrolló en el marco de una simulación de emergencia ocasionada por un sismo, con el objetivo de fortalecer la coordinación entre los distintos organismos y contribuir al apoyo de operaciones de protección civil ante situaciones de catástrofe.

La Armada Argentina participó con efectivos de las unidades de la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar, pertenecientes al Batallón Comando y Apoyo Logístico (BICA), al Batallón de Comunicaciones N°1 Ec (BIC1) y a la Agrupación Servicios de Cuartel (APSC).

En el contexto del ejercicio se simularon distintos escenarios donde se instaló y operó un Centro de Evacuados y una zona de aterrizaje de helicópteros en apoyo al hospital modular móvil reubicable.

Las primeras jornadas se realizaron los ensayos y coordinaciones con las distintas agencias interdisciplinarias que conformaron la organización del Centro de Evacuados que operó desde el Parque Libertador General Don José de San Martín.

Al día siguiente, el Ministro de Defensa Jorge Taiana recorrió junto al Subsecretario de Defensa de Chile los distintos escenarios de emergencia, acompañados por las máximas autoridades de las Fuerzas Armadas de Argentina y Chile.

El Comandante del Batallón Comando y Apoyo Logístico, Capitán de Fragata IM Horacio Sánchez, tuvo a su cargo la jefatura del Centro de Evacuados, y expuso ante las autoridades la organización del mismo, además de brindar detalles sobre el funcionamiento y trabajo integrado que se realizó junto al personal de Protección Civil de la Provincia de Mendoza, de la Cruz Roja, del Registro Nacional de las Personas (RENAPER), de la Dirección de Salud Mental y Adiciones del Gobierno de Mendoza, del Hospital Militar Regional Mendoza, de la policía provincial de Mendoza, de la Gendarmería y una agrupación de scouts.

En forma simultánea, integrantes del Grupo de Heliguiado del BICA operó la Zona de Aterrizaje de Helicópteros desde donde se realizaron operaciones aéreas con aeronaves SA 315B Lama y Bell UH1H de la Fuerza Aérea Argentina y del Ejército Argentino y MH-60M Black Hawk de la Fuerza Aérea de Chile.

En el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), el Capitán de Fragata IM Diego Flores, del Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, y el Capitán de Corbeta IM Ángel Genissans, Comandante del BIC1, asistieron en la operación del centro incrementando experiencia en la Gestión del Riesgo, teniendo en cuenta la complejidad de coordinaciones ante un desastre natural.

En el COE se utilizó una plataforma denominada Tablero General, donde se llevó el control y evolución de los eventos que permitió compartir la información en tiempo real entre las agencias participantes.

Cabe destacar la importancia de las comunicaciones para contribuir al logro de los objetivos impuestos, procurando una adecuada integración entre los organismos del COE, en un entorno de trabajo interagencial y coordinado para hacer un empleo eficiente de los recursos disponibles.

Finalizando el ejercicio se realizó una jornada de puertas abiertas, donde se mostró al público visitante las capacidades militares desplegadas por los distintos participantes que formaron parte de la respuesta a la emergencia simulada.

Ejercicio Solidaridad

El ejercicio conjunto combinado “Solidaridad” se realiza cada tres años agrupando las Fuerzas Armadas de Argentina y Chile, con el objeto de consolidar la cooperación de ambos países en simulacros de catástrofes naturales, a fin de brindar la ayuda humanitaria correspondiente.

Se busca fortalecer la cooperación internacional en ayuda humanitaria y concertar el trabajo conjunto perteneciente al Sistema Nacional de Protección Civil ante una emergencia ocurrida por un terremoto y maremoto.

La ejercitación binacional está enmarcada en el denominado Acuerdo sobre Cooperación en Materia de Catástrofes, que Argentina y Chile suscribieron en 1997, con el compromiso de trabajar articuladamente en las acciones que emprendan las respectivas naciones en caso de catástrofes de origen natural o provocadas por el hombre.